
foto: María Corina y Netanyahu, dos aliados para el horror y la muerte.
Mientras esperan que Trump y Netanyahu ganen el Premio Nobel por la Paz, los «demócratas sinceros» occidentales —aquellos que envían armas al régimen sionista y encubren a los peores asesinos del mundo, siempre en nombre de los «derechos humanos»— celebrarán ahora el Premio Nobel por la Paz para la golpista María Corina Machado, considerada la antítesis del «dictador» Maduro. Seguramente, para otorgárselo tras otros premios de gran visibilidad y lucrativos, habrán tenido en cuenta su pedigrí como «demócrata y pacifista», evidente en su plataforma para un posible futuro gobierno, contra el cual las clases trabajadoras venezolanas llevan años agitando cuernos, ajos, chiles y todos los santos que se les ocurran: neoliberalismo desenfrenado, privatización y la entrega de recursos a Trump, a quien llama repetidamente a atacar al país. Y sin considerar que las bombas de Trump no son lo suficientemente quirúrgicas como para eliminar solo al segmento chavista de las familias venezolanas…Por otro lado, la misma señora le pidió a su campinche Netanyahu que hiciera con Venezuela lo que él hizo con Gaza. Y se jacta de asociarse con el loco de la motosierra, ese Milei, quien a su vez ensalza el genocidio sionista, mientras él abate con el hacha los derechos del pueblo argentino.Los jurados seguramente habrán evaluado su concepto de democracia: esa nueva Internacional fascista, fundada por Machado con la Carta de Madrid, junto con Vox, Le Pen, Bolsonaro, Meloni y sus ultraderechistas.
La «paz» seguramente estará en buenas manos: las manos de los sepulteros para las clases trabajadoras.
Geraldina Colotti, Resumen Latinoamericano, 10 de octubre de 2025.