ESCRITOS CR脥TICOS
El New York Times salud贸 el golpe encabezado por “un respetado hombre de negocios”, el que ten铆a como prop贸sito acabar con la dictadura electa en Venezuela. Seg煤n documentos desclasificados, la CIA sab铆a que George Bush sab铆a. El 25 de abril, el Times infomr贸 que este dinero para la agitaci贸n social previa al golpe hab铆a sido canalizado por terceros, como el National Endowment for Democracy,con877.000 d贸lares. Seg煤n un cable del 13 de julio de 2004, organizaciones como la USAID hab铆an enviado casi medio mill贸n de d贸lares para proveer “entrenamiento para los partidos pol铆ticos”. El cubano Otto Reich (uno de los organizadores del acoso de los Contras en Nicaragua veinte a帽os atr谩s, parte de la maniobra Ir谩n-Contras) fue otro encargado de contribuir a la desestabilizaci贸n del presidente venezolano.
Como en la fallida invasi贸n de Bah铆a Cochinos cuarenta a帽os antes, el fiasco fortaleci贸 al presidente electo. Devuelto al poder por las protestas populares, Ch谩vez indult贸 a varios responsables del golpe de Estado. Entre ellos, los opositores Henrique Capriles y Leopoldo L贸pez, quienes continuar谩n su actividad pol铆tica “denunciando la dictadura”. El 14 de agosto, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela absolver谩 a los militares Efra铆n V谩squez, Pedro Pereira, H茅ctor Ram铆rez y Daniel Comisso, tambi茅n participantes del golpe de Estado “contra la dictadura”.
Frustrado por el fracasado golpe, el 23 de agosto de 2005 el influyente televangelista Pat Robertson, frente a las c谩maras de televisi贸n de su poderoso Club700, se dirigi贸 a un mill贸n de fieles para proponer asesinar a Hugo Ch谩vez “por destruir la econom铆a de Venezuela, por permitir la infiltraci贸n de los comunistas y de los extremistas isl谩micos en su gabinete”. No importa que nada de esto sea cierto.“La opci贸n de un asesinato es claramente m谩s econ贸mica que lanzar una guerra… no creo que con esto vayamos a interrumpir el suministro de petr贸leo desde Venezuela… tenemos la doctrina Monroe y otras doctrinas para aplicar, tenemos el poder de sacarlo de ah铆… no vamos a gastar 200 mil millones en otra guerra”. El influyente pastor, amigo del dictador Efra铆n R铆os Montt de Guatemala y de otros genocidas cristianos como Roberto D’Aubuisson de El Salvador o Mobutu Sese Seko de Zaire, quer铆a asesinar a un presidente leg铆timo elegido por el pueblo que, adem谩s, tambi茅n era un ferviente cristiano.
El 9 de diciembre de 2007, en la University of Miami. Una voz de evento anunci贸, para la cadena Univision, el “primer Foro Presidencial del Partido Republicano en espa帽ol”, mencionando las reglas: en el foro no se hablar谩 espa帽ol.
Una de las moderadoras del no debate es la simp谩tica Mar铆a Elena Salinas.
Salinas: “Hace exactamente una semana Venezuela rechaz贸 cambios a la constituci贸n pero el Presidente Hugo Ch谩vez…”
Los aplausos interrumpen a Mar铆a Elena, quien hace alg煤n esfuerzo por impedir una sonrisa.
Salinas: “Muchos creen que el presidente Ch谩vez es una amenaza para la democracia en la regi贸n. Si usted fuera presidente ¿c贸mo lidiar铆a con Ch谩vez?”
Paul: “Bueno, 茅l no es la persona m谩s f谩cil con quien lidiar, pero tenemos que lidiar con todas las personas en el mundo de la misma manera, con amistad, oportunidad de dialogar y comerciar con…”
Los abucheos lo interrumpen. Ron Paul, con su mirada cansada pero con el rostro ya curtido por largos a帽os de disidente, insiste, imperturbable, tal vez resignado.
Paul: “…hablamos con Stalin, hablamos con Krushev. Hablamos con Mao y hemos hablado con el mundo entero y de hecho estamos en un momento en que debemos hablar con Cuba.”
Ahora los abucheos crecen como un hurac谩n sobre Miami.
