Javier Ortiz
31-05-2007Me escribe un lector: «T煤, que pasas buena parte del a帽o en el Pa铆s Valenciano y que te conoces aquello, ¿c贸mo explicas el aplastante apoyo que recibe all铆 el PP, pese a las barbaridades que est谩 haciendo y a los muchos casos de corrupci贸n en los que est谩 implicado?»
Lo primero que conviene precisar es que, si bien es cierto que paso bastante tiempo –menos del que quisiera– en una casa de campo situada cerca del mar, a las afueras de un peque帽o pueblo de Alicante, tampoco puede decirse precisamente que viva inmerso en aquella sociedad. Mi casa est谩 aislada (aunque cada vez menos: ya me han colocado a kil贸metro y medio la t铆pica urbanizaci贸n) y yo me aprovecho de ello para huir del mundanal ruido y pasar las horas y los d铆as disfrutando de esa situaci贸n privilegiada y trabajando en unas condiciones de paz muy dif铆ciles de encontrar hoy en d铆a.
Pero, bueno, s铆, algo me entero: oigo las radios locales, observo el entorno, cuando bajo a la civilizaci贸n a hacer compras o a alg煤n recado capto el ambiente, oigo las conversaciones de los vecinos, hojeo el diario Informaci贸n… En fin que, incluso viviendo como yo, quieras que no, s铆, te haces una idea.
Mi idea es que una parte importante de aquella sociedad sobrevive, o incluso vive relativamente bien, gracias a la vigencia de pr谩cticas m谩s que problem谩ticas.
Algunos medios han expresado su asombro ante el hecho de que los esc谩ndalos inmobiliarios, las irregularidades urban铆sticas y el maltrato del medio natural demostrado por las autoridades no hayan provocado el castigo electoral que se merecer铆an. A m铆 no me sorprende. Es much铆sima la gente que vive gracias a todo eso. No son s贸lo las inmobiliarias ni las empresas de construcci贸n. Ni siquiera la mano de obra que se sube al andamio, que en proporci贸n cada vez mayor es inmigrante. Son todos los abastecedores de material de construcci贸n, los fontaneros, los electricistas, los carpinteros, los ferreteros, los fabricantes de gres, los que instalan minijardines… y los que tienen restaurantes y bares por la zona, y los de los mini-markets… Podr铆a alargar la lista hasta llenar varias p谩ginas. A todo ese ej茅rcito de gente, la idea de que pudiera llegar una autoridad que dijera que ya est谩 bien, que se acab贸 la diversi贸n, le pone los pelos de punta.
Tened en cuenta, adem谩s, que una proporci贸n considerable –muy considerable– de ese traj铆n se realiza en condiciones de dudosa legalidad, cuando no de plena ilegalidad. Es muy probable que sean m谩s las transacciones que se hacen sin declarar el IVA que las que lo hacen constar. Supongo que no har谩 falta que os diga que menudean los empleos que funcionan sin contrato de trabajo. Como salieran elegidos unos pol铆ticos que dieran prioridad a las inspecciones fiscales y de trabajo, ser铆a para ellos un desastre total.
El PP es el partido que asegura que todo eso siga funcionando a tope. ¿Que hay pol铆ticos del PP corruptos? Normal: son expresi贸n de una realidad en la que la corrupci贸n se alterna con la corruptela. ¿Que los jefes del PP son ideol贸gicamente mucho m谩s carcas que la mayor铆a? Bueno, pues que lo sean: con no hacerles caso en eso, santas pascuas. Adem谩s, es p煤blico y notorio que una cosa es lo que dicen y otra lo que hacen.
Excuso decir que ese mundo no abarca a la totalidad de la poblaci贸n. Ni mucho menos. Ni siquiera a la totalidad de la poblaci贸n con derecho de voto. La prueba electoral de ello est谩 en que el PP ha vencido, pero lo ha hecho obteniendo el 52,3% de los votos sobre una participaci贸n del 69,5%. Eso, a ojo de buen cubero, da algo as铆 como un 36% del censo. De modo que es ampliamente mayoritaria la parte de la poblaci贸n del Pa铆s Valenciano que no ha votado al PP.
Tambi茅n habr茅 de dejar constancia que he descrito –he caricaturizado– la situaci贸n en una zona eminentemente tur铆stica. El interior es otra cosa, aunque all铆 tampoco falte la corrupci贸n (alg煤n d铆a hablaremos de las industrias del juguete y del calzado, por ejemplo).
Pero, en fin, se trataba de dar una primera respuesta a una pregunta interesante, y eso es lo que he pretendido hacer.
Nota.– Me telefonea mi buen amigo Gervasio Guzm谩n. «Pero bueno, Javier, ¿qu茅 te ha pasado hoy? ¡Casi las 10 y todav铆a no has subido tu Apunte diario! ¿No te encuentras bien?» Le he contestado la verdad: «Estoy perfectamente. Cuando he estado mal, entre enfermo y convaleciente, ha sido estos d铆as pasados. Hoy, ya recuperado, he dormido a pierna suelta, para tomarme venganza».