
AGENCIA PANDI.- Cerca 300 niños, niñas y adolescentes entre los 4 y 18 años presentarán este martes 12 de febrero, Día de la Mano Roja en Colombia, sus propuestas de Paz en el Congreso de la República (Salón Boyacá) a las 10:30 de la mañana.
El Día de la Mano Roja que significa: Detengan el uso y reclutamiento de niños y niñas en la guerra, entró en vigencia en 2002, y obliga a los Estados a prevenir el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes por grupos armados al margen de la ley, y a atender a aquellos que continúan siendo víctimas de este crimen.
Este año distintas organizaciones no gubernamentales como la Corporación Infancia y Desarrollo (CID); Benposta; el Centro de Promoción y Cultura (CPC); Diakonie Katastrophenhilfe; Coalición contra la vinculación de niños, niñas y jóvenes al conflicto armado en Colombia (COALICO); instituciones públicas como la Alcaldía de Bogotá – Secretaría de Integración, y la Representante a la Cámara Ángela Robledo, se han unido para, en conmemoración de esta fecha, llamar la atención sobre la problemática de los niñ@s y jóvenes en la guerra y facilitarle que tramiten sus propuestas de Paz.
Ángela Robledo, representante a la Cámara y Co presidenta de la Comisión de Paz del Congreso, explicó que niñ@s y jóvenes trabajarán en las horas de la mañana en la discusión y elección de unas 12 propuestas concretas, que luego presentarán a consideración de la Comisión de Paz de la Cámara para ser remitidas a la mesa de diálogo que discute en La Habana (Cuba)

La conmemoración del Día de la Mano Roja inicia el 11 de febrero con el Foro No más niños, niñas y adolescentes en la guerra, en el que se abordará la situación actual de la niñez colombiana víctima del conflicto armado. Salón Huitaca, Alcaldía Mayor de Bogotá, a partir de las 8:00 am y continua el 12 de febrero con una acción de participación e incidencia en la que los niñ@s y adolescentes enviarán mensajes de paz a la mesa de diálogo en La Habana (Cuba). Salón Boyacá, Congreso de la República, el 12 de febrero, a partir de las 10:30 a.m.
DEL HOGAR AL CAMPO DE BATALLA
Con motivo del Día Mundial en contra de la utilización de niños en los conflictos armados, que se celebra el 12 de febrero, la campaña “Soñar es un derecho” y la Agencia PANDI prepararon un reportaje sobre cómo la violencia intrafamiliar es una de las razones por las cuales muchos menores de edad terminan en la filas de los grupos armados ilegales.
· El reclutamiento de menores de edad para su uso dentro del conflicto armado es un delito en Colombia y está penalizado por el Derecho Internacional Humanitario. Sin embargo, esta problemática ha encontrado un terreno allanado en los hogares donde los niños sufren violencia intrafamiliar.
· Según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses durante el año 2012, en el 84% de casos de violencia contra Niños, Niñas y Adolescentes, los responsables fueron miembros de su propia familia. En algunos casos los niños deciden dejar su hogar para escapar del maltrato, pero caen en ambientes más hostiles como grupos armados convirtiéndose en víctimas del reclutamiento ilícito.
· “Yo me quería vincular a un grupo, pero a uno de danzas. Mis amigos me dijeron que me fuera con ellos a los grupos ilegales, que estaban ofreciendo sueldo y preparación en armas. Yo no lo hice. Hoy, gracias a estos espacios de recreación y de uso del tiempo libre, trabajo con fuerza el entrenamiento en danzas y también previniendo a otros niños y niñas para que no se vinculen con pandillas ni grupos armados ilegales”. Testimonio de niña beneficiaria de proyecto de prevención.
· “Tenemos que hacer un llamado de atención a los padres de familia para revisar qué tiempo le estamos dedicando a nuestros hijos, y más allá de la cantidad, debemos darles calidad de tiempo, hablar con ellos, es tan sencillo como preguntarles cómo están, brindarles cariño.”
Cantautor: Juanes, lanzamiento campaña ‘Soñar es un Derecho’.
Familia como ente protector de los derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes
Bogotá, 12 de febrero 2013. En Colombia, la violencia contra la niñez es una problemática grave y a pesar de que los medios registran permanentemente nuevos casos visibilizando los esfuerzos de la sociedad y del Estado para proteger los derechos y la vida de esta población, éstos parecen no ser suficientes y las cifras siguen en aumento.
Desde 1996, con el estudio “Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños”, elaborado por Graça Machel (ONU; 1996), se llama la atención sobre esta situación y resalta las graves afectaciones en la vida de las niñas y los niños.
Lo más preocupante de la situación es que el 84% de los casos de violencia ocurren del interior del hogar.
Entre los factores que propician la violencia en contra de los niños en sus hogares están los conflictos generados por las dificultades económicas, el consumo de drogas y alcohol por parte de los padres, y la incoherencia entre las normas que imparten a sus hijos y las que ellos mismos aplican. De estas situaciones se generan escenarios para el castigo psicológico, el maltrato físico, el trabajo infantil puesto que muchos de estos niños tienen que trabajar para llevar un sustento a su hogar, y en algunos casos, se presenta explotación sexual comercial propiciada por sus propios padres.
