Nuevo reordenamiento geopol铆tico
Sergio Ferrari
Las principales instituciones internacionales y el concepto mismo de Derechos Humanos atraviesan una crisis de fondo de resoluci贸n incierta. En gran medida, determinada por un nuevo reordenamiento geopol铆tico internacional que pone en cuesti贸n el multilateralismo, la vigencia de acuerdos b谩sicos y el propio funcionamiento del sistema onusiano. Hasta inicios de septiembre, 124 de los 193 Estados miembros de la ONU no hab铆an pagado su contribuci贸n al presupuesto ordinario anual de la organizaci贸n.
Volker T眉rk, jurista austr铆aco y Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Foto ONU
El abogado austr铆aco Volker T眉rk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ONU) para los derechos humanos, denunci贸 el lunes 8 de setiembre un panorama mundial en el cual la glorificaci贸n de la violencia y la erosi贸n del derecho internacional aparecen como dos constantes principales.
En la apertura de la reuni贸n anual del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, Suiza, su radiograf铆a de los principales problemas con los que se confronta el Consejo tambi茅n sirvi贸 de pauta para evaluar los riesgos y las amenazas contra el consenso humanitario mundial.
El Consejo es el organismo intergubernamental de las Naciones Unidas encargado de fortalecer la promoci贸n y protecci贸n de los derechos humanos, lidiar con sus violaciones y formular recomendaciones para mejorar su cumplimiento. Existe desde 2006 (sucesor de la antigua Comisi贸n de Derechos Humanos) y est谩 compuesto por representantes de cuarenta y siete Estados miembros, aunque cuenta con el consenso de toda la comunidad onusiana. En sus diecinueve a帽os de existencia adopt贸 1.481 resoluciones y encomend贸 60 investigaciones sobre casos espec铆ficos (Procedimientos Especiales), esfuerzos todos que se relativizan ante la amplia lista de fracasos y retrocesos (https://www.ohchr.org/es/
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| Sede de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, donde funciona el Consejo de Derechos Humanos. Foto Gobierno suizo |
Gaza, gran fracaso
Tema central del preocupante panorama global presentado por T眉rk, la situaci贸n actual en Gaza. En su an谩lisis, el asesinato masivo de civiles palestinos por parte de Israel, el sufrimiento indescriptible y la destrucci贸n total en esa regi贸n, los obst谩culos a la ayuda humanitaria necesaria para salvar vidas y la consiguiente hambruna de la poblaci贸n civil, as铆 como el asesinato de periodistas, personal de la ONU y trabajadores de ONG y la lista interminable de cr铆menes de guerra, est谩n conmocionando la conciencia del mundo. “Me horroriza el uso abierto de una ret贸rica genocida y la vergonzosa deshumanizaci贸n de los palestinos por parte de altos funcionarios israel铆es”, remarc贸 T眉rk. Quien adem谩s reconoci贸 que, si bien Israel “sigue profundamente traumatizado tras los terribles ataques de Ham谩s y otros grupos armados el 7 de octubre de 2023” y la toma de rehenes ese d铆a, la mayor militarizaci贸n, ocupaci贸n, anexi贸n y opresi贸n en Gaza s贸lo alimentar谩n m谩s violencia, represalias y terror. Israel, aleg贸 T眉rk, “tiene la obligaci贸n legal de tomar las medidas ordenadas por la Corte Internacional de Justicia para prevenir actos de genocidio, castigar la incitaci贸n al genocidio y garantizar el arribo de suficiente ayuda a los palestinos en Gaza”.
