COMUNICADO de Amigas de la Tierra
Finaliza la COP30 en Belém, Brasil, con un acuerdo que desoye las voces de la sociedad civil por la justicia climática.
Amigas de la Tierra critica que el acuerdo ha dado la espalda a las comunidades más afectadas, que ha sucumbido al lobby fósil y que plantea una financiación insuficiente para los países del Sur Global.
Una COP donde se esperaba una mayor permeabilidad de voces disidentes, así como una mayor participación de la sociedad civil y comunidades afectadas, ha resultado ser una de las cumbres climáticas más opacas. A lo largo de la segunda semana de negociaciones, para la que se han dejado las decisiones más conflictivas, apenas se han publicado borradores de texto previos.
A pesar del apoyo de gran parte de los países a hacer una mención explícita al fin de los combustibles fósiles como principales responsables de la emergencia climática, los petroestados a la cabeza del lobby fósil han conseguido eliminar toda mención. Esta COP no solo ha dado la espalda a las comunidades más perjudicadas en términos de financiación y acompañamiento, sino también a la ciencia al eliminar esta mención y sigue contemplando el “cero neto” como objetivo, a través del cual se refugian todo tipo de falsas soluciones, como los mercados de carbono y las compensaciones, para poder seguir emitiendo y quemando combustibles en vez de reducir emisiones.
Una vez más, las falsas soluciones han seguido presentes tanto en el transcurso de las negociaciones como con el Fondo para la Conservación de los Bosques Tropicales, así como en el texto final, una vez más bajo el refugio del “cero neto”. Y otro año más, los países del Norte global eluden su responsabilidad histórica así como su deuda ecológica con el Sur.
Mecanismos de Transición Justa
Una de las noticias esperanzadoras de esta COP ha sido el establecimiento del Mecanismo de Transición Justa dentro del Programa de trabajo sobre Transición Justa. El objetivo de este será “mejorar la cooperación internacional, la asistencia técnica, el fomento de la capacidad y el intercambio de conocimientos, y permitir transiciones justas, equitativas e inclusivas,” es deber de las Partes aportar al buen funcionamiento de este y aprobación final.
Cristina Alonso Saavedra señala que “esta victoria a medias llega gracias a la presión de la sociedad civil a través de un movimiento global por una transición justa, que no sólo ha puesto el tema sobre la mesa, sino que ha sido fundamental para asegurar que permaneciera en los textos definitivos. Esto demuestra el papel trascendental que desempeñan los movimientos sociales en estas cumbres para lograr avances en materia de justicia climática. Sin embargo, seguimos insistiendo en que no hay transición justa sin el reconocimiento de la deuda ecológica que tienen los países del Norte Global. Cualquier debate sobre la transición debe enmarcarse en el contexto de la justicia y la reparación para los territorios y pueblos afectados por el extractivismo” añade la responsable de Justicia climática y energía de Amigas de la Tierra.
La Mitigación desaparece del texto
Finalmente el lobby fósil ha ganado y la tan controvertida mención a los combustibles fósiles ha desaparecido de forma definitiva en el texto final. Tal y como señala la organización ecologista, el objetivo de la cumbre era implementar una hoja de ruta para establecer el fin de los combustibles fósiles con plazos detallados y vinculantes, pero en su lugar se proponen mecanismos voluntarios como el “global implementation accelerator” y una nueva iniciativa para limitar el calentamiento global de cara a la cumbre del año que viene en Turquía.
Si bien el acuerdo final enfatiza la necesidad de que los países asuman unos objetivos climáticos acordes a su responsabilidad histórica y en consonancia con la limitación del 1,5ºC a final de siglo, no se ha alcanzado un acuerdo claro sobre cómo elevar la ambición e implementación de los planes nacionales de reducción de emisiones. A falta de ello, el texto añade una mención explícita al artículo 6, mercados de carbono, para alcanzar los objetivos climáticos estatales.
“Desde Amigas de la Tierra seguimos insistiendo en que los mercados de carbono son falsas soluciones tras las cuales se escudan países e industria contaminante para poder seguir quemando combustibles fósiles, además de una amenaza a la vida. Los países deben establecer sus objetivos climáticos acordes a su responsabilidad histórica y capacidades diferenciadas, basados en una reducción real de emisiones, y esto solo es posible con el abandono de los combustibles fósiles”, señala la portavoz.
Financiación sin cumplir con la justicia climática
La presión de los movimientos sociales y las organizaciones para alcanzar objetivos ambiciosos de cara a la financiación climática ha sido clave para su inclusión y debate a lo largo de todas las COPS. Sin ella, los países del Sur Global no pueden ni podrán hacer frente a los impactos de la crisis climática, ni llevar a cabo una transición justa. Aunque triplicar la financiación para la adaptación es una señal para subrayar lo crucial del asunto, esto es solo la punta del iceberg. Es necesario que los países ricos no bloqueen los planes para gravar a las grandes empresas y a las élites adineradas, así como dejar de presionar para ampliar la financiación privada que solo genera deudas a los países del Sur.
“Es inadmisible la falta de responsabilidad por parte del Norte Global que no atiende a su deber moral y que sigue sin establecer compromisos acordes a su responsabilidad e insistiendo en una movilización del sector privado, aún cuando está comprobado que este tipo de financiación sólo ha dado lugar a mayor endeudamiento de los países del Sur”. “Son las mismas dinámicas estructurales que siguen los países occidentales a la hora de financiar la guerra y el genocidio y se ignoran los derechos humanos, en vez de trabajar por la paz y la urgente necesidad de invertir en justicia climática”, concluye la portavoz de Amigas de la Tierra.

