Los planes climáticos ignoran el hambre infantil mientras el cambio climático agudiza la crisis mundial del hambre
World Vision presenta un nuevo estudio con las siguientes conclusiones: El hambre infantil solo se menciona en el 18 % de los planes climáticos nacionales, y la malnutrición infantil, en solo el 11 %.
67 países (el 80 % de los evaluados) no tienen debidamente en cuenta el hambre y la malnutrición, tanto de la infancia como de adultos.
Los países con altas tasas de inseguridad alimentaria son más propensos a incluir estas cuestiones en sus planes climáticos.
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| Desplazamientos por sequía en Somalia. World Vision |
Madrid, 12 de noviembre de 2025: Mientras los líderes mundiales se reúnen para la COP30, un nuevo análisis de World Vision advierte que los gobiernos no están incluyendo el hambre y la malnutrición infantil en sus estrategias climáticas nacionales, lo que pone en riesgo a millones de niños y niñas en un mundo cada vez más cálido.
El informe, Hungry Futures Index, presentado hoy por World Vision, analiza 84 planes climáticos (Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional y Planes Nacionales de Adaptación) para evaluar en qué medida los gobiernos están abordando el hambre y la nutrición en el contexto de la crisis climática. Se ha constatado que cuatro quintas partes de los países están fallando. Menos del 20 % de los países mencionan el hambre infantil en sus planes, y aún menos mencionan la desnutrición infantil o el presupuesto para abordar sus efectos.
Aunque algunos países hacen referencia al hambre infantil en sus planes, son muchos menos los que proporcionan financiación para combatirlo. El sistema alimentario mundial sigue fallando a miles de millones de personas, lo que afecta de manera desproporcionada a los más vulnerables. Casi un tercio de la población mundial —2.600 millones de personas— sigue sin poder permitirse una dieta saludable, y se prevé que esta cifra aumente a medida que el planeta siga calentándose.
No se trata solo del hambre. A pesar de que el Acuerdo de París reconoce a los niños y niñas como «agentes del cambio», solo el 58 % de los planes climáticos (49 en total) hacen referencia a la participación de la infancia en la toma de decisiones sobre el clima. Solo dos países, Chad y Camboya, se han comprometido plenamente con la participación infantil.
«Cuando los niños y niñas son invisibles en los datos, los presupuestos y las estrategias, también lo son en las soluciones que dan forma a sus vidas. Las políticas que no hacen un seguimiento de cómo llegan los recursos a la infancia están fallando a la generación más afectada por la crisis climática», afirma Kate Shaw, asesora sénior de World Vision. «Estamos entrando en una era de futuras personas hambrientas. La infancia está en primera línea del cambio climático, pero sus necesidades y sus voces son casi invisibles en los planes climáticos mundiales. Si los gobiernos no actúan ahora, el hambre y la malnutrición aumentarán drásticamente, con consecuencias devastadoras para la próxima generación».
2024 fue el año más caluroso jamás registrado, con temperaturas globales que superaron en 1,5 °C los niveles preindustriales. Ya hay mil millones de niños y niñas que viven en zonas de riesgo extremadamente alto por amenazas relacionadas con el clima, como la contaminación atmosférica, la escasez de agua, el estrés térmico y las enfermedades. Sin medidas audaces, el hambre y la malnutrición podrían aumentar en un 20 % para 2050 debido al cambio climático.
World Vision insta a los gobiernos que asisten a la COP30 a dar prioridad al hambre y la nutrición infantil en la agenda climática mundial, incorporando compromisos concretos, presupuestados y medibles en sus planes climáticos actualizados.
«La COP30 en Brasil debe ser un punto de inflexión», afirma Kate Shaw. «Los niños y niñas no pueden ser una cuestión secundaria en la política climática, sino que deben ocupar un lugar central en ella».

