ESCRITOS CR脥TICOS
Estas elecciones tuvieron la mayor participaci贸n en una elecci贸n de alcald铆a desde 2001. Mamdani gan贸 a pesar de que las corporaciones inundaron las arcas de su rival dem贸crata, Andrew Cuomo, derrotado meses antes por el mismo Mamdani en las elecciones internas. El exgobernador fue apoyado por Trump y Elon Musk.
Musk se hab铆a burlado del socialismo del musulm谩n, quien hab铆a propuesto que los autobuses de la ciudad no cobrasen pasaje. Mamdani no s贸lo le record贸 que Cuomo le hab铆a regalado cientos de millones a Musk en recortes impositivos, m谩s de lo que costar铆a un transporte p煤blico gratuito para los trabajadores, ahogados por los bajos salarios y los alquileres de tres mil d贸lares.
M谩s que significativo, la importancia simb贸lica (psicol贸gica e ideol贸gica) del triunfo de Mamdani supera cualquier hecho concreto. Desde el marco de la pol铆tica de las identidades que, en Estados Unidos, domina el circo pol铆tico desde al menos fines de los a帽os 90s, muchos han se帽alado con aprecio y desprecio su condici贸n de joven de 34 a帽os, de inmigrante de Uganda, de musulm谩n y de hijo de un profesor y una productora de cine de India.
En la arena ideol贸gica, Mamdani se identific贸 sin disimulos con el socialismo y sin tartamudeos con los derechos humanos en Palestina y contra el genocidio en Gaza. A pesar de estar en campa帽a electoral, dijo que, si Netanyahu pisaba Nueva York y 茅l era el alcalde, ordenar铆a su detenci贸n. El poderoso lobby sionista abri贸 sus arcas, pero una gran proporci贸n de jud铆os de Nueva York (39 por ciento) que consideran que Israel ha cometido un genocidio en Gaza, apoyaron la candidatura de Mamdani.
El “peligro del mal ejemplo” (es decir, el ejemplo de cualquier opci贸n diferente al capitalismo ortodoxo) ha sido, por muchas generaciones, central en la obsesi贸n de los responsables de las pol铆ticas exteriores de Estados Unidos basadas en la demonizaci贸n y bloqueo de cualquier posible alternativa en el Sur Global, desde Lumumba en el Congo y Allende en Chile hasta Muamar el Gadafi en Libia.
Si algo no tiene Mamdani es timidez pol铆tica, verg眉enza ideol贸gica, cobard铆a moral. Se ha enfrentado al hombre m谩s temido por propios y ajenos, el presidente Trump, con un desparpajo que sentar谩 el ejemplo tan temido de c贸mo la izquierda debe enfrentar el avance cleptocr谩tico de los privatizadores neoliberales: sin hacer buena letra, sin pedir permiso, de frente y sin maquillaje.
“Si alguien puede mostrar a Donald Trump derrotado ―dijo Mamdani en la TV―, es la ciudad que lo vio nacer… As铆 que, Donald, ya que s茅 que est谩s viendo esto, te digo: sube el volumen y escucha”.
Mamdani rompi贸 el tablero. Bernie Sanders lo apoy贸 cuando ya no necesitaba apoyo moral. D铆as antes de las elecciones, Obama―quien por a帽os gambete贸 todos los ataques de Trump a fuerza de bromas y silencios―lo llam贸 para ofrecerse como su consejero, si ganaba el gobierno de NYC.
Las propuestas de Mamdani son concretas y chocan de frente con el dogma: regreso a los impuestos para los millonarios (ahora multibillonarios) para financiar obras y servicios b谩sicos de los cuales Nueva York necesita de forma urgente; regulaci贸n de alquileres; construcci贸n de viviendas estatales; crear supermercados p煤blicos en cada barrio; crear guarder铆as p煤blicas para ni帽os; subir el salario m铆nimo de los trabajadores; proteger los derechos laborales y sindicales; entre otras medidas, para las cuales necesitar谩 aliados en el City Council y en el Congreso del Estado.
No s贸lo Trump, sino el mismo sistema se siente obligado a bloquear el coraz贸n del poder financiero capitalista. Lo prometi贸 Trump, pero le resultar谩 m谩s dif铆cil que hacerlo con una colonia o con una rep煤blica bananera.
