OPINI脫N
Carlos Luna Arvelo
No importa que el 70% de los estadounidenses encuestados se opongan a acciones militares de Estados Unidos contra Venezuela, la pol铆tica de agresi贸n del gobierno de Donald Trump sigue su curso.
Aunque la semana pasada Trump declar贸 estar dispuesto a hablar con Maduro, en lo que pod铆a interpretarse como retomar la v铆a del di谩logo y la negociaci贸n, al principio de esta semana su gobierno ha declarado a Nicol谩s Maduro y a integrantes de su gobierno como “miembros de una organizaci贸n terrorista extranjera”. Todo encuadrado en el falso “relato” del c谩rtel de los soles y la pol铆tica de agresi贸n avanza.
El fin de semana varias aerol铆neas internacionales cancelaron sus vuelos desde Venezuela una vez que la Administraci贸n Federal de Aviaci贸n de los Estados Unidos advirtiera a las aerol铆neas sobre una “situaci贸n potencialmente peligrosa al sobrevolar el espacio a茅reo venezolano”. Mientras en d铆as pasados se avistaron aviones militares estadounidenses sobrevolando las aguas del Caribe, a pocos kil贸metros de las costas venezolanas, la agresi贸n continuada contra Venezuela por parte de los EE UU y su gobierno se mantiene y no son pocos los que afirman que solo las contradicciones internas en ese pa铆s, han retardado la intervenci贸n militar definitiva contra Venezuela.
Aunque despu茅s de semanas de agresi贸n continuada Venezuela se mantiene en paz, y la totalidad de los venezolanos contin煤an sus vidas, en el medio de una dura crisis econ贸mica, quienes sue帽an con una invasi贸n al pa铆s (minor铆a de venezolanos residenciados fuera de Venezuela) no pierden las esperanzas de que Trump y sus halcones impongan el “cambio de r茅gimen” por la fuerza a costa de lo que sea, en el extremismo opositor ya se oyen voces que hasta justifican abiertamente la guerra civil para garantizar el fin de Maduro y de su gobierno.
Ya ha trascurrido una d茅cada desde que otro presidente estadounidense, desde la Casa Blanca, declarara a Venezuela “una amenaza inusual y extraordinaria para los Estados Unidos” en marzo del 2014. Fue Barack Obama, quien a pesar de haber recibido el Premio Nobel de la Paz en 2009, ha pasado a la historia como el presidente que ha mantenido en guerra m谩s tiempo a su pa铆s, superando a Franklin D Rooselvet a Lyndon B. Johnson e incluso al propio Abraham Lincoln, el presidente de la guerra civil. Al d铆a de hoy es claro para todos que fue una patra帽a contra el pa铆s, pero lo que si ha sido real y verdadero son las sanciones econ贸micas que, a partir del Decreto de Obama se aplicaron contra el pa铆s y que al d铆a de hoy totalizan m谩s de 900 sanciones.
Hoy cuando el imperio estadounidense, en etapa decadente, se apresta para la confrontaci贸n con China, el territorio latinoamericano que han considerado desde la doctrina Monroe su patio trasero, y Venezuela con las mayores reservas petroleras del planeta (y la existencia de abundantes riquezas minerales en su subsuelo) se constituye en un basti贸n que EE UU debe controlar plenamente dado el valor estrat茅gico de sus recursos.
As铆 que la agresi贸n contra Venezuela se mantendr谩 con tendencia a agudizarse. M谩s all谩 de Donald Trump, de Marco Rubio y de quienes ocupen la Casa Blanca. Venezuela nunca ha supuesto ninguna amenaza ni para los Estados Unidos ni para ning煤n otro pa铆s. Pero como bien lo dec铆a Galeano estamos viviendo un mundo al rev茅s.
Carlos Luna Arvelo
