31.07.13. elmercuriodigital.es - Reporteros sin Fronteras considera peligroso el veredicto dictado en el proceso de Bradley Manning. Aunque el soldado fue absuelto del delito de “colaborar con el enemigo”, fue declarado culpable de cinco cargos por “espionaje” y de otros cinco por “robo”, por lo que podr铆a enfrentar una pena de m谩s de 100 a帽os de prisi贸n.
Se trata de una advertencia dirigida a los “informantes” (whistleblowers), contra quienes el gobierno de Obama ha emprendido una cacer铆a de una magnitud in茅dita, sin considerar el inter茅s p煤blico de sus revelaciones. M谩s a煤n, es el futuro de la investigaci贸n period铆stica lo que est谩 en juego, pues se corre el riesgo de que se agoten sus fuentes.
“Entre la informaci贸n que Bradley Manning est谩 acusado de haber filtrado a WikiLeaks –que fue difundida por diarios como The New York Times, The Guardian, Der Spiegel y Le Monde, en colaboraci贸n con el sitio web de Julian Assange– se encontraban las graves derivas de la ‘guerra contra el terrorismo', iniciada bajo el gobierno de Bush. El bombardeo del ej茅rcito estadounidense del que fue v铆ctima ‘colateral' un equipo de Reuters en Bagdad en 2007 es un ejemplo conocido (cf. Video). Esta verdad, ¿deb铆a ocultarse al p煤blico estadounidense y a la opini贸n internacional? ¿Es m谩s grave dar a conocer p煤blicamente tales actos o cometerlos? Las condiciones de detenci贸n de Bradley Manning, el proceso injusto del que fue objeto y la falta de transparencia de los debates en torno a su juicio dicen mucho sobre la suerte reservada a los informantes, en menosprecio de las reglas elementales del Estado de Derecho. Edward Snowden tendr铆a toda la raz贸n al temer las medidas de persecuci贸n, en el sentido que da a este t茅rmino la Convenci贸n de Ginebra, en caso de que regresara a Estados Unidos”, constata Reporteros sin Fronteras.
“El pa铆s de la Primera Enmienda presenta hoy un rostro degradado en materia de libertad de informaci贸n. Esta caza a los informantes afecta directamente la capacidad de los periodistas de investigar temas delicados, en especial los relativos a la seguridad nacional. La reactivaci贸n del debate sobre la protecci贸n de fuentes a escala federal, ¿bastar谩 para disipar las m煤ltiples ofensivas contra el periodismo de investigaci贸n, como la reciente obtenci贸n de registros telef贸nicos de The Associated Press? El desenlace del proceso Manning desgraciadamente hace temer lo contrario”, agreg贸 la organizaci贸n.
Se trata de una advertencia dirigida a los “informantes” (whistleblowers), contra quienes el gobierno de Obama ha emprendido una cacer铆a de una magnitud in茅dita, sin considerar el inter茅s p煤blico de sus revelaciones. M谩s a煤n, es el futuro de la investigaci贸n period铆stica lo que est谩 en juego, pues se corre el riesgo de que se agoten sus fuentes.
“Entre la informaci贸n que Bradley Manning est谩 acusado de haber filtrado a WikiLeaks –que fue difundida por diarios como The New York Times, The Guardian, Der Spiegel y Le Monde, en colaboraci贸n con el sitio web de Julian Assange– se encontraban las graves derivas de la ‘guerra contra el terrorismo', iniciada bajo el gobierno de Bush. El bombardeo del ej茅rcito estadounidense del que fue v铆ctima ‘colateral' un equipo de Reuters en Bagdad en 2007 es un ejemplo conocido (cf. Video). Esta verdad, ¿deb铆a ocultarse al p煤blico estadounidense y a la opini贸n internacional? ¿Es m谩s grave dar a conocer p煤blicamente tales actos o cometerlos? Las condiciones de detenci贸n de Bradley Manning, el proceso injusto del que fue objeto y la falta de transparencia de los debates en torno a su juicio dicen mucho sobre la suerte reservada a los informantes, en menosprecio de las reglas elementales del Estado de Derecho. Edward Snowden tendr铆a toda la raz贸n al temer las medidas de persecuci贸n, en el sentido que da a este t茅rmino la Convenci贸n de Ginebra, en caso de que regresara a Estados Unidos”, constata Reporteros sin Fronteras.
“El pa铆s de la Primera Enmienda presenta hoy un rostro degradado en materia de libertad de informaci贸n. Esta caza a los informantes afecta directamente la capacidad de los periodistas de investigar temas delicados, en especial los relativos a la seguridad nacional. La reactivaci贸n del debate sobre la protecci贸n de fuentes a escala federal, ¿bastar谩 para disipar las m煤ltiples ofensivas contra el periodismo de investigaci贸n, como la reciente obtenci贸n de registros telef贸nicos de The Associated Press? El desenlace del proceso Manning desgraciadamente hace temer lo contrario”, agreg贸 la organizaci贸n.