El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza (MoH) inform贸 que 28 ni帽os mueren cada d铆a por desnutrici贸n y falta de medicinas; y un reporte de Naciones Unidas se帽ala que en 3 meses, 1857 palestinos fueron asesinados mientras buscaban comida.
Seg煤n cifras del MoH, de octubre del 2023 a octubre del 2025, los genocidas asesinaron en Gaza a m谩s de 70.000 palestinos; 20.000 eran menores de edad y de ellos 5.000 ten铆an menos de 5 a帽os. El 90% de la poblaci贸n de la Franja ha sufrido uno o m谩s desplazamientos. No son cifras: son tragedias humanas.
M谩s de 54.000 ni帽os sufren de desnutrici贸n. Israel ha violado los m谩s elementales acuerdos internacionales sobre protecci贸n de la misi贸n m茅dica, y los prestadores de servicios de salud (trabajadores, centros m茅dicos y hospitales) han sido blanco de la crueldad del invasor. Las ruinas f铆sicas y humanas del sistema sanitario en la franja de Gaza hacen que para la Organizaci贸n Mundial de la Salud (OMS) 茅sta sea una de las peores tragedias no naturales que haya sufrido el sistema de salud en el mundo.
Al bombardear mezquitas, universidades, bibliotecas y escuelas, los secuaces de Netanyahu han pretendido acabar con la cultura, la tradici贸n, la fe y el saber de los palestinos; al destruir hospitales quieren quitarles cualquier opci贸n de curaci贸n; y al dejarlos sin agua ni alimentos, buscan extinguirlos. Maldad integral.
Seg煤n la Oficina Central de Estad铆sticas de Palestina, la invasi贸n ha dejado 39.384 ni帽as y ni帽os hu茅rfanos siendo 茅sta la peor crisis de orfandad de la historia moderna del mundo. M谩s de mil beb茅s menores de 1 a帽o, y cerca de 5.000 abuelos han sido asesinados por los invasores.
Este a帽o al 煤nico Tamborilero al que le encuentro sentido es el que le canta a Palestina y a “toda una vida resistiendo al terror – Roco Pom Pom – Roco Pom Pom…”
Distintas agencias como UNICEF, UNESCO y OMS coinciden en la gravedad del impacto de la guerra en el desarrollo emocional de los ni帽os. Es un trauma psicol贸gico severo que incluye tristeza profunda, retraimiento, miedo y agotamiento. La soledad y el desamparo se han convertido en los tutores de los hu茅rfanos de la guerra, y en vez de triciclos, balones de caucho y pupitres de madera, los ni帽os de Gaza viven y mueren su infancia en medio de la desnutrici贸n org谩nica y emocional. La invasi贸n ordenada por el monstruo de Netanyahu ha sido ferozmente apoyada por grandes potencias a las que no les ha temblado ni la crueldad ni la billetera para respaldar el genocidio, y los dem谩s hemos sido incapaces de apagar la marcha triunfal de la muerte.
As铆 es que no tengo voz para tutainas. No quiero ni puedo cerrar los ojos frente a los cuerpitos de Hind Rami, de 5 a帽os; de Alma Yasser y Saif Abdul, de 1 a帽o; de Muhammad Ayman, de 11; o de los 9 hermanos Najjar…
Y est谩 el otro dolor, distinto y tambi茅n profundo, frente a nuestra propia violencia vestida de amarillo azul y rojo; un roto en el coraz贸n, que lleva impl铆cita una alta dosis de exigencia, porque buena parte de la responsabilidad —tanto del conflicto armado como de la soluci贸n pac铆fica— est谩 en nuestras manos, en nuestras entra帽as y ra铆ces. M谩s que una opci贸n, cumplir el mandato por la paz es una obligaci贸n. Ante cada hombre, mujer o ni帽o asesino o asesinado, tenemos el deber de hacer cuanto est茅 a nuestro alcance para que los territorios recuperen la tranquilidad y los fusiles se queden para siempre en alg煤n ba煤l hundido en el fondo de la tierra.
Deseo que la Navidad nos encuentre con la puerta abierta a la reconciliaci贸n y que en el 2026 la 煤nica fuerza necesaria para proteger la vida, sea la fuerza que nace de la paz, en ella y por ella.
Gracias por su lectura y compa帽铆a y nos volveremos a ver a mediados de enero.