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Más de 670 millones de mujeres se ven expuestas a conflictos armados, una cifra récord desde la Guerra Fría


El campo de batalla ya no está lejos; para millones de mujeres, está al lado. Se estima que 676 millones de mujeres —casi el 17 % de la población femenina mundial— vivieron a menos de 50 kilómetros de un conflicto mortal el año pasado, según un nuevo informe del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO). Esta es la cifra más alta registrada desde el fin de la Guerra Fría

Una mujer lleva a un niño a través del cráter provocado por un ataque aéreo israelí mientras cruza la frontera del Líbano hacia Siria el 5 de octubre de 2024. Foto: Getty Images


Más de 670 millones de mujeres están expuestas a conflictos armados en todo el mundo, una cifra récord desde la Guerra Fría que afecta al 17 por ciento de la población global femenina, especialmente en países y territorios como Bangladesh, Líbano, Siria, Israel y los Territorios Palestinos Ocupados.

Un estudio del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO) alerta de que esta cifra corresponde a los datos recabados a lo largo del año 2024 y lamenta que estos números se hayan duplicado desde los años 90.

Mujeres en riesgo

El año 2024 marcó un pico histórico en la exposición de las mujeres a los conflictos armados. El número de mujeres que viven en zonas de conflicto se ha más que duplicado en comparación con 1990, lo que refleja tanto la creciente magnitud de la violencia mundial como la creciente extensión de los conflictos a zonas densamente pobladas.

El estudio encontró que el año pasado, alrededor de 245 millones de mujeres vivían en áreas donde los conflictos causaron más de 25 muertes relacionadas con batallas, mientras que 113 millones de mujeres estaban ubicadas en zonas con más de 100 muertes.

Bangladesh registró el mayor número absoluto de mujeres expuestas, con casi 75 millones viviendo a menos de 50 kilómetros del conflicto. La violencia estuvo principalmente vinculada a las protestas nacionales de julio y agosto, que culminaron con la destitución de la ex primera ministra Sheikh Hasina.

En Siria, Líbano, Israel y Palestina, todas las mujeres se vieron afectadas, lo que significa que poblaciones femeninas enteras estuvieron expuestas directamente a una violencia mortal.

Vivir cerca de zonas de conflicto tiene graves consecuencias para la vida de las mujeres. El conflicto armado socava la inclusión, la justicia y la seguridad, y se asocia sistemáticamente con una mayor mortalidad materna, mayores riesgos de violencia de género, un menor acceso a la educación para las niñas y una mayor brecha de género en el empleo. Estos impactos amenazan la seguridad inmediata de las mujeres, pero también su bienestar a largo plazo y sus perspectivas económicas, debilitando las bases necesarias para la recuperación.

«El conflicto no solo ocurre en el campo de batalla; se extiende a los hogares, las escuelas y los lugares de trabajo de las mujeres, perturbando los cimientos mismos de sus vidas», afirmó Siri Aas Rustad, directora de investigación de PRIO y autora del informe. «Si bien algunas pueden encontrar nuevos roles en situaciones de crisis, estas oportunidades son frágiles. La dura realidad es que la guerra profundiza las desigualdades de género y expone a las mujeres a un mayor riesgo».

Variación regional

El informe destaca notables diferencias regionales y nacionales. En el Líbano, en 2024, el 100 % de la población femenina vivía a menos de 50 kilómetros de un conflicto con más de 100 muertos; esto significa que todas las mujeres libanesas están expuestas a conflictos de alta intensidad.

En los territorios palestinos, casi el 80 % de las mujeres residen cerca de zonas con más de 100 muertes, mientras que el 20 % restante vive en zonas de conflicto con entre 1 y 99 fallecidos. Más de un tercio de las mujeres vive cerca de zonas con más de 1000 muertes. Siria muestra un patrón igualmente grave, con la mayoría de las mujeres expuestas a conflictos de intensidad media y alta.

En Nigeria, el informe revela que las mujeres del Estado de Borno se enfrentan a una violencia particularmente intensa vinculada a Boko Haram y el Estado Islámico, mientras que las mujeres de la región Sur-Sur se ven cada vez más afectadas por la violencia separatista.

Peaje a largo plazo

Los costos de desarrollo del impacto en las mujeres son profundos. Los países con una alta proporción de mujeres que viven cerca de zonas de conflicto obtienen sistemáticamente puntuaciones más bajas en el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, lo que subraya los efectos a largo plazo de la violencia en la educación, la salud y los medios de vida. Los conflictos prolongados, a menudo eclipsados ​​por guerras más visibles, erosionan constantemente las estructuras sociales y económicas. Al mismo tiempo, los recortes en la ayuda internacional amenazan con debilitar aún más la infraestructura y profundizar las vulnerabilidades.


Acerca de PRIO

El Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO) es un instituto líder a nivel mundial en el estudio de la paz y los conflictos. Mediante investigación de vanguardia, PRIO examina las causas de la violencia y las condiciones que posibilitan las relaciones pacíficas entre Estados, grupos e individuos.





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