
Aunque el mundo avanza hacia la cobertura sanitaria universal, los adelantos no son lo suficientemente rápidos, advirtieron este sábado la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial en un informe conjunto que monitorea anualmente esos progresos.
Según el estudio, la mayoría de los países han registrado avances simultáneos en la ampliación de la cobertura de servicios de salud y la reducción de las dificultades financieras asociadas al pago de atención médica. Sin embargo, miles de millones de personas siguen quedando atrás, alerta.
El documento precisa que el Índice de Cobertura de Servicios aumentó de 54 a 71 puntos entre 2000 y 2023, un indicador clave que refleja un mayor acceso a servicios esenciales. Además, la proporción de personas que enfrentan dificultades financieras por gastos en salud disminuyó del 34% al 26% entre 2000 y 2022.
Desigualdades profundas
Pero esas cifras esconden profundas desigualdades, apuntaron la OMS y el Banco Mundial, especificando que 4600 millones de personas todavía carecen de acceso a servicios básicos y 2100 millones enfrentan dificultades económicas para cubrir la atención médica, incluyendo 1600 millones que viven en situación de pobreza o son empujados a una pobreza más extrema a causa de los gastos de salud.
“La cobertura sanitaria universal es la máxima expresión del derecho a la salud, pero este informe muestra que para miles de millones de personas ese derecho sigue fuera de su alcance”, declaró el director general de la OMS.
Tedros Adhanom Ghebreyesus agregó que de cara a disminución de la ayuda internacional, “ahora es el momento de que los países inviertan en sus sistemas de salud”.
El peso de los medicamentos
El informe destaca la carga económica que suponen los gastos en medicamentos. En tres cuartas partes de los países analizados, las medicinas representan al menos el 55% de los gastos de las personas. Entre quienes que viven en pobreza, la presión es aún mayor: destinan una media del 60% de su gasto sanitario a medicinas, lo que obliga a sacrificar otras necesidades esenciales.
Aunque el impacto recae con mayor fuerza en los hogares más pobres, también afecta a los segmentos de ingresos medios, especialmente en países de renta media donde este grupo está creciendo. Para la OMS y el Banco Mundial, esta tendencia constituye un obstáculo decisivo para lograr la cobertura sanitaria universal.
El análisis advierte que, sin una aceleración significativa, la meta global de lograr esa cobertura para 2030 quedará lejos de alcanzarse.
A este ritmo, una de cada cuatro personas seguirá enfrentando dificultades financieras al finalizar el periodo fijado para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Avances disparejos y brechas crecientes
El informe reconoce avances importantes en países de bajos ingresos, que han mostrado las mejoras más rápidas tanto en cobertura como en reducción de dificultades financieras. No obstante, esas naciones son las que enfrentan las brechas más amplias.
La expansión de los programas contra enfermedades infecciosas ha sido uno de los motores clave del aumento de la cobertura. Las intervenciones para enfermedades crónicas han registrado adelantos sostenidos, mientras que los avances en salud sexual, reproductiva, materna, neonatal e infantil han sido más modestos.
Otros factores, como mejoras en saneamiento, crecimiento económico inclusivo y sistemas de protección social más sólidos, han contribuido a reducir la pobreza y, con ello, ciertas formas de dificultad financiera.
Pese a todo, las desigualdades se profundizan: en 2022, tres de cada cuatro personas en el quintil más pobre enfrentaron dificultades financieras por gastos de salud, frente a menos de una de cada 25 entre el quintil más rico. Las brechas también se manifiestan por género, ubicación geográfica y nivel educativo. Incluso en regiones consideradas de alto desempeño, como Europa, los grupos vulnerables continúan reportando necesidades de salud no satisfechas.
El informe subraya que estas cifras probablemente subestiman la realidad, pues poblaciones vulnerables como desplazados o habitantes de asentamientos informales suelen quedar fuera de los registros oficiales.
Llamado urgente a la acción
La OMS y el Banco Mundial instaron a acelerar el paso, identificando seis áreas clave de acción para que los países puedan acercarse a la meta de la cobertura sanitaria universal:
- Garantizar atención sanitaria esencial gratuita a las personas en situación de pobreza o vulnerable
- Ampliar la inversión pública en sistemas de salud
- Abordar el elevado gasto de las personas en medicamentos
- Acelerar el acceso a servicios esenciales para las enfermedades crónicas
- Fortalecer la atención primaria para fomentar la equidad y la eficiencia
- Adoptar enfoques multisectoriales que reconozcan que los determinantes de la salud van más allá del sector sanitario
Sin un compromiso político más fuerte y acciones decididas, el derecho universal a la salud seguirá siendo una promesa incumplida para una parte demasiado grande de la población mundial, concluye el informe.
