Karen Quinlan: Vamos a poner un autobús para ir de concierto en concierto a ver a Glutamato
elsalero.elmercuriodigital.es- Este 28 de diciembre de 2011 ha quedado registrado en las oficinas de la Sociedad General de Estafadores de Artistas (SGAE por sus siglas en inglés: Artists Estafeisons) el "Club Virtual de fans de Glutamato". Un equipo de investigación de El Salero ha conseguido localizar a su creadora, Karen Q, y ha logrado entrevistarla en su domicilio de la calle Loreto y Chicote de Madrid.
Nos adentramos en el castizo barrio de Malasaña dejando atrás el bullicio, la ostentosa iluminación y el ajetreo navideño de Gran Vía. Entre coches de Policía y ecos de broncas pasadas, atravesamos la calle Valverde y giramos a la izquierda, por Desengaño. Tras cruzar la del Barco, envueltos aún en aroma de humo de cigarrilllos y denso olor a carmín, nos encontramos con la oscuridad de la Ballesta. Un pequeño nuevo giro a la izquierda y ya estamos. La antaño acera de burdeles y clubs de mala vida se torna hoy espacio cool. El diseño, la moda, también el teatro, la danza y el espectáculo, han dado al traste con los bares de alterne. Apenas quedan huellas ya del viejo Salero aliado que dio nombre a nuestra revista.
El edificio en el que estamos citados conserva la antigua escalera de madera y su primitivo ascensor de puerta exterior de hierro y doble hoja de madera acristalada. El rasgueo de las pisadas se mezcla con el sonido del timbre. "Suena muy pop, pienso, suena muy pop por ti"
Nos recibe una mujer de mediana edad con el cabello adornado de flores y apariencia de diosa aletargada. Karen, de 57 años, es estadounidense. Nos cuenta que abandonó su Pennsylvania natal a los 21 años, cansada de escuchar a The Mamas & the Papas, y que desde los 31 vive en el barrio de Malasaña. Allí surgió su afición por la música de Glutamato y en general hacia los grupos de las "Hornadas Irritantes".
EL SALERO. ¿Es Karen Q su verdadero nombre? ¿Tiene alguna relación con Karen Ann Quinlan la joven que "vivió" en estado vegetativo durante 10 años?
KAREN Q. Me hice llamar así a raíz de escuchar la canción de Glutamato, la balada dedicada a la chica que provocó el debate sobre la muerte digna, y también en honor a ella con la que tanto me identifico. Cualquiera puede ser Karen Quinlan.
Mientras habla, su mirada parece perdida, vacía, como si no nos viera o como si ni siquiera ella estuviera realmente allí.
EL SALERO. Háblenos de cómo surgió la idea del Club de Fans.
KAREN Q. Surgió con la vuelta de Glutamato a la escena musical. Creo que un grupo así y sus fans necesitaban este club. Piensa que la mayoría de la gente que conoció a Glutamato hace 30 años en Madrid hoy tiene responsabilidades familiares y laborales, que muchos no viven ya en Madrid y les resulta complidado asistir a los conciertos.
EL SALERO. ¿Qué le parece el regreso de Glutamato?
KAREN Q. Yo realmente nunca creí que se hubieran ido del todo. Han sido lo suficientemente inteligentes para no estar en los momentos en que creían que era mejor así y de estar cuando lo han creído oportuno, venciendo siempre obstáculos y superando todos los palos que les ha dado la vida. Pero, en respuesta a tu pregunta: el regreso me parecía necesario. El panorama musical actual estaba aburridísimo, con esos grupos indibabosos que todos suenan igual y amuerman a la más divertida.
EL SALERO. Ya que habla de babosos. ¿Cómo fue ese "enfrentamiento" entre babosos e irritantes en los 80?
KAREN Q. Esto es otra de las cosas que se ha sobredimensionado. No hubo tal enfrentamiento o no lo hubo al menos en la forma que piensa mucha gente. Muchos músicos de grupos denominados babosos tocaban con grupos irritantes y tanto grupos babosos como irritantes tocaban en los mismos conciertos y festivales, en los mismos bares. Grupos como Nacha Pop, Los Secretos o Mamá, por citar algunos ejemplos, hacían magníficas canciones y tenían su público. El problema fue cuando empezaron a salir copias y más copias, casi todas ellas malas, de estos grupos, y lo que era una movida creativa y divertida empezó a correr el riesgo de estancarse en la mediocridad. Es aquí donde los grupos de las Hornadas Irritantes apuestan claramente por la creatividad y sacan a la palestra su humor más inteligente.
EL SALERO. Volviendo al club de fans. ¿Que hay que hacer para pertenecer a él?
KAREN Q. Pueden entrar directamente en la página del club en Facebook. Serán bienvenidos quienes forman parte ya de alguno de los grupos y páginas que existen sobre Glutamato y las Hornadas Irritantes (Karen Quinlan: Que vuelvan las Hornadas Irritantes, Hornadas Irritantes y Sucedáneos,Glutamato Ye-Ye, o Las Hornadas Irritantes). También los socios del Atleti son especialmente bien acogidos.
