EL MERCURIO DIGITAL -
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha impuesto una multa de 100.000 euros a Italia por violar los derechos básicos de los prisioneros en "sobrepobladas" cárceles de este país.
El veredicto señala que las condiciones de vida en las cárceles del país europeo no cumplen con las expectativas de la Convención Europea de Derechos Humano que prohíbe la tortura y el trato humillante.
El tribunal ordena al Gobierno italiano realizar los cambios necesarios en las prisiones en el plazo de un año.
El Tribunal de Estrasburgo satisfizo la demanda presentada por siete presos de prisiones italianas en 2009. Los hombres sostenían que tres presos están recluidos en celdas de la superficie de nueve metros cuadrados, como consecuencia cada uno dispone de tres metros cuadrados de espacio personal. Afirmaban también que en la prisión ocurren cortes de electricidad y agua caliente.
En 2009, siete presos de dos cárceles presentaron una demanda al tribunal en la que se quejaron por vivir en condiciones de hacinamiento.
Los detenidos señalaron que tres presos están recluidos en celdas de la superficie de nueve metros cuadrados, por tanto, subrayaron que cada uno dispone de tres metros cuadrados de espacio personal. Sumaron a su reclamo los continuos cortes de electricidad y agua caliente.
Actualmente, las cárceles italianas tienen una capacidad de 45.000 presos, mientras albergan a unos 68.000; lo que provoca problemas en los servicios de saneamiento, salud y rehabilitación de los reclusos.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha impuesto una multa de 100.000 euros a Italia por violar los derechos básicos de los prisioneros en "sobrepobladas" cárceles de este país.
El veredicto señala que las condiciones de vida en las cárceles del país europeo no cumplen con las expectativas de la Convención Europea de Derechos Humano que prohíbe la tortura y el trato humillante.
El tribunal ordena al Gobierno italiano realizar los cambios necesarios en las prisiones en el plazo de un año.
El Tribunal de Estrasburgo satisfizo la demanda presentada por siete presos de prisiones italianas en 2009. Los hombres sostenían que tres presos están recluidos en celdas de la superficie de nueve metros cuadrados, como consecuencia cada uno dispone de tres metros cuadrados de espacio personal. Afirmaban también que en la prisión ocurren cortes de electricidad y agua caliente.
En 2009, siete presos de dos cárceles presentaron una demanda al tribunal en la que se quejaron por vivir en condiciones de hacinamiento.
Los detenidos señalaron que tres presos están recluidos en celdas de la superficie de nueve metros cuadrados, por tanto, subrayaron que cada uno dispone de tres metros cuadrados de espacio personal. Sumaron a su reclamo los continuos cortes de electricidad y agua caliente.
Actualmente, las cárceles italianas tienen una capacidad de 45.000 presos, mientras albergan a unos 68.000; lo que provoca problemas en los servicios de saneamiento, salud y rehabilitación de los reclusos.