Paul: “…y viajar a Cuba y tener comercio con Cuba. Pero d茅jenme decirles por qu茅 tenemos problemas con ellos: porque hemos estado metidos en sus asuntos internos hace tanto tiempo… Nosotros creamos a los Ch谩vez, a los Castros de este mundo, interfiriendo y creando caos en sus pa铆ses y ellos respondieron con sus l铆deres leg铆timos”.
Los abucheos alcanzan su cl铆max. Miami se lo quiere comer crudo, sin ron. Las reglas civilizadas del Foro obligan a seguir indiferentes al pr贸ximo candidato, que ha escuchado muy bien la voz del pueblo.
Huckabee (futuro embajador de Trump en Israel): “Aunque a Ch谩vez lo eligieron, no lo eligieron para ser un dictador... Mi mam谩 dec铆a: “si uno le da suficiente soga a alguien, se van a colgar” y yo pienso…”
Giuliani: “Yo estoy de acuerdo con la manera en que el rey Juan Carlos le habl贸 a Ch谩vez. (Aplausos) Mejor que lo que quiere hacer el congresista Paul… Hay esperanza de que la gente entienda la necesidad de mercados abiertos, de la libertad… Yo creo que al presidente Calder贸n, lo eligieron, pero yo creo que Ch谩vez tuvo algo que ver con eso…”
Sin contar con la participaci贸n de Corina Machado en el golpe del 2002 (se podr铆a decir que eso ocurri贸 hace dos d茅cadas y todos pueden corregir en la marcha) sus 煤ltimas peticiones p煤blicas, en 2025, a una invasi贸n militar de Estados Unidos a Venezuela, la inhabilitaban para cualquier Nobel de la Paz.
La tan deseada invasi贸n de Venezuela, vieja brutalidad imperialista apoyada por el cl谩sico cipayismo del colonizado con privilegios, dejar铆a miles de muertos, sino una guerra civil o una nueva Palestina a la cual desangrar con sucesivos bombardeos y estrat茅gicos “acuerdos de paz”.
Hasta Henrique Capriles se opuso a esa petici贸n. Al mismo tiempo que Corina Machado golpeaba las puertas del Pent谩gono, a finales de agosto Capriles reconoc铆a algo de mero sentido com煤n: “la mayor parte de las personas que quieren una invasi贸n de Estados Unidos no viven en Venezuela”. No as铆 Juan Guaid贸; todos saben, es un mercenario barato y ni los venezolanos de Florida lo quieren.
Si quer铆an premiar a alguien de la oposici贸n en Venezuela, es bastante obvio que hab铆a muchos otros venezolanos de a pie que est谩n all谩 luchando, leg铆timamente, por sus convicciones y sin dinero extranjero o de grandes capitales. Si quer铆an intervenir en la pol铆tica venezolana de una forma menos obscena, podr铆an haber considero que el dinero del N贸bel los hubiese financiado por un tiempo. Pero no, ten铆a que ser Corina Machado.
Parece bastante obvio que el petr贸leo, la “malbendici贸n” de Venezuela, es el factor central en todo esto. Justo cuando Trump asesina a desconocidos venezolanos en el Caribe, buscando distraer al pueblo estadounidense y una excusa para invadir Venezuela, premian a una figura conocida que llama a una invasi贸n. No la premian con el Nobel de Business sino con el “Nobel de la Paz”. Esas ejecuciones sumarias a piacere, sin juicio debido, fueron aplaudidas por Corina Machado. En Fox News, las calific贸 de “valent铆a y claridad ante una empresa criminal que trae miseria a nuestro pueblo y desestabiliza la regi贸n para da帽ar a los Estados Unidos”.
Claro, qu茅 se puede esperar de un galard贸n, m谩s famoso que prestigioso, que distingui贸 a genocidas hist贸ricos como Henry Kissinger y a 谩ngeles como Obama quien, mientras sonre铆a, bombardeaba todo lo que se mov铆a en el Medio Oriente, r茅cord que incluye desde ni帽os masacrados por drones hasta la destrucci贸n de Libia, un pa铆s con un desarrollo remarcable y con un independentismo peligroso. Siempre en nombre de la democracia y la libertad que, en Estados Unidos hoy, ya ni siquiera se respeta en los discursos.
Es todo muy surrealista, pero l贸gico en el fondo.
Jorge Majfud
En 2002, el presidente democr谩ticamente electo de Venezuela, Hugo Ch谩vez, fue secuestrado y recluido en la isla La Orchila. Corina Machado, varios empresarios y el New York Times apoyaron el golpe. La oposici贸n proclam贸 a Pedro Carmona (exitoso empresario y miembro del Opus Dei) como nuevo presidente. Carmona decret贸 la disoluci贸n de la Asamblea Nacional, la Corte Suprema y otras instituciones. Machado firm贸 la declaraci贸n de apoyo a esas medidas.