La diferencia siempre estuvo en que todas estas amenazas contra el “mal ejemplo” fueron aplastadas sin ninguna restricci贸n 茅tica, moral o legal. Ahora, que ese ejemplo proceda desde dentro mismo del coraz贸n del capitalismo, residencia de Wall Street, se convierte en un problema mayor y dif铆cil de tratar.
Washington no puede bombardear Nueva York. A Trump le quedan opciones cl谩sicas: antes de las elecciones (como en Argentina) amenaz贸 con un bloqueo de los recursos federales―a pesar de que Nueva York, como California, subsidian los estados conservadores del Sur―, la vieja pol铆tica hacia pa铆ses como Cuba y Venezuela.
La segunda opci贸n es una invasi贸n militar, estilo rep煤blicas bananeras antes de la Segunda Guerra Mundial o tipo Rep煤blica Dominicana (1965), Granada (1983) o Panam谩 (1990). Aunque esta opci贸n parezca impensable, siempre hay atajos. No debemos olvidar que la militarizaci贸n de Chicago y Los 脕ngeles fue solo un ensayo y, sobre todo, el intento de proceder por la vieja estrategia de acostumbrar a una poblaci贸n a trav茅s de dosis graduales de algo que, de realizarse de forma abrupta, no ser铆a tolerado―Creeping normality.
La tercera opci贸n que tampoco debe estar fuera de la mesa de los estrategas, es la cl谩sica opci贸n de la Guerra Fr铆a: desestabilizaci贸n de un gobierno democr谩tico y remoci贸n del l铆der por un golpe de Estado.
Mamdani no puede ser candidato a la presidencia por su nacimiento. Pero va quedando claro que las dos figuras j贸venes m谩s importantes de los partidos dominantes, J.D. Vance y Mamdani representan dos extremos nunca vistos desde hace m谩s de un siglo. Es probable que la elecci贸n de Mamdani sea ese punto de inflexi贸n que muchos estuvimos esperando en los 煤ltimos dos a帽os.
La historia podr铆a seguir de la siguiente forma: en noviembre de 2026, los dem贸cratas recuperan las dos c谩maras del Congreso. Los c谩lculos indican que es improbable que los dem贸cratas logren la mayor铆a en el Senado en 2026. Si este milagro se produjese (un evento que aliene a algunos republicanos, como ya se vio en el caso de Palestina), en 2027 podr铆an someter a impeachment a un presidente ya sin sus facultades f铆sicas e intelectuales. Improbable porque, para destituir al presidente, ser铆a necesario dos tercios del senado. Improbable, no imposible.
Si la improbabilidad se diese (algo com煤n en la historia) ese mismo a帽o ser铆amos testigos de dos posibles resultados opuestos: la destituci贸n y una reacci贸n militarista o dictatorial m谩s directa de la Casa Blanca, seguida de un conflicto mayor.
https://www.pagina12.com.ar/871560-washington-no-puede-bombardear-nueva-york
https://actualidad.rt.com/programas/zoom/571875-eeuu-imperio-decadencia
https://www.ihu.unisinos.br/659587-washington-nao-pode-bombardear-nova-york-artigo-de-jorge-majfud
Jorge Majfud
El viernes 31 de octubre de 2025, en su residencia ar谩biga de Florida, el presidente Trump organiz贸 una fiesta de millonarios al estilo del Great Gatsby―antes del Great Crash de 1929. Mientras 42 millones de personas no sab铆an qu茅 iban a comer debido al cierre del gobierno (el socialismo siempre reparando lo que el capitalismo nunca pudo solucionar), papi Trump serv铆a el espect谩culo de una jovencita en bikini dentro de una enorme copa de champagne.
El martes de la semana siguiente hubo elecciones para la gobernaci贸n de dos estados y una elecci贸n trascendente en California, la que tendr谩 un impacto en la c谩mara baja en Washington para las elecciones de 2026. Las tres elecciones fueron triunfo dem贸crata. En Nueva Jersey y en Virginia, ganaron dos mujeres, para la furia de la Casa Blanca. Como narcisista patol贸gico que es, ante la derrota Trump declar贸:
“El cierre del Gobierno y el hecho de que yo no estaba en las papeletas fueron las dos razones por las que los republicanos perdieron las elecciones”.
Sin embargo, el triunfo m谩s importante fue el de la alcald铆a de Nueva York. Que un candidato dem贸crata gane en las elecciones de Nueva York por m谩s del cincuenta por ciento de los votos no ser铆a nada significativo si el ganador no fuese Zohran Mamdani.