EL SALERO. ¿Y los del Madrid no pueden formar parte?
KAREN Q. Sí cómo no, el Atleti necesita que exista el Madrid. Además tenemos ya socios del Rayo, del Levante o del Athletic de Bilbao. El único requisito es que canten "Soy un socio del Atleti" en los conciertos.
Karen, que no puede evitar sentirse culpable de fraude con la vida, nos cuenta que unos de los principales retos de su club es poner a disposición de los fans un autobús que siga a la banda en todos sus conciertos. El autobús, dice, recorrerá los pueblos de España, de Vigo a Cartagena, de Badajoz a Gerona, y de Triana a Malasaña.
EL SALERO. ¿Y cómo financiarán los viajes? ¿Hay alguna cuota por ser socio?
KAREN Q. No, no hay cuota ninguna. Nos financiamos exclusivamente mendigando.Todos los viajes serán gratis para los fans. Aprovecharemos, claro, para hacer campaña contra la guerra.
EL SALERO. ¿Y también será gratis la entrada a los conciertos?
KAREN. Me temo que eso ya no es posible, los músicos y los artistas en general han de cobrar por su trabajo. En este país se mezclan cosas a veces que no tienen nada que ver: una cosa es la libertad de expresión. una cosa es el acceso a la cultura y otra el derecho de los artistas a ganarse la vida por su trabajo.
EL SALERO. Volviendo al pasado, no al pasado lejano, sino al pasado reciente en Malasaña. ¿Qué recuerdos tiene de los años 80, de su juventud en Malasaña, de los conciertos de Glutamato?
KAREN Q. Mi recuerdo más latente y también quizás uno de los más dolorosos es el de una fiesta. Yo llevaba poco tiempo en Madrid. Un chico que me gustaba me había invitado a una fiesta y yo estaba super emocionada. Me encantaban su bigotito corto, su flequillo, su gabardina militar y sus pantalones bombachos. El domingo anterior a la cita me compré en el rastro un vestido precioso. Cuando llegué a casa y me lo probé casi me da algo pues no me cabía. Estuve 48 horas sin probar bocado para podérmelo poner el día de la fiesta. Creo que tomé demasiado alcohol y quizás algún que otro valium. Cuando me desperté me encontré en la cama y me dijeron que habían pasado varios días. Yo apenas recordaba nada. Fue mi primer encuentro con la muerte y no el último. Por eso ahora que sé que estoy viva quiero vivir y disfrutar.
Animada por los gin tonics que no deja de beber, su conversación comienza poco a poco a tornarse más alegre y fluida. De repente, sin mediar palabra, Karen se levanta de su silla y comienza a bailar mientras canta: Sabes bien lo que me gustan tus caricias, sabes bien lo que adoro tu pasión...
Al cabo vuelve a sentarse y prosigue hablando...
KAREN Q. Recuerdo la primera vez que vi a Glutamato. Fue en la Sala El Sol en 1980 junto a Aviador Dro interpretando "Sabes bien" y "Madison". Un año después me volví a encontrar con ellos. Era agosto de 1981, en las fiestas de La Paloma, en Las Vistillas.
En este punto Karen se levanta nuevamente y se dirige hacia un viejo tocadiscos de aguja y coloca un disco sobre el plato.
KAREN Q. (Mientras suena el disco). "Si te pongo este disco no es por casualidad. Debes esperar poco , luego ya entenderás" (canturreando), Poco despuésde aquél concierto de Las Vistillas grabarían su primer disco, un ep de cuatro canciones. Este tema fue compuesto por Eugenio Haro y Jaime Urrutia. Además de Corazón loco, estaban en el disco Hay un hombre en mi nevera, Narcosis y Holocausto Caníbal. En 1979 se había estrenado una película sobre un grupo de periodistas estadounidenses ( tres hombres y una mujer) que desaparecen mientras realizan un reportaje en el Amazonas. Un nuevo equipo viaja a la zona para buscarles. En la selva, encuentran una tribu de aborígenes que les proporcionan las cintas de video del anterior grupo. De vuelta a casa, visionan las cintas y comprueban que el anterior grupo cometió terribles barbaridades con los nativos.
Karen se muestra como una enciclopedia viviente cuando habla de Glutamato. Además del archivo sonoro, nos va ilustrando su discurso con viejas fotografías y entradas de conciertos. Así transcurren las horas y cuando nos damos cuenta las agujas del reloj han pasado sobradamente las 4 de la madrugada. Nuestra entrevistada nos ofrece un último ron (luego resultarían ser varios más), nos pide que olvidemos ya el bloc de notas, la grabadora y la cámara, nos promete una nueva cita y se levanta nuevamente a bailar y a cantar : Pero dime, por favor, dónde has puesto las langostas, si te las comiste o no, para ir a comprar otras. Me estoy poniendo nervioso, de que no digas palabra. Mira que ya son las ocho. ¡No te comas mi guitarra! ¿Cómo fuiste tan glotón? ¡Todo, todo para ti! ¡Invitados a babor, Comencemos el festín!
FIN DE LA PRIMERA PARTE
CONTINUARÁ