Por 煤ltimo, T眉rk desafi贸 a la comunidad internacional a rectificar su actitud actual pues considera que “est谩 incumpliendo su deber […] Le estamos fallando al pueblo de Gaza”. La inacci贸n no es una opci贸n, enfatiz贸 T眉rk, y llam贸 a que se detenga el flujo de armas hacia Israel y a que se ejerza la m谩xima presi贸n para asegurar un alto al fuego, as铆 como la liberaci贸n de todos los rehenes y de cualquier otra persona detenida arbitrariamente. Por otra parte, es imperioso tomar medidas decisivas para oponerse a la ocupaci贸n militar israel铆 de Gaza y la anexi贸n total de una Cisjordania ya bastante ocupada. Y respaldar incondicionalmente el derecho a la autodeterminaci贸n del pueblo palestino (https://www.ohchr.org/en/
Un ni帽o sentado en los escombros observa la destrucci贸n del barrio Al-Touam en el norte de la Franja de Gaza. Foto Mohammed Natee. UNICEF
Otros retrocesos
Otros conflictos, seg煤n el titular del Consejo, tambi茅n est谩n contribuyendo a oscurecer el panorama por momentos de por s铆 desolador de los derechos humanos en el plano internacional.
La lista es extensa: la guerra entre Rusia y Ucrania, agudizada en los 煤ltimos meses; la crisis en Sud谩n, donde tanto las Fuerzas de Apoyo R谩pido como las Fuerzas Armadas siguen mostrando un total desprecio por el derecho internacional humanitario y los derechos humanos. La magnitud del sufrimiento del pueblo sudan茅s es insondable y exige toda la atenci贸n del mundo.
En Myanmar, cuatro a帽os despu茅s del golpe de 2021, el pueblo se encuentra sumido en una terrible crisis de sus derechos fundamentales. El ej茅rcito ataca a la poblaci贸n civil en sus hogares, aldeas, escuelas y campamentos con ataques a茅reos y bombardeos, detenciones arbitrarias, tortura, violencia sexual y reclutamiento forzado.
El panorama es igualmente dram谩tico en la Rep煤blica Democr谩tica del Congo, donde se perpet煤an graves violaciones y abusos por parte de todas las partes en conflicto. La transici贸n pol铆tica en Siria tras la ca铆da del r茅gimen de Bashar al-Assad sigue siendo fr谩gil. La situaci贸n en la ciudad siria de As-Suwayda, cerca de la frontera con Jordania, no es menos preocupante debido al aumento de la violencia sectaria y graves abusos contra los derechos humanos.
Hait铆 se hunde cada vez m谩s en la anarqu铆a en medio de una violencia pandillera end茅mica. En Nigeria, la violencia ha experimentado una gran escalada, con enfrentamientos intercomunitarios agravados por las masacres y los desplazamientos masivos provocados por Boko Haram y otros grupos armados. A pesar de las promesas gubernamentales de garant铆as en su accionar, aumentan las denuncias de graves violaciones cometidas por las fuerzas de seguridad nigerianas en el contexto de operaciones antiterroristas.
Pero los conflictos b茅licos no son lo 煤nico que le inquieta a T眉rk. Igualmente preocupante, a su juicio, es la tendencia de ciertas naciones a retirarse unilateralmente de hist贸ricos marcos multilaterales. Tal es el caso de Estados Unidos, por ejemplo, con respecto al Acuerdo de Par铆s y el Consejo de Derechos Humanos; las sanciones de Rusia y Estados Unidos contra magistrados de la Corte Penal Internacional y la decisi贸n de Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania y Polonia de retirarse del Tratado de Ottawa sobre minas terrestres. Tambi茅n el menosprecio de varios gobiernos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, acordada en 2015 por la comunidad internacional, actitud que debilita la red de cooperaci贸n global y regional cuidadosamente construida durante d茅cadas.
Seg煤n T眉rk, no se puede subestimar el impacto negativo que resulta de esta actitud, como el hecho de que algunos Estados se est谩n convirtiendo en una extensi贸n del poder personal de sus gobernantes. Si bien los “marcos globales y regionales distan mucho de ser perfectos”, puntualiz贸, los Estados deben fortalecerlos y reformarlos, no desmantelarlos, agregando que “no podemos volver a los modos de pensar y de planteamientos obsoletos que condujeron a dos guerras mundiales y al Holocausto”.
