OPINI脫N de Eduardo Madro帽al Pedraza
“Eres los Estados Unidos, eres el futuro invasor de la Am茅rica ingenua que tiene sangre ind铆gena, que a煤n reza a Jesucristo y a煤n habla en espa帽ol. (…) Tened cuidado. ¡Vive la Am茅rica espa帽ola! Hay mil cachorros sueltos del Le贸n Espa帽ol.” Rub茅n Dar铆o.
Aunque la desalmada agresividad de la actual presidencia de Estados Unidos (EEUU), la 煤nica superpotencia realmente existente, oculta su profundo deslizamiento hacia su ocaso, los pueblos del mundo no debemos perder la perspectiva. Sus agresiones por todo el planeta, incluyendo a su propio pueblo, son paletadas que ahondan su propia tumba.
EEUU ha asesinado a unas 80 personas en 20 ataques a supuestas narcolanchas en el Caribe y el Pac铆fico desde el 2 de septiembre. Ha concentrado 15.000 soldados, un portaaviones (100.000 toneladas de guerra), fragatas y destructores, porque Trump ha decidido que Maduro “tiene los d铆as contados”. Su sangriento objetivo es desestabilizar y derribar gobiernos iberoamericanos que no aceptan su dominio.
Apostemos por la unidad iberoamericana
Identificar la defensa del mundo hispano como algo “propio de la derecha” -predominante en la izquierda- no puede ser m谩s err贸neo y alejado de la realidad. La unidad actual del mundo hispano no la ha impuesto ning煤n centro de poder, la han forjado los pa铆ses y pueblos en su lucha com煤n contra el dominio estadounidense. Y lo mejor del mundo hispano -de su cultura, de sus tradiciones populares, culturales, de lucha y de sus valores- se corresponde con lo m谩s avanzado y progresista de la humanidad.
Por eso, la identidad y la unidad de los pueblos hisp谩nicos se hallan reconocidas por las grandes potencias imperialistas como una fuerza a la que es necesario controlar y anular. Porque el poder del mundo hispano no lo han construido las rancias clases dominantes a ambos lados del Atl谩ntico sino los pueblos.
Un emergente polo hispano mundial
¿Por qu茅 no dedicar toda esa valiosa riqueza al servicio de la transformaci贸n social? Y Espa帽a -como una m谩s, de igual a igual con el resto del mundo hispano- tendr铆a otro presente y otro futuro. Es cuesti贸n de voluntad pol铆tica. Es una tarea primordial para todos nosotros y para cualquier verdadero revolucionario del mundo.
La enjundia del proyecto -el mundo hispano como un polo emergente en el planeta, impulsado por sus pueblos y fuerzas progresistas, en el turbulento periodo hist贸rico que vivimos con un agresivo imperio en su ocaso y la aparici贸n de potencias emergentes- necesita la construcci贸n de la m谩s s贸lida unidad para desarrollar su fuerza revolucionaria.
Porque somos mestizos pueblos poderosos
¿Por qu茅 ignorar hoy en d铆a el poder del mundo hispano en su rabiosa actualidad y fortaleza? Somos una potencia demogr谩fica y econ贸mica. Somos la cuarta potencia mundial, por detr谩s de EEUU, China y la Uni贸n Europea, y por delante de Jap贸n y Alemania.
El mundo hispano en su conjunto -incluyendo m谩s all谩 de la lengua por derecho propio un gigante como Brasil- inesperadamente posee los mimbres, las bases materiales fundamentales, para ser uno de los grandes actores globales. Su territorio -que se extiende a ambos lados del Atl谩ntico, y abarca todo el continente americano, excepto EEUU y Canad谩- es ya una condici贸n importante para tener un papel global.
Tenemos una lengua global que no es solo un veh铆culo de comunicaci贸n, es tambi茅n influencia y poder, el llamado “poder blando”. Solo un peque帽o pu帽ado de lenguas pueden considerarse (por n煤mero de hablantes, extensi贸n territorial y presencia en los grandes medios) como “lenguas globales”. El espa帽ol es sin duda una de ellas.
Y el poder de atracci贸n de la cultura hispana. En uno de los 煤ltimos congresos de hispanistas, se destacaba que “la tradici贸n espa帽ola constituye uno de los puntos culminantes de la historia cultural de la humanidad, que sirve hasta hoy de modelo y de ejemplo de coexistencia de grupos humanos con culturas y religiones distintas”.
M谩s Iberoam茅rica, menos Europa
La Europa francoalemana nos meti贸 en la Uni贸n Europea destruyendo nuestra industria y nuestra agricultura con el objetivo de dominarnos y convertirnos en la “Florida europea”. Pero esa misma Europa -sus clases dominantes- es ahora un polo descendente, y est谩 pillada entre su sumisi贸n al imperio estadounidense en su ocaso y el pujante crecimiento de nuevos polos emergentes -unos, como China, en una pac铆fica competencia econ贸mica y beneficio mutuo, otro, como Rusia, con invasi贸n militar y chantaje energ茅tico-, pero Espa帽a y Portugal tenemos la inmensa puerta abierta iberoamericana.
As铆 como en EEUU se extermin贸 a los pueblos ind铆genas, lo que se planific贸 conscientemente y se ejecut贸 de forma fr铆a, porque para desarrollar el capitalismo en Am茅rica del Norte hab铆a que liquidar f铆sicamente a los indios. As铆 naci贸 EEUU, exterminando ind铆genas y robando a M茅xico m谩s de la mitad de su territorio.
Sin embargo, Espa帽a y Portugal unidos a Iberoam茅rica podemos emproar el mundo hispano -emproar es un verbo en catal谩n, gallego y portugu茅s que en castellano es aproar, poner proa- y convertirlo en un polo emergente en la complicada transici贸n mundial. Porque somos mestizos, y este hist贸rico hecho ib茅rico define al creciente mundo hispano frente al menguante mundo anglosaj贸n.
Eduardo Madro帽al Pedraza