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Golpe de Estado de 2002 contra Hugo Ch谩vez |
El New York Times salud贸 el golpe encabezado por “un respetado hombre de negocios”, el que ten铆a como prop贸sito acabar con la dictadura electa en Venezuela. Seg煤n documentos desclasificados, la CIA sab铆a que George Bush sab铆a. El 25 de abril, el Times infomr贸 que este dinero para la agitaci贸n social previa al golpe hab铆a sido canalizado por terceros, como el National Endowment for Democracy,con877.000 d贸lares. Seg煤n un cable del 13 de julio de 2004, organizaciones como la USAID hab铆an enviado casi medio mill贸n de d贸lares para proveer “entrenamiento para los partidos pol铆ticos”. El cubano Otto Reich (uno de los organizadores del acoso de los Contras en Nicaragua veinte a帽os atr谩s, parte de la maniobra Ir谩n-Contras) fue otro encargado de contribuir a la desestabilizaci贸n del presidente venezolano.
Como en la fallida invasi贸n de Bah铆a Cochinos cuarenta a帽os antes, el fiasco fortaleci贸 al presidente electo. Devuelto al poder por las protestas populares, Ch谩vez indult贸 a varios responsables del golpe de Estado. Entre ellos, los opositores Henrique Capriles y Leopoldo L贸pez, quienes continuar谩n su actividad pol铆tica “denunciando la dictadura”. El 14 de agosto, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela absolver谩 a los militares Efra铆n V谩squez, Pedro Pereira, H茅ctor Ram铆rez y Daniel Comisso, tambi茅n participantes del golpe de Estado “contra la dictadura”.
Frustrado por el fracasado golpe, el 23 de agosto de 2005 el influyente televangelista Pat Robertson, frente a las c谩maras de televisi贸n de su poderoso Club700, se dirigi贸 a un mill贸n de fieles para proponer asesinar a Hugo Ch谩vez “por destruir la econom铆a de Venezuela, por permitir la infiltraci贸n de los comunistas y de los extremistas isl谩micos en su gabinete”. No importa que nada de esto sea cierto.“La opci贸n de un asesinato es claramente m谩s econ贸mica que lanzar una guerra… no creo que con esto vayamos a interrumpir el suministro de petr贸leo desde Venezuela… tenemos la doctrina Monroe y otras doctrinas para aplicar, tenemos el poder de sacarlo de ah铆… no vamos a gastar 200 mil millones en otra guerra”. El influyente pastor, amigo del dictador Efra铆n R铆os Montt de Guatemala y de otros genocidas cristianos como Roberto D’Aubuisson de El Salvador o Mobutu Sese Seko de Zaire, quer铆a asesinar a un presidente leg铆timo elegido por el pueblo que, adem谩s, tambi茅n era un ferviente cristiano.
El 9 de diciembre de 2007, en la University of Miami. Una voz de evento anunci贸, para la cadena Univision, el “primer Foro Presidencial del Partido Republicano en espa帽ol”, mencionando las reglas: en el foro no se hablar谩 espa帽ol.
Una de las moderadoras del no debate es la simp谩tica Mar铆a Elena Salinas.
Salinas: “Hace exactamente una semana Venezuela rechaz贸 cambios a la constituci贸n pero el Presidente Hugo Ch谩vez…”
Los aplausos interrumpen a Mar铆a Elena, quien hace alg煤n esfuerzo por impedir una sonrisa.
Salinas: “Muchos creen que el presidente Ch谩vez es una amenaza para la democracia en la regi贸n. Si usted fuera presidente ¿c贸mo lidiar铆a con Ch谩vez?”
Paul: “Bueno, 茅l no es la persona m谩s f谩cil con quien lidiar, pero tenemos que lidiar con todas las personas en el mundo de la misma manera, con amistad, oportunidad de dialogar y comerciar con…”
Los abucheos lo interrumpen. Ron Paul, con su mirada cansada pero con el rostro ya curtido por largos a帽os de disidente, insiste, imperturbable, tal vez resignado.
Paul: “…hablamos con Stalin, hablamos con Krushev. Hablamos con Mao y hemos hablado con el mundo entero y de hecho estamos en un momento en que debemos hablar con Cuba.”
