EL MERCURIO DIGITAL
"Las autoridades suecas deben ofrecer al Reino Unido y a Julian Assange garantías de que, si éste abandona la embajada de Ecuador en Londres y accede a ir a Suecia para responder de las acusaciones de agresión sexual, no será extraditado a Estados Unidos en relación con Wikileaks", ha manifestado Amnistía Internacional.
Tras haberse dirigido el cofundador de Wikileaks a la ONU y ante las conversaciones previstas entre el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, y las autoridades ecuatorianas, Amnistía Internacional ha añadido que era hora de salir del punto muerto en que se encuentra la situación.
“Si las autoridades suecas pueden confirmar públicamente que Assange no acabará en un avión con destino a Estados unidos si se pone a disposición de los tribunales suecos, cabe esperar que se consigan dos cosas", ha explicado Nicola Duckworth, directora general de Investigación de Amnistía Internacional.
“En primer lugar, se saldrá del punto muerto en que se encuentra la situación, y en segundo lugar, no se negará justicia a las mujeres que han presentado las acusaciones".
“Es esencial que los Estados demuestren que van a ocuparse de verdad de las denuncias de violencia sexual y que respetan los derechos tanto de las mujeres que han formulado las acusaciones como de la persona acusada".
Aunque Amnistía Internacional no tiene ninguna prueba de que Suecia piense extraditar a Assange a Estados Unidos, parece evidente que el temor de que sea así es uno de los factores que han llevado a este callejón sin salida.
Amnistía Internacional cree que el traslado forzoso de Julian Assange a Estados Unidos en las actuales circunstancias entrañaría para él un riesgo real de sufrir graves violaciones de derechos humanos, posiblemente incluso violación de su derecho a la libertad de expresión, además de reclusión en condiciones incompatibles con la prohibición de la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.
"Las autoridades suecas deben ofrecer al Reino Unido y a Julian Assange garantías de que, si éste abandona la embajada de Ecuador en Londres y accede a ir a Suecia para responder de las acusaciones de agresión sexual, no será extraditado a Estados Unidos en relación con Wikileaks", ha manifestado Amnistía Internacional.
Tras haberse dirigido el cofundador de Wikileaks a la ONU y ante las conversaciones previstas entre el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, y las autoridades ecuatorianas, Amnistía Internacional ha añadido que era hora de salir del punto muerto en que se encuentra la situación.
“Si las autoridades suecas pueden confirmar públicamente que Assange no acabará en un avión con destino a Estados unidos si se pone a disposición de los tribunales suecos, cabe esperar que se consigan dos cosas", ha explicado Nicola Duckworth, directora general de Investigación de Amnistía Internacional.
“En primer lugar, se saldrá del punto muerto en que se encuentra la situación, y en segundo lugar, no se negará justicia a las mujeres que han presentado las acusaciones".
“Es esencial que los Estados demuestren que van a ocuparse de verdad de las denuncias de violencia sexual y que respetan los derechos tanto de las mujeres que han formulado las acusaciones como de la persona acusada".
Aunque Amnistía Internacional no tiene ninguna prueba de que Suecia piense extraditar a Assange a Estados Unidos, parece evidente que el temor de que sea así es uno de los factores que han llevado a este callejón sin salida.
Amnistía Internacional cree que el traslado forzoso de Julian Assange a Estados Unidos en las actuales circunstancias entrañaría para él un riesgo real de sufrir graves violaciones de derechos humanos, posiblemente incluso violación de su derecho a la libertad de expresión, además de reclusión en condiciones incompatibles con la prohibición de la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.