Todas estas situaciones, sumadas al hecho de que Colombia es un país con un conflicto armado de más de 50 años, hacen que muchos niños y niñas busquen opciones de vida alejados de sus hogares, haciéndoles vulnerables a escenarios de violencia aún peores como los grupos armados ilegales o las pandillas en las zonas urbanas.
Violencia por omisión
Según el Código de la Infancia y la Adolescencia, la sociedad tiene un rol de corresponsabilidad con la niñez y la obligación legal de denunciar cualquier tipo de vulneración a sus derechos. Denunciar o reportar a las autoridades es una obligación.
No obstante, según Medicina Legal un 70% de los casos quedan sin denunciar. “Ello nos lleva a pensar que a la sociedad no le duelen sus niños. Esto es violencia por omisión. Las familias, tíos, primos, vecinos, profesores y la sociedad en general nos quedamos callados y permitimos que el daño siga creciendo”, afirma Ximena Norato, directora de Agencia Pandi, quien además expone las siguientes cifras:
COLOMBIA
TIPO DE VIOLENCIA
CIFRAS DE MEDICINA LEGAL 2011
VIOLENCIA POR OMISIÓN. SUBREGISTRO=70%. Estos son todos los casos que no se denuncian y en donde se puede hacer un llamado a nuestra responsabilidad como sociedad (vecinos, profesores, amigos)
Los casos reales serían
Abuso sexual
17.628
58.760
76.388
Violencia intrafamiliar
13.253
38.317
49.812
Violencia interpersonal
20.968
69.893
90.861
El reclutamiento de la niñez, una de las consecuencias de la violencia intrafamiliar
“Yo me fui a los 12 años porque perdí quinto y mi mamá me iba a matar… cogí mi mula, en la noche me trepé a un árbol para que no me comieran los tigres, y cuando pasó la guerrilla me fui con ellos” dice Esperanza, quien reconoce que la violencia intrafamiliar la expulsó del ámbito que por excelencia, debía ser el más protector, su hogar.
El 83% de los niños y jóvenes que estuvieron en los grupos armados fueron víctimas de violencia intrafamiliar. Esta cifra confirma que el primer factor expulsor de los niños y las niñas de sus hogares para que sean víctimas del reclutamiento por parte de grupos armados ilegales es su propia familia. Entre otros factores está la deserción escolar con un 25%, por no estar interesados en lo que allí se estudiaba, y porque no había en dónde jugar ni realizar actividades recreativas. El 57% trabajaba antes de su vinculación y buscó en los grupos armados una mejor opción laboral, de ellos el 30% trabajaba raspando coca[1].
Las dimensiones del reclutamiento
El reclutamiento de menores de edad por parte de los grupos armados ilegales es una realidad vigente. En distintas regiones del país, en zonas rurales y urbanas, niños, niñas, adolescentes y jóvenes viven sus días esquivando la amenaza de organizaciones que acuden a todo tipo de hechos de violencia, presiones y falsas promesas, para obligarlos a formar parte de sus ejércitos o convencerlos de sumarse a ellos.
Constantes denuncias confirman la gravedad de la situación. Entre enero de 2008 y junio de 2011 el Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo registró 158 situaciones de riesgo concernientes al reclutamiento ilícito de menores de edad. Mientras tanto, en el último año, diversas organizaciones y medios de comunicación han documentado amenazas y casos de este crimen de guerra en municipios de Antioquia, Cauca, Córdoba, Norte de Santander y Tolima, entre otros departamentos.
Entre noviembre de 1999 y enero de 2013 el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), atendió 5.093 menores de edad en el Programa de Atención Especializada a Niños, Niñas y Adolescentes Desvinculados de los Grupos Armados al Margen de la Ley.
Llamado a la acción
A propósito de estas preocupantes cifras sobre el reclutamiento y utilización de niños, niñas y adolescentes en Colombia, el próximo 12 de febrero los colombianos podrán mostrar su rechazo al reclutamiento tomándose una foto con el dedo índice levantado y compartiéndola en redes sociales. Podrán hacerlo a través de Twitter con el hashtag #yoprotejo o subirla en su perfil de Facebook y etiquetando en ella a Yo Protejo. También pueden enviarla al correo electrónico info@yoprotejo.org. El gesto con el dedo índice representa la intención de crear un Índice de Paz, una medida del rechazo de los colombianos al reclutamiento de nuestra niñez.
El arte y la cultura, el escape de la violencia
“Quién empuñe un instrumento no empuñará un arma nunca, quiero cambiar armas por micrófonos, drogas por pinceles e instrumentos, sueño con que la adolescencia deje atrás los rencores que ha cargado durante tantos años y sea libre”.
Yara Juliana Acevedo, 20 años, Medellín.
A través de espacios lúdicos y de esparcimiento, los niños y niñas encuentran gusto por el arte y la cultura, es allí en donde muchos de ellos empiezan a construir sus sueños en la música, en la danza o en la escritura.