El viernes 31 de octubre de 2025, en su residencia ar谩biga de Florida, el presidente Trump organiz贸 una fiesta de millonarios al estilo del Great Gatsby―antes del Great Crash de 1929. Mientras 42 millones de personas no sab铆an qu茅 iban a comer debido al cierre del gobierno (el socialismo siempre reparando lo que el capitalismo nunca pudo solucionar), papi Trump serv铆a el espect谩culo de una jovencita en bikini dentro de una enorme copa de champagne.
El martes de la semana siguiente hubo elecciones para la gobernaci贸n de dos estados y una elecci贸n trascendente en California, la que tendr谩 un impacto en la c谩mara baja en Washington para las elecciones de 2026. Las tres elecciones fueron triunfo dem贸crata. En Nueva Jersey y en Virginia, ganaron dos mujeres, para la furia de la Casa Blanca. Como narcisista patol贸gico que es, ante la derrota Trump declar贸:
“El cierre del Gobierno y el hecho de que yo no estaba en las papeletas fueron las dos razones por las que los republicanos perdieron las elecciones”.
Sin embargo, el triunfo m谩s importante fue el de la alcald铆a de Nueva York. Que un candidato dem贸crata gane en las elecciones de Nueva York por m谩s del cincuenta por ciento de los votos no ser铆a nada significativo si el ganador no fuese Zohran Mamdani.
Estas elecciones tuvieron la mayor participaci贸n en una elecci贸n de alcald铆a desde 2001. Mamdani gan贸 a pesar de que las corporaciones inundaron las arcas de su rival dem贸crata, Andrew Cuomo, derrotado meses antes por el mismo Mamdani en las elecciones internas. El exgobernador fue apoyado por Trump y Elon Musk.
Musk se hab铆a burlado del socialismo del musulm谩n, quien hab铆a propuesto que los autobuses de la ciudad no cobrasen pasaje. Mamdani no s贸lo le record贸 que Cuomo le hab铆a regalado cientos de millones a Musk en recortes impositivos, m谩s de lo que costar铆a un transporte p煤blico gratuito para los trabajadores, ahogados por los bajos salarios y los alquileres de tres mil d贸lares.
M谩s que significativo, la importancia simb贸lica (psicol贸gica e ideol贸gica) del triunfo de Mamdani supera cualquier hecho concreto. Desde el marco de la pol铆tica de las identidades que, en Estados Unidos, domina el circo pol铆tico desde al menos fines de los a帽os 90s, muchos han se帽alado con aprecio y desprecio su condici贸n de joven de 34 a帽os, de inmigrante de Uganda, de musulm谩n y de hijo de un profesor y una productora de cine de India.
En la arena ideol贸gica, Mamdani se identific贸 sin disimulos con el socialismo y sin tartamudeos con los derechos humanos en Palestina y contra el genocidio en Gaza. A pesar de estar en campa帽a electoral, dijo que, si Netanyahu pisaba Nueva York y 茅l era el alcalde, ordenar铆a su detenci贸n. El poderoso lobby sionista abri贸 sus arcas, pero una gran proporci贸n de jud铆os de Nueva York (39 por ciento) que consideran que Israel ha cometido un genocidio en Gaza, apoyaron la candidatura de Mamdani.
El “peligro del mal ejemplo” (es decir, el ejemplo de cualquier opci贸n diferente al capitalismo ortodoxo) ha sido, por muchas generaciones, central en la obsesi贸n de los responsables de las pol铆ticas exteriores de Estados Unidos basadas en la demonizaci贸n y bloqueo de cualquier posible alternativa en el Sur Global, desde Lumumba en el Congo y Allende en Chile hasta Muamar el Gadafi en Libia.
Si algo no tiene Mamdani es timidez pol铆tica, verg眉enza ideol贸gica, cobard铆a moral. Se ha enfrentado al hombre m谩s temido por propios y ajenos, el presidente Trump, con un desparpajo que sentar谩 el ejemplo tan temido de c贸mo la izquierda debe enfrentar el avance cleptocr谩tico de los privatizadores neoliberales: sin hacer buena letra, sin pedir permiso, de frente y sin maquillaje.
“Si alguien puede mostrar a Donald Trump derrotado ―dijo Mamdani en la TV―, es la ciudad que lo vio nacer… As铆 que, Donald, ya que s茅 que est谩s viendo esto, te digo: sube el volumen y escucha”.
