Con diccionario en mano me he tomado el tiempo para discurrir cu谩l podr铆a ser el calificativo m谩s preciso para atribu铆rselo a Donald Trump. Un presidente de los Estados Unidos que m谩s parece un emperador que busca someter al mundo entero bajo su tutela. En mi prop贸sito, part铆 con la expresi贸n “imb茅cil”, pero luego desist铆 de este adjetivo ya que supone a un sujeto falto de inteligencia, lo que Trump no parece ser, necesariamente. Ya que, seg煤n muchos, para ser tan perverso y mentiroso se necesita cierta habilidad cognitiva. Del mismo modo desestim茅 el calificativo de “est煤pido”, un t茅rmino que no difiere mucho en su significado con el de imb茅cil que fuera mi primera aproximaci贸n.
Finalmente llegu茅 a la palabra “necio” que el diccionario define como “alguien ignorante y que no sabe lo que no puede o debe saber”. O que “procede con imprudencia y presuntuosidad”. Sin embargo, no encontr茅 una palabra que fuera m谩s dura, que lo sindicara mejor y de forma comparable con la forma en que 茅l ofende al mundo. En efecto, necio me parece una expresi贸n hasta d茅bil para calificar a un mandatario corrupto y degenerado como se lo ha sindicado universalmente.
Todo esto en relaci贸n a sus constantes apariciones p煤blicas cotidianamente difundidas por la prensa y la televisi贸n mundial. En su oficio de mat贸n para amenazar a la humanidad y, muy particularmente, al r茅gimen chavista de Nicol谩s Maduro. Un jefe de estado caribe帽o que, as铆 como est谩n las cosas, es posible que ahora 煤ltimo est茅 ganando adeptos ante las cobardes y desproporcionadas amenazas del titular de la Casa Blanca. Quien quisiera tambi茅n invadir a toda Sudam茅rica para posicionarse de lo que m谩s le interesa: el petr贸leo y otras fuentes de la riqueza mineral que poseen nuestros vastos territorios. Cuanto que por su misma necedad ya se sabe que no es la lucha contra las drogas lo que persigue con esa desmedida y onerosa movilizaci贸n de barcos de guerra, aviones de combate y miles de efectivos enfrente de las costas de la Rep煤blica Bolivariana.
Para colmo de todo lo que hace este necio, la semana pasada lo vimos anunciar la construcci贸n de unas veinticinco embarcaciones nuevas, de un temible poder letal (textual) que ser铆an bautizadas con su siniestro nombre y apellido, con lo que, adem谩s, expresa su inconmensurable egolatr铆a. Un t茅rmino que deriva del griego y se les otorga a las personas que tienen “una adoraci贸n exagerada a s铆 mismas”. Una iniciativa sin duda necia cuando se sabe que el poder铆o militar que ya tiene Estados Unidos podr铆a despedazar todo el planeta y acabar con todos los seres vivientes. M谩s todav铆a si se considera todo el potencial de guerra en manos de las otras potencias.
Claro; no es que este necio no sepa esto. La carrera armamentista que quiere reeditar es un gran negocio que obligar铆a a todos los reg铆menes de la Tierra a hacerle de comparsa y de paso aumentar los caudales de Trump y otros multimillonarios interesados en traficar armas y dispuestos a que los pueblos no alcancen progreso. Que no puedan satisfacer sus necesidades m谩s apremiantes, porque saben que, de vivir y malgastar recursos al modo de los estadounidenses y europeos, la suerte del Planeta estar铆a r谩pidamente desahuciada por la contaminaci贸n, los desperdicios, el calentamiento global y el agotamiento de los recursos naturales. Que solo en la permanencia de la injusticia, el hambre, las enfermedades, las guerras y la ignoracia les permite a ellos gobernar y consumir hasta su hartazgo.
Necios parecen tambi茅n muchos gobernantes y necias, adem谩s, las m煤ltiples instituciones multilaterales que permiten la existencia de un nuevo s谩trapa. Con sus corrupciones y cobard铆as que nos arrojan a todos por el precipicio de la historia. Mandamases mundiales sin liderazgo y coraje que tienen todos los medios para acabar con los desprop贸sitos de este brutal individuo, quien en sus 煤ltimos discursos est谩 logrando que, hasta en sus colaboradores m谩s cercanos, surja el rubor por lo que dice y hasta por la forma en que lo dice. Algo que muy sinceramente nos lleva a tener esperanza en que algo lo empuje a los infiernos de la historia. Ojal谩, antes de que sea tarde.
Desgraciadamente, con la ola de triunfos electorales de la extrema derecha en nuestro continente como en el mundo lo que se expresa es su fidelidad con este necio gobernante. Por lo que aparece m谩s propicio que sea al interior de los Estados Unidos donde se le ponga freno a sus desprop贸sitos, en la certeza que cualquier conflagraci贸n esta vez tambi茅n alcanzar铆a a su pueblo. Por su proximidad con los escenarios de una guerra.
Una l谩stima que la humanidad no haya asumido las lecciones que dejaron al mundo gobernantes como Hitler y Stalin que bien habr铆a que haber eliminado antes de las tragedias que ocasionaron.
Juan Pablo C谩rdenas Squella es un periodista y profesor universitario de vasta trayectoria. En el 2005 recibi贸 en premio nacional de Periodismo y, antes, la Pluma de Oro de la Libertad, otorgada por la Federaci贸n Mundial de la Prensa. Tambi茅n obtuvo el Premio Latinoamericano de Periodismo, la Houten Camara de Holanda (1989) entre otras m煤ltiples distinciones nacionales y extranjeras. Forma parte de los sesenta periodistas del mundo considerados H茅roes de la Libertad de Expresi贸n, reconocimiento hecho por la Federaci贸n Internacional de Periodistas. Ha sido director y columnista de las revistas Debate Universitario, An谩lisis y Los Tiempos, as铆 como del diario electr贸nico primeral铆nea.cl. Tambi茅n fue por m谩s 18 a帽os director de la Radio Universidad de Chile y de su diario digital. Se ha desempe帽ado como profesor de varias escuelas de periodismo de Santiago y Valpara铆so y en la Universidad de Chile alcanz贸 el grado de profesor titular y senador universitario.
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