Esto es justamente a lo que le apuesta la campaña ‘Soñar es un Derecho’, generar reflexiones y acciones concretas contra el reclutamiento y otras formas de violencia a partir de espacios juveniles que contribuyan al liderazgo de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. La campaña se está desarrollando en 14 municipios del territorio colombiano.
De la campaña “Soñar es un Derecho” hacen parte instituciones del gobierno nacional –como la Vicepresidencia de la República, los Ministerios de Educación y Cultura, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) y la Defensoría del Pueblo-, de la sociedad civil – como las fundaciones Mi Sangre y Antonio Restrepo Barco y el Consejo Noruego de Refugiados – y de la cooperación internacional – como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), El Banco Mundial, UNICEF y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
De acuerdo con Andrés Agudelo, psicólogo del proyecto “PAZalobien” de la Fundación Mi Sangre, “A través de los espacios artísticos se busca que los adolescentes no solo encuentren una oportunidad para convivir y resolver conflictos, sino que también se autorregulen, es decir, que no actúen por miedo sino que sean conscientes de que lo que hacen está bien o está mal”.
Juan David, un joven de 24 años quien integra la agrupación de Hip Hop C15 de la Comuna 13 de Medellín, considera que, “Cualquier joven que esté relacionado con el arte desarrolla una sensibilidad especial. En el contexto en el que me encuentro, relativamente peligroso, todas estas expresiones artísticas hacen que los niños y jóvenes se entusiasmen y quieran vincularse, muchos ven que estamos haciendo algo bueno y quieren ser parte de esto”.
“Lo que tenemos que lograr a través de nuestros programas sociales en donde promovemos espacios lúdicos y recreativos para la infancia, es que nuestros niños y niñas tengan un proyecto de vida que les permita soñar que provenga y sea apoyado desde la familia”, asegura Diego Molano, Director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Una nueva alternativa de crianza
Las familias cumplen un papel fundamental para prevenir que sus hijos se involucren en escenarios de violencia a través del arte. “Los padres pueden pensar que los jóvenes están perdiendo el tiempo, pero las familias deben entender que estos son espacios de prevención de violencia, es la oportunidad para desarrollar su propia identidad, crear nuevos imaginarios de liderazgo, además sirven para emplear de manera correcta el tiempo libre para así tener un sentido de pertenencia y sentirse protegidos”, reflexiona Catalina Cock, Directora Ejecutiva de la Fundación Mi Sangre.
Siendo la familia el núcleo educativo por excelencia y los padres los primeros educadores de los niños y niñas, se constituye este entorno en el espacio propicio para acompañar y promover el fortalecimiento de vínculos, el buen trato y el manejo del tiempo libre a través de la cultura, el arte, el deporte, entre otras.
“Yo creo que el principio de las violencias empieza en casa, por ejemplo, si uno averigua la gente mala que hoy hay en el país no tuvieron papás amorosos, puede que uno no tenga mucha plata pero si tiene mucho amor todo va a estar bien. Si a alguien le pegan y lo maltratan toda su niñez, cuando crezca no va a saber más que de violencia y se va querer desquitar con el que se le atraviese por el camino. Yo veo que acá en Cartagena las mujeres tienen sus bebés muy jóvenes sin saber mucho de la vida, antes de tener hijos uno tiene que dejar de ser niña o niño”.
Kristian Mena Restrepo, Cartagena, Bolívar, 18 años.
Por ello, a través de la estrategia “Soñar es un Derecho” las entidades aliadas invitan a los padres de familia a apoyar y proteger los sueños de los niños y las niñas y a que a través de estos espacios se tejan lazos entre padres y madres de familia, Instituciones Educativas y grupos juveniles construyendo y fortaleciendo redes de apoyo y protección. De esta manera, se previene que los hijos se involucren en situaciones de violencia y encuentren una nueva alternativa de vida.
De igual manera, la campaña “Soñar es un Derecho” extiende esta invitación a la sociedad en general a vincularse a esta estrategia y a las entidades públicas a tener en su agenda como prioridad los temas de protección a la niñez y de prevención del reclutamiento.
“Nunca dejes de soñar, define lo qué quieres en la vida y hazlo, esta es mi filosofía, yo creo que el mundo puede cambiar, pero solo si los adultos entienden que los niños no pueden ir a la guerra sino que deben crecer en paz. Muchos padres y madres creen que solo trabajando los jóvenes crecemos en paz, es muy importante también que nos acompañen, que nos lean cuentos, que nos besen, que nos pregunten por nuestros sueños y lo más importante que nos ayuden a realizarlos”. Yineth Chávez, Carmen de Bolívar, Bolívar, 13 años.
“Cualquier niño al que le falte afecto en su hogar es vulnerable a unirse, bien sea en el campo o en la ciudad, a grupos armados o pandillas. El amor en el hogar lo cura todo, debemos como padres apoyar y escuchar a nuestros hijos para evitar que tomen malas decisiones.” Juanes, artista y fundador de ‘Mi Sangre’.
· Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses
http://www.medicinalegal.gov.co/