Jos茅 Saramago
09-03-2009Acabo de ver en los informativos de televisi贸n manifestaciones de mujeres en todo el mundo y me pregunto una vez m谩s qu茅 desgraciado mundo es 茅ste en que todav铆a la mitad de la poblaci贸n tiene que salir a la calle para reivindicar lo que para todos ya deber铆a ser obvio…
Me llegan informes oficiales de solemnes instituciones que dicen que por el mismo trabajo la mujer cobra el 16 por ciento menos, y seguramente esta cifra estar谩 maquillada para evitar la verg眉enza de una diferencia a煤n mayor. Dicen que los consejos de administraci贸n funcionan mejor si est谩n integrados por mujeres pero los gobiernos no se atreven a recomendar que el cuarenta por ciento, no ya el cincuenta, est茅 integrado por mujeres, aunque cuando llega el colapso, como en Islandia, llaman a mujeres para dirigir la vida p煤blica y la banca. Dicen que para evitar la corrupci贸n en la organizaci贸n del tr谩fico en Lima van a poner guardias mujeres, porque se ha comprobado que ni se dejan sobornar ni piden coimas. Sabemos que la sociedad no funcionar铆a sin el trabajo de las mujeres que sin la conversaci贸n de las mujeres, escrib铆 hace tiempo, el planeta se saldr铆a de su 贸rbita, ni la casa ni quienes la habitan tendr铆an la calidad humana que las mujeres ponen mientras los hombres pasan sin ver, o viendo no se dan cuenta de que esto es cosa de dos y que el modelo masculino ya no sirve.
Sigo viendo manifestaciones de mujeres en la calle. Ellas saben lo que quieren, es decir, no ser humilladas, cosificadas, despreciadas, asesinadas. Quieren ser medidas por su trabajo y no por lo accidental de cada d铆a.
Dicen que mis mejores personajes son mujeres y creo que tienen raz贸n. A veces pienso que las mujeres que he descrito son propuestas que yo mismo querr铆a seguir. Quiz谩 sean s贸lo ejemplos, quiz谩 no existan, pero de algo estoy seguro: con ellas el caos no se habr铆a instalado en este mundo porque siempre han conocido la dimensi贸n de lo humano.