
Idlib, 18 nov (SANA) En un gesto artístico y humanitario excepcional, varios artistas mexicanos viajaron a Siria para participar en la creación de un mural en la ciudad de Idlib. Con esta obra celebran la liberación del país y expresan una solidaridad que supera las fronteras.
Símbolos de la cultura siria y mexicana
Los artistas llegaron desde un continente lejano con sus colores, experiencias y sueños, y dejaron su huella en los muros de una ciudad marcada por la guerra pero fiel a su espíritu. El mural reúne símbolos sirios y mexicanos en una fusión visual única que refleja la unidad entre los pueblos ante el sufrimiento y demuestra el poder del arte para sanar heridas.
El artista mexicano Pablo Allison declaró a SANA:
“Soy fotógrafo y artista. Suelo trabajar en proyectos que considero importantes para la gente, por lo que las cuestiones sociales son el eje central de mi obra. Estuve aquí dos o tres días y tuve una experiencia increíble e interesante. No encontré nada negativo; todo fue maravilloso. El país atraviesa una fase de transición; las cosas cambian y la gente está a punto de volverse más abierta”.

Allison expresó su alegría al ver cómo el país intenta recuperar la belleza tras años de sufrimiento. Manifestó su esperanza de que este nuevo impulso represente el futuro de Siria y de que el mundo pueda comprenderlo al visitar el país y conocer a su gente, a la que describió como maravillosa.
Mural en Conmemoración de la Liberación
El evento fue organizado por un grupo de artistas de Idlib y contó con la participación del creador sirio Salam Al-Hamid, quien afirmó:
“Los pintores mexicanos eran nuestros amigos incluso antes de la liberación de Siria. Hoy vinieron a unirse a nosotros para pintar un mural que expresa nuestra alegría por la liberación de nuestro país en su aniversario. Se trata de arte urbano, lo que se conoce como arte callejero o grafiti”.

La visita se convirtió en una iniciativa artística excepcional. Los artistas mexicanos llegaron con sus pinceles y su mensaje y crearon un mural vibrante que simboliza la liberación de Siria. Además, la actividad abrió una ventana al diálogo cultural entre dos pueblos separados por grandes distancias pero unidos por la creatividad. El resultado demuestra que el arte no es solo decoración; es una voz universal a favor de la paz y la solidaridad.