Mamdani rompi贸 el tablero. Bernie Sanders lo apoy贸 cuando ya no necesitaba apoyo moral. D铆as antes de las elecciones, Obama―quien por a帽os gambete贸 todos los ataques de Trump a fuerza de bromas y silencios―lo llam贸 para ofrecerse como su consejero, si ganaba el gobierno de NYC.
Las propuestas de Mamdani son concretas y chocan de frente con el dogma: regreso a los impuestos para los millonarios (ahora multibillonarios) para financiar obras y servicios b谩sicos de los cuales Nueva York necesita de forma urgente; regulaci贸n de alquileres; construcci贸n de viviendas estatales; crear supermercados p煤blicos en cada barrio; crear guarder铆as p煤blicas para ni帽os; subir el salario m铆nimo de los trabajadores; proteger los derechos laborales y sindicales; entre otras medidas, para las cuales necesitar谩 aliados en el City Council y en el Congreso del Estado.
No s贸lo Trump, sino el mismo sistema se siente obligado a bloquear el coraz贸n del poder financiero capitalista. Lo prometi贸 Trump, pero le resultar谩 m谩s dif铆cil que hacerlo con una colonia o con una rep煤blica bananera.
La diferencia siempre estuvo en que todas estas amenazas contra el “mal ejemplo” fueron aplastadas sin ninguna restricci贸n 茅tica, moral o legal. Ahora, que ese ejemplo proceda desde dentro mismo del coraz贸n del capitalismo, residencia de Wall Street, se convierte en un problema mayor y dif铆cil de tratar.
Washington no puede bombardear Nueva York. A Trump le quedan opciones cl谩sicas: antes de las elecciones (como en Argentina) amenaz贸 con un bloqueo de los recursos federales―a pesar de que Nueva York, como California, subsidian los estados conservadores del Sur―, la vieja pol铆tica hacia pa铆ses como Cuba y Venezuela.
La segunda opci贸n es una invasi贸n militar, estilo rep煤blicas bananeras antes de la Segunda Guerra Mundial o tipo Rep煤blica Dominicana (1965), Granada (1983) o Panam谩 (1990). Aunque esta opci贸n parezca impensable, siempre hay atajos. No debemos olvidar que la militarizaci贸n de Chicago y Los 脕ngeles fue solo un ensayo y, sobre todo, el intento de proceder por la vieja estrategia de acostumbrar a una poblaci贸n a trav茅s de dosis graduales de algo que, de realizarse de forma abrupta, no ser铆a tolerado―Creeping normality.
La tercera opci贸n que tampoco debe estar fuera de la mesa de los estrategas, es la cl谩sica opci贸n de la Guerra Fr铆a: desestabilizaci贸n de un gobierno democr谩tico y remoci贸n del l铆der por un golpe de Estado.
Mamdani no puede ser candidato a la presidencia por su nacimiento. Pero va quedando claro que las dos figuras j贸venes m谩s importantes de los partidos dominantes, J.D. Vance y Mamdani representan dos extremos nunca vistos desde hace m谩s de un siglo. Es probable que la elecci贸n de Mamdani sea ese punto de inflexi贸n que muchos estuvimos esperando en los 煤ltimos dos a帽os.
La historia podr铆a seguir de la siguiente forma: en noviembre de 2026, los dem贸cratas recuperan las dos c谩maras del Congreso. Los c谩lculos indican que es improbable que los dem贸cratas logren la mayor铆a en el Senado en 2026. Si este milagro se produjese (un evento que aliene a algunos republicanos, como ya se vio en el caso de Palestina), en 2027 podr铆an someter a impeachment a un presidente ya sin sus facultades f铆sicas e intelectuales. Improbable porque, para destituir al presidente, ser铆a necesario dos tercios del senado. Improbable, no imposible.
Si la improbabilidad se diese (algo com煤n en la historia) ese mismo a帽o ser铆amos testigos de dos posibles resultados opuestos: la destituci贸n y una reacci贸n militarista o dictatorial m谩s directa de la Casa Blanca, seguida de un conflicto mayor.
https://www.pagina12.com.ar/871560-washington-no-puede-bombardear-nueva-york
https://actualidad.rt.com/programas/zoom/571875-eeuu-imperio-decadencia
https://www.ihu.unisinos.br/659587-washington-nao-pode-bombardear-nova-york-artigo-de-jorge-majfud