El argumentario de T眉rk cuestiona lo que 茅l considera un falso concepto de soberan铆a para fundamentar el debilitamiento del multilateralismo. "La Carta de la ONU”, record贸, “dio a luz una nueva era geopol铆tica al consagrar la igualdad soberana de los Estados [ya que] la soberan铆a nacional es el fundamento de las instituciones multilaterales y del derecho internacional”. Y cuando los Estados firman acuerdos internacionales, “est谩n ejerciendo su soberan铆a nacional, no limit谩ndola”. Con esa soberan铆a, aleg贸 el responsable del Consejo de los Derechos Humanos, viene la responsabilidad de proteger los derechos de sus respectivas naciones, no lo contrario, pues “la soberan铆a no significa tener la propiedad sobre las personas”.
La guerra enemigo principal de los Derechos Humanos. Una familia de refugiados sudaneses se refugia en Adre, en la frontera con Chad. Foto Ying Hu. ACNUR-ONU
Una sociedad civil en茅rgica
Este diagn贸stico sobre la crisis de los derechos humanos es compartido por muy diversos organismos no gubernamentales y movimientos sociales. En su Informe 2025, por ejemplo, Amnist铆a Internacional sostiene que “El mundo se encuentra en una encrucijada hist贸rica” y que “el ideal de los derechos humanos universales est谩 sufriendo el acoso implacable de fuerzas sin precedentes, que tratan de destruir un sistema internacional forjado con la sangre y el sufrimiento de la Segunda Guerra Mundial y su Holocausto”. Seg煤n Amnist铆a, esta cruzada religiosa, racial y patriarcal, cuyo objetivo es imponer un orden econ贸mico basado en una desigualdad a煤n mayor entre los Estados y dentro de ellos, “pone en peligro los avances realizados en los 煤ltimos 80 a帽os en materia de igualdad, justicia y dignidad”.
En el prefacio de dicho Informe, Agn猫s Callamard, su secretaria general, afirm贸 que los Estados poderosos se est谩n burlando de la historia. Que act煤an como si las lecciones que dejaron las d茅cadas de 1930 y 1940, desde la Convenci贸n sobre el Genocidio a los Convenios de Ginebra y pasando por la Declaraci贸n Universal de Derechos Humanos y la Carta de la ONU, pudieran dejarse de lado, olvidarse y eliminarse. En su reflexi贸n, Callamard adem谩s aleg贸 que, “con la elecci贸n de Donald Trump y el significativo desembarco del mundo empresarial en su gobierno, nos dirigimos a pasos agigantados hacia una 茅poca brutal, donde el poder militar y econ贸mico prevalece sobre los derechos humanos y la diplomacia, donde las jerarqu铆as raciales y de g茅nero y el pensamiento de suma cero (“si yo gano, t煤 pierdes”) conforman las pol铆ticas y donde el nacionalismo nihilista impulsa las relaciones internacionales” (https://www.amnesty.org/es/
Con otras palabras, pero con importantes coincidencias en lo que hace a la defensa de los derechos humanos fundamentales, se expresaron las representantes de organizaciones feministas de base de la Marcha Mundial de las Mujeres en quince pa铆ses del continente. Reunidas a fines de agosto en San Crist贸bal de las Casas, M茅xico, en su Declaraci贸n final afirmaron que “En un mundo donde se imponen guerras y carreras armamentistas, se invaden territorios, se silencian genocidios y el objetivo es expandir el imperialismo, las mujeres de la regi贸n asumen la responsabilidad de seguir defendiendo la paz en el continente y en el mundo”. Y se帽alaron que tambi茅n ellas se han unido a la demanda popular de no rendirse ante la injusticia, la matanza de ni帽os y mujeres y el uso de la violencia sexual y el hambre como armas de guerra. Adem谩s, denunciaron el genocidio del pueblo palestino y criticaron a las instituciones internacionales c贸mplices por su silencio e inacci贸n. Su denuncia se extendi贸 a las derechas en ascenso, el fascismo y el fundamentalismo religioso que atacan por igual los derechos conquistados y estigmatizan las luchas por la justicia con discursos de odio.
La crisis sist茅mica de los derechos humanos es una muy mala se帽al civilizatoria. Donde ellos no se respetan, la ley de la selva se convierte en el 煤nico marco, tan fr谩gil y autoritario como anti derechos y antihumano.
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| La exigencia de la paz en el mundo esencia del cumplimiento de los derechos fundamentales. Foto UNICEF |