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LA COLUMNA de Amy Goodman 

El socialista dem贸crata Zohran Mamdani hizo historia esta semana al ganar la contienda para ser el pr贸ximo alcalde de la ciudad de Nueva York. Mamdani es la primera persona musulmana y la primera persona de ascendencia sudasi谩tica en ser elegida para dirigir la ciudad m谩s grande de Estados Unidos. Asimismo, con sus 34 a帽os, es la persona m谩s joven en ser elegida para ese cargo en m谩s de un siglo. El mete贸rico ascenso de Mamdani, de legislador estatal poco conocido a protagonista el martes de una victoria sorprendente, ha conmocionado al Partido Dem贸crata. Con un equipo de campa帽a que cont贸 con m谩s de 100.000 voluntarios, una estrategia eficaz en redes sociales y una plataforma centrada en m煤ltiples propuestas para hacer de Nueva York una ciudad m谩s asequible, Zohran Mamdani construy贸 su camino hacia la victoria y venci贸 al desacreditado exgobernador del estado de Nueva York Andrew Cuomo.

El martes a la noche, durante la fiesta de celebraci贸n de su victoria en el teatro Brooklyn Paramount, Mamdani fue recibido en el escenario por una multitud de simpatizantes euf贸ricos.

El alcalde electo inici贸 su emotivo discurso citando a uno de los socialistas m谩s c茅lebres en la historia de Estados Unidos: “Puede que el sol se haya puesto sobre nuestra ciudad esta noche, pero, como dijo una vez Eugene Debs, 'vislumbro el amanecer de un d铆a mejor para la humanidad'”.

Eugene V. Debs naci贸 de padres inmigrantes el 5 de noviembre de 1855. Comenz贸 a trabajar a los 14 a帽os en los talleres ferroviarios y m谩s tarde se convirti贸 en fogonero de ferrocarril, cuya tarea consist铆a en alimentar con carb贸n las locomotoras a vapor. El joven se afili贸 al sindicato de fogoneros ferroviarios y fue ascendiendo dentro de sus filas. M谩s adelante, form贸 el Sindicato Estadounidense de Ferrocarriles (ARU, por sus siglas en ingl茅s), con el objetivo de organizar a todos los trabajadores del sector ferroviario, e incluir tambi茅n en la organizaci贸n, como era su deseo, a mujeres y trabajadores afroestadounidenses.

El Sindicato Estadounidense de Ferrocarriles emprendi贸 una huelga contra la empresa Pullman Company, propiedad de George Pullman, quien construy贸 y oper贸 una vasta flota de coches cama de lujo y obtuvo enormes ganancias, al tiempo que somet铆a a sus trabajadores a condiciones casi de servidumbre en la ciudad donde la empresa ten铆a su sede, Pullman, en el estado de Illinois. La huelga se extendi贸 a todo el pa铆s y paraliz贸 a la industria ferroviaria. El presidente de ese entonces, William Howard Taft, orden贸 la intervenci贸n de las fuerzas armadas, una acci贸n que sofoc贸 violentamente la huelga y dej贸 un saldo de 30 trabajadores muertos. Como rostro p煤blico de la huelga, Eugene V. Debs fue llevado a juicio. Fue declarado culpable y sentenciado a seis meses de prisi贸n en una c谩rcel de condado. Durante su reclusi贸n, Debs se sumergi贸 en la lectura y la escritura, forjando ideas cada vez m谩s radicales hasta salir de prisi贸n convertido en un ferviente socialista.

En 1900, se present贸 como candidato a la presidencia por el Partido Socialista, la primera de sus cinco candidaturas presidenciales. En 1905, cofund贸 el sindicato Trabajadores Industriales del Mundo (IWW, por sus siglas en ingl茅s), cuya meta era unificar a los trabajadores de todas las industrias en “un solo gran sindicato”. En su campa帽a presidencial de 1912, Debs cobr贸 tanto impulso que candidatos del 'establishment', como Woodrow Wilson y Theodore Roosevelt, llegaron a temer que acabara conquistando la presidencia.

Cuando Estados Unidos ingres贸 en la Primera Guerra Mundial, una ola de fervor patri贸tico se extendi贸 por todo el pa铆s. En 1917, el Congreso aprob贸 la Ley de Espionaje y, al a帽o siguiente, la Ley de Sedici贸n, que convirti贸 en delito pronunciarse en contra de la guerra. A pesar de ello, en un multitudinario mitin al aire libre celebrado en la ciudad de Canton, en el estado de Ohio, Debs conden贸 abiertamente la guerra. Aunque no se conservan registros sonoros de la voz de Debs, en 2009, el actor Tim Robbins recit贸 ese discurso de 1918 en una recreaci贸n en vivo de los textos hist贸ricos citados en “Voces de la otra historia de Estados Unidos”, obra del editor Anthony Arnove y del fallecido historiador Howard Zinn. En su discurso, Debs acusaba a los magnates de Wall Street de promover la guerra:

“Cada uno de estos conspiradores aristocr谩ticos y aspirantes a asesinos afirma ser un archipatriota; cada uno de ellos insiste en que la guerra se libra para hacer del mundo un lugar seguro para la democracia. ¡Qu茅 farsa! ¡Qu茅 podredumbre! ¡Qu茅 falsa pretensi贸n! A lo largo de la historia, las guerras se han librado por la conquista y el saqueo”.

Debs fue arrestado, juzgado, declarado culpable y sentenciado a diez a帽os de prisi贸n. El discurso que Debs pronunci贸 ante el tribunal el 18 de septiembre de 1918 es considerado uno de los m谩s elocuentes del ingl茅s moderno. Ese fue el discurso que cit贸 Mamdani. Debs inici贸 su alocuci贸n con las que quiz谩s sean sus palabras m谩s c茅lebres (recreadas por el actor David Strathairn en otro de los encuentros de presentaci贸n en vivo de la obra “Voces de la otra historia de Estados Unidos”):

“Mientras haya una clase baja, yo formar茅 parte de ella; mientras haya un elemento criminal, yo ser茅 parte de 茅l; y mientras haya un alma en prisi贸n, yo no ser茅 libre”.

Debs cumpli贸 tres a帽os de su condena en una prisi贸n federal y dirigi贸 su 煤ltima campa帽a presidencial, en 1920, desde su celda.

El alcalde electo de la ciudad de Nueva York, Zohran Mamdani, elige cuidadosamente sus palabras. Al evocar a Eugene Debs, no solo expres贸 sus convicciones como dem贸crata socialista, sino que tambi茅n hizo un llamado a la acci贸n. Al igual que Debs, Mamdani entiende, y su campa帽a as铆 lo reflej贸, que la lucha por la justicia exige una gran organizaci贸n de masas.

El presidente Trump ha amenazado con suspender la financiaci贸n federal a la ciudad de Nueva York como castigo por elegir a Mamdani como alcalde. Al igual que hiciera en su tiempo el presidente Taft, el actual mandatario estadounidense ha desplegado las fuerzas armadas en varias ciudades de Estados Unidos y promete extender la medida a otras. En su discurso, Mamdani le respondi贸 a Trump con un desaf铆o:

“Para llegar a cualquiera de nosotros tendr谩 que pasar por encima de todos nosotros”. Y continu贸: “Nueva York seguir谩 siendo una ciudad de inmigrantes, una ciudad construida por inmigrantes, impulsada por inmigrantes y, a partir de esta noche, dirigida por un inmigrante”.






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