OPINIÓN de Samuel Schmidt
Se le atribuye a Nietzche la frase: El camino del infierno está pavimentado de buenas intenciones, y posiblemente, hoy la frase le ajusta al gobierno de México.
Eso de primero los pobres, es una bella intención de primera categoría, los condenados de la tierra según Fanon, fueron condenados al oprobio, la pobreza, la indigencia, la desesperación, la resignación y la carencia de oportunidades. Y hoy hay que hacerles justicia.
De aquí se desprende un debate muy complicado. Desde el dicho simplista, no les des un pescado, enséñales a pescar, que no toma en cuenta que la pesca es incierta, puede ser magra e inefectiva, aunque sería correcta en el sentido de darles instrumentos para luchar por la vida y no limosnas disfrazadas de programa de gobierno. ¿Pero si los instrumentos carecen de estructura de apoyo?
Está el programa anti pobreza, con pocos resultados, con tentaciones de corrupción como la estafa maestra, que se concentra en entregar dinero, lo que según cierta estadística, muestra los números que salieron de cierta pobreza, pero no hay garantía de que dejen de ser pobres o de que no regresen a la categoría donde estaban, después de haber acariciado lo que se siente al subir un escaloncito, o sea, tener dinero para comprar lo esencial de lo que se carece. Esta intención paso a ser un juego estadístico.
Llegan gobiernos cuyas buenas intenciones los lleva a ampliar los regalos y hay para todos: Para campesinos, para hijas de pobres, para pobres crónicos, para académicos, para artistas, y para viejos aunque su riqueza no requiere de regalos, pero a quién que le den pan que llore.
Y resulta que la realidad atrapa al gobierno. No generaron programas para propiciar desarrollo, sino aspirinas para bajar un poco la fiebre y cuando la economía se contrae, tienen que confrontar el hecho de que no hay más aspirinas y se suben al pavimento que lleva al infierno. Imprimir más papel moneda con lo que se inhibe el programa de regalos porque se acelera la inflación. Pedir dinero prestado, que en algún momento habrá que pagar y la frase de Keynes, de que a futuro todos estaremos muertos, solo sirve para los que se endeudaron, mientras que los vivos encuentran que su futuro está empeñado para tratar de frenar la llegada al infierno y tendrán que seguir la corriente o inventar algo nuevo. Aplazar la llegada al infierno también es opción. Por cierto, es la historia de la deuda mexicana, que se contrata para pagar la deuda anterior.
Desde hace décadas que la economía crece de forma magra, que los empleos creados no responden a lo que requiere el crecimiento demográfico, y cuando crece lo hace en el sector informal de la economía, que muchas veces se basa en el contrabando, no paga impuestos, aunque paga la extorsión de los criminales con o sin uniforme.
Lo que más crece en México se basa en el crimen o los delitos, la salud fiscal de 2026 busca cobrar lo que los empresarios escondieron, que es un delito, el de los empresarios, aunque se escondía con sobornos al gobierno que es otro delito. ¿Tendremos que hablar de economía delincuencial o gobierno delincuencial?
En el tercer cuarto de 2025 la economía creció 0.3%, lejos del mejor 2% que habíamos alcanzado cuando no crecíamos. Los economistas se devanan los sesos para ver si es recesión, crecimiento magro, o un paso adelante hacia el infierno.
El infierno de Nietzsche es una metáfora que anuncia castigos para los que han hecho el mal. Dante dibujó un camino que es para dar miedo, aunque haya chistes que tratan de suavizarlo. Los nueve círculos incluyen castigos horrendos, el noveno y último está rodeado por gigantes bíblicos. En este, Lucifer acompaña a los traidores y en el centro está Satanás, condenado por traicionar a Dios. ¿A quién traicionaron nuestros malos que están condenados a llegar ahí?
No sé si estoy influido por que acaba de pasar el día de muertos, o el Halloween que es una celebración misógina disfrazada de ir a pedir dulces. Recién le explico a mi nieta de 6 años que la fórmula de la solicitud es una amenaza, para el que no da dulces; habrá un aquelarre, se juntarán los brujos (corrijo la narrativa) y Trump celebra a lo grande mientras permite el recorte de ayuda de comida para 40 millones de personas.
Los pronósticos optimistas para el 2026 son bastante pesimistas, hay voces de alerta sobre problemas económicos en el mundo, y las buenas intenciones para los jodidos de la tierra, posiblemente vuelvan a quedar como promesas incumplidas.
¿Habremos llegado entonces al infierno? ¿A cuál círculo?