Ahora los abucheos crecen como un hurac谩n sobre Miami.
Paul: “…y viajar a Cuba y tener comercio con Cuba. Pero d茅jenme decirles por qu茅 tenemos problemas con ellos: porque hemos estado metidos en sus asuntos internos hace tanto tiempo… Nosotros creamos a los Ch谩vez, a los Castros de este mundo, interfiriendo y creando caos en sus pa铆ses y ellos respondieron con sus l铆deres leg铆timos”.
Los abucheos alcanzan su cl铆max. Miami se lo quiere comer crudo, sin ron. Las reglas civilizadas del Foro obligan a seguir indiferentes al pr贸ximo candidato, que ha escuchado muy bien la voz del pueblo.
Huckabee (futuro embajador de Trump en Israel): “Aunque a Ch谩vez lo eligieron, no lo eligieron para ser un dictador... Mi mam谩 dec铆a: “si uno le da suficiente soga a alguien, se van a colgar” y yo pienso…”
Giuliani: “Yo estoy de acuerdo con la manera en que el rey Juan Carlos le habl贸 a Ch谩vez. (Aplausos) Mejor que lo que quiere hacer el congresista Paul… Hay esperanza de que la gente entienda la necesidad de mercados abiertos, de la libertad… Yo creo que al presidente Calder贸n, lo eligieron, pero yo creo que Ch谩vez tuvo algo que ver con eso…”
Sin contar con la participaci贸n de Corina Machado en el golpe del 2002 (se podr铆a decir que eso ocurri贸 hace dos d茅cadas y todos pueden corregir en la marcha) sus 煤ltimas peticiones p煤blicas, en 2025, a una invasi贸n militar de Estados Unidos a Venezuela, la inhabilitaban para cualquier Nobel de la Paz.
La tan deseada invasi贸n de Venezuela, vieja brutalidad imperialista apoyada por el cl谩sico cipayismo del colonizado con privilegios, dejar铆a miles de muertos, sino una guerra civil o una nueva Palestina a la cual desangrar con sucesivos bombardeos y estrat茅gicos “acuerdos de paz”.
Hasta Henrique Capriles se opuso a esa petici贸n. Al mismo tiempo que Corina Machado golpeaba las puertas del Pent谩gono, a finales de agosto Capriles reconoc铆a algo de mero sentido com煤n: “la mayor parte de las personas que quieren una invasi贸n de Estados Unidos no viven en Venezuela”. No as铆 Juan Guaid贸; todos saben, es un mercenario barato y ni los venezolanos de Florida lo quieren.
Si quer铆an premiar a alguien de la oposici贸n en Venezuela, es bastante obvio que hab铆a muchos otros venezolanos de a pie que est谩n all谩 luchando, leg铆timamente, por sus convicciones y sin dinero extranjero o de grandes capitales. Si quer铆an intervenir en la pol铆tica venezolana de una forma menos obscena, podr铆an haber considero que el dinero del N贸bel los hubiese financiado por un tiempo. Pero no, ten铆a que ser Corina Machado.
Parece bastante obvio que el petr贸leo, la “malbendici贸n” de Venezuela, es el factor central en todo esto. Justo cuando Trump asesina a desconocidos venezolanos en el Caribe, buscando distraer al pueblo estadounidense y una excusa para invadir Venezuela, premian a una figura conocida que llama a una invasi贸n. No la premian con el Nobel de Business sino con el “Nobel de la Paz”. Esas ejecuciones sumarias a piacere, sin juicio debido, fueron aplaudidas por Corina Machado. En Fox News, las calific贸 de “valent铆a y claridad ante una empresa criminal que trae miseria a nuestro pueblo y desestabiliza la regi贸n para da帽ar a los Estados Unidos”.
Claro, qu茅 se puede esperar de un galard贸n, m谩s famoso que prestigioso, que distingui贸 a genocidas hist贸ricos como Henry Kissinger y a 谩ngeles como Obama quien, mientras sonre铆a, bombardeaba todo lo que se mov铆a en el Medio Oriente, r茅cord que incluye desde ni帽os masacrados por drones hasta la destrucci贸n de Libia, un pa铆s con un desarrollo remarcable y con un independentismo peligroso. Siempre en nombre de la democracia y la libertad que, en Estados Unidos hoy, ya ni siquiera se respeta en los discursos.
Es todo muy surrealista, pero l贸gico en el fondo.