
Lo que siguen son algunas hip贸tesis provisionales encaminadas a se帽alar algunas claves que explican la inesperada y contundente derrota sufrida por el kirchnerismo y sus fuerzas aliadas en las elecciones legislativas del pasado domingo. Insisto en esto de “algunas” porque lo ocurrido no es obra de una causa 煤nica sino de un conglomerado de factores que inadvertidamente se combinaron para producir un resultado que ni siquiera las m谩s optimistas figuras de La Libertad Avanza esperaban.
Primero, el gobierno logr贸 unificar sus fuerzas y por eso La Libertad Avanza fue el 煤nico partido pol铆tico que se present贸 en los 24 distritos del pa铆s. Fuerza Patria, en cambio, lo hizo en 14, mientras que los partidos afines que integran la coalici贸n lo hicieron en otros diez. Era una ventaja demasiado grande que se le otorgaba al gobierno, y se pag贸 por ello un precio car铆simo. Enfrente suyo el mile铆smo ten铆a un enjambre de diferentes sellos partidarios, desorganizados y carentes de un diagn贸stico y de una estrategia compartida para luchar contra la La Libertad Avanza.
Segundo, durante la campa帽a de Fuerza Patria y sus partidos aliados no ofrecieron al electorado propuestas concretas de c贸mo salir del desastre econ贸mico y social producido por el mile铆smo. No hab铆a consignas claras y distintas: no bastaba con denunciar los horrores que produc铆a el gobierno, era necesario dar a conocer las propuestas que el peronismo y sus aliados ten铆an para salir de la crisis.
En lugar de ello se asisti贸 a una interminable disputa por candidaturas y liderazgos, alimentando el desinter茅s o la apat铆a de la propia base social. En s铆ntesis: ni propuestas ni un liderazgo claro que ordenara la propia tropa, algo que Cristina Fern谩ndez, injustamente proscripta y sentenciada, no ten铆a condiciones de hacer. Bajo estas condiciones el resultado no pod铆a ser diferente.
Tercero, la sociedad ha cambiado y mucho. El “sentido com煤n” hoy prevaleciente poco tiene que ver con el que exist铆a a comienzos de siglo y que se manifestara tan enf谩ticamente en las grandes jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001.
Prevalece en cambio un radical individualismo alentado por la uberizaci贸n del capitalismo de plataformas, cuyo reflejo en el plano de las ideas y las actitudes es un radical rechazo a -o una marcada indiferencia ante- cualquier estrategia de acci贸n colectiva y, por ende, a sindicatos, partidos y asociaciones de base territorial.
Este universo simb贸lico ha penetrado particularmente en las clases y capas populares y va acompa帽ado por un paralelo desd茅n por la pol铆tica y actitudes que, al contrario, exaltan a la “antipol铆tica”.
Temas que otrora hubieran sido descalificatorios como la estafa de la criptomoneda $Libra, la coima del 3 por ciento, el v铆nculo con el narco, la descarada compraventa de candidaturas as铆 como la promiscua relaci贸n de Milei y sus colaboradores con el gran empresariado nacional e internacional, no conmueven la fibra moral de los desencantados electores.
En s铆ntesis, una sociedad que vot贸 en un contexto signado por el temor y la bronca, y por esta vez el primero demostr贸 tener mayor capacidad de formatear la conducta del electorado que la segunda.
Cuarto, la abierta intromisi贸n del gobierno de Estados Unidos en la campa帽a electoral, y en la persona de su presidente, Donald Trump, atrajo a muchos votantes decepcionados con el mile铆smo pero temerosos de lo que pudiera ocurrir “el d铆a despu茅s” de la elecci贸n si aqu茅l llegase a ser derrotado por el kirchnerismo y sus aliados.
En 1945 el por entonces embajador de Estados Unidos en la Argentina, Spruille Braden, organiz贸 a la Uni贸n Democr谩tica que se constituy贸 para frenar el irresistible ascenso de Juan Domingo Per贸n a la presidencia. Braden estuvo apenas cuatro meses en la Argentina y regres贸 a Washington un mes antes del 17 de octubre de 1945 para asumir como secretario de Estado adjunto para Asuntos de las Rep煤blicas Americanas de la Administraci贸n Truman.
Pero Braden no lleg贸 tan lejos en su encono antiperonista como Trump o Scott Bessent, su secretario del Tesoro, que en un gesto sin precedentes pusieron a disposici贸n de Milei, su lamebotas preferido, un rescate de 20.000 millones de d贸lares y la promesa de otros veinte en caso de que sea necesario para evitar la ca铆da de la econom铆a argentina al abismo y la derrota de su proc贸nsul en la Argentina. Dif铆cil subestimar el impacto de esta intervenci贸n del imperio en el proceso electoral.
Quinto, los temores que muchos dirigentes del Frente Patria hab铆an expresado, y muy especialmente Cristina Fern谩ndez, sobre los efectos del desdoblamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires demostraron ser acertados.
En efecto, entre la elecci贸n provincial del 7 de septiembre y la nacional del 26 de octubre La Libertad Avanza acrecent贸 su caudal electoral en 880.000 votos logrando derrotar, por una peque帽铆sima diferencia de votos, a Fuerza Patria. Es evidente que los intendentes y, adem谩s, los propios cuadros vinculados a Fuerza Patria, no tuvieron la misma enjundia militante en ambos procesos electorales.
Este resultado aviva la pol茅mica en torno al futuro pol铆tico del gobernador Axel Kicillof y su posible candidatura presidencial. Algo similar ocurri贸 con otro pol铆tico anotado en la carrera hacia la Casa Rosada, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, cuya fuerza pol铆tica prevaleci贸 por apenas unos seiscientos votos sobre el candidato de La Libertad Avanza.
Todo lo cual replantea la urgencia de reorganizar las fuerzas del campo popular que tendr谩 que elaborar una propuesta para la reconstrucci贸n de esta Argentina que Milei y sus mandantes quieren convertir en una colonia y, adem谩s, resolver el crucial tema de la organizaci贸n y la conducci贸n pol铆tica de este bloque.
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