Jose Mateos Mariscal
Un Espa帽ol en Alemania
En " un espa帽ol en Alemania" conocemos las razones de la migraci贸n las razones son muy variadas: guerra, pobreza, persecuci贸n, factores ambientales, motivos personales, etc. Y aunque no hablemos mucho de ello, Espa帽a es un pa铆s conformado tambi茅n por un gran n煤mero de migrantes de espa帽oles en Alemania
Un cuento muy antiguo relata la historia de un ni帽o que no sab铆a qu茅 era la patria. Una maestra lo hab铆a cuestionado severamente por no poder contestar la pregunta. Mucho tiempo despu茅s se encontr贸 con aquella maestra ya anciana, y con la experiencia de los a帽os, el alumno, ahora adulto, le dijo: “la patria, maestra, es el hogar ausente”. Estas palabras definen el sentir del migrante, que por razones ajenas a su voluntad, debe dejar atr谩s su casa, familia, lugares favoritos, aromas familiares, en fin, toda su vida, para estar a salvo.
De acuerdo con la Organizaci贸n Internacional de los Migrantes (OIM), en el mundo existen mil millones de personas en movimiento, ya sea como migrantes (de un pa铆s a otro), desplazados internos (en el mismo pa铆s), o refugiados (a causa de la guerra).
La Organizaci贸n de las Naciones Unidas (ONU) estableci贸 el 18 de diciembre como D铆a Internacional del Migrante con el fin de hacernos conscientes del derecho de toda persona a trasladarse a otro sitio en busca de lo que no tiene en su lugar de origen. Las razones de la migraci贸n pueden ser la falta de seguridad, alimentaci贸n, oportunidades, etc. Los migrantes est谩n en todos lados y casi siempre en una situaci贸n vulnerable, en " un espa帽ol en Alemania " celebramos la fiesta del 18 de diciembre realizando art铆culos de prensa gratis para todos los periodistas que quieran colaborar poniendo voz y rostro a la dura realidad de la emigraci贸n.
La peor enfermedad es la pobreza
Los emigrantes muchas veces mostramos una imagen de triunfadores, a la que nos une un trabajo seguro en Europa: Lo importante es exhibir ante nuestros paisanos los signos externos de nuestra nueva posici贸n social. A lo que el emigrante nunca hace referencia es a lo mal que lo pasamos y lo estamos pasando, a las marginaciones que sufrimos, a la dureza del trabajo que realizamos. Nuestra capacidad de adaptaci贸n a un medio hostil, o al menos poco comprensivo, resulta admirable. El medio en el que tenemos que enfrentarnos, adem谩s con prejuicios culturales y racismos que obstaculizaban el alquiler de viviendas, su trato con los nativos, o que simplemente nos relegan a la condici贸n de ciudadanos de 煤ltima clase.
Es una ocasi贸n m谩s para reivindicar los derechos de las personas migrantes, para recordar a aquellas que han perdido la vida intentando llegar a otros pa铆ses, o a aquellas que ven vulnerados los derechos m谩s fundamentales solo por el hecho de intentar salvar su vida, huir de la guerra, las amenazas, la miseria o el hambre.
Vivir en el extranjero, no es sin贸nimo de riqueza, buena vida y buen trabajo… Vivir en el extranjero es m谩s bien sin贸nimo de mucha lucha, de trabajo muy duro, de mucho sacrificio, soledad, nostalgia, valent铆a, de supervivencia, de ser humillado, despreciado, y en muchas ocasiones hasta abusado. Tambi茅n es sin贸nimo de tener que renunciar a muchas cosas, y sacrificarse por otras con el fin de tener una vida mejor, que en algunos casos se logra, en otros es una constante lucha.
Esto es por todos aquellos que no han salido de su tierra, y se atreven a criticar a todos aquellos que una vez con un poco de valent铆a, o de miedo, de esperanza, y sobre todo con mucha fe en Dios, nos atrevimos a dejar nuestra tierra por v铆as diferentes para buscar nuevos horizontes y un futuro mejor, pero siempre con el coraz贸n puesto en nuestra tierra natal
“Dicen que todos estamos en el mismo barco, pues no estamos en el mismo barco. Unos van en crucero, otros en una balsa y nosotros ya sin el palo para remar. Creo que es la situaci贸n que vivimos las familias emigrantes».
Jose Mateos Mariscal
