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CHILE/PERÚ - Nueva frontera marítima

El fallo, que tiene carácter vinculante y es de ejecución obligatoria, debería poner fin a más de 130 años de disputas que datan desde la Guerra del Pacífico (1879-1883) entre Bolivia, Chile y Perú, en la cual Perú perdió la provincia de Arica y Bolivia la de Tarapacá

2014.elmercuriodigital.es ▫ Cecilia Remón.- Sonrisas en Lima y caras largas en Santiago fueron las primeras reacciones al conocer el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, Holanda, el 27 de enero sobre los nuevos límites marítimos entre Chile y Perú.

Los jueces de la CIJ otorgaron al Perú 50,284 km² de dominio marítimo parte del cual se encontraba bajo control de Chile (llamado triángulo interno) y el resto en el llamado triángulo externo que Chile consideraba “aguas internacionales”.

La frontera marítima actual fue definida por la CIJ con una línea recta de 80 millas náuticas a partir del denominado Hito 1 que continúa con un trazo equidistante hasta alcanzar las 200 millas. Chile sólo conservó 16,352 km² de esa zona en disputa.

Lo cierto es que la CIJ, como suele hacerlo, no dio la razón a ninguna de las partes, pero el balance general es que el Perú obtuvo un 70% de lo que había solicitado.

Historia del conflicto
El fallo, que tiene carácter vinculante y es de ejecución obligatoria, debería poner fin a más de 130 años de disputas que datan desde la Guerra del Pacífico (1879-1883) entre Bolivia, Chile y Perú, en la cual Perú perdió la provincia de Arica y Bolivia la de Tarapacá, dejándola sin salida al mar. En 1929, Perú y Chile firmaron el Tratado de Lima que fijó la frontera terrestre definitiva.

Dicho tratado define que el territorio de Tacna queda en el Perú y el de Arica en Chile. Además, estableció que la línea de frontera “parte del Océano Pacífico en un punto de la orilla del mar situado a 10 km hacia el noroeste del primer puente sobre el río Lluta de la vía férrea de Arica a La Paz”.

Para el Perú, entonces, la frontera se inicia en el Punto Concordia en la línea de baja marea y para Chile en el Hito 1, instalado a unos 300 m de la orilla para evitar que el mar lo remueva. Y este asunto no se ha resuelto con el fallo de la CIJ ya que los jueces han sostenido que su labor no era determinar la frontera terrestre.

En 1952 Chile, Ecuador y Perú firmaron la “Declaración sobre Zona Marítima” que reconoce “la soberanía y jurisdicción exclusivas que a cada uno de ellos corresponde sobre el mar que baña las costas de sus respectivos países, hasta una distancia mínima de 200 millas marinas desde las referidas costas”.

Dos años después, los tres países suscribieron el “Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima” que establece “una Zona Especial, a partir de las 12 millas marinas de la costa, de 10 millas marinas de ancho a cada lado del paralelo que constituye el límite marítimo entre los dos países [que comparten frontera]”, y agrega que “la presencia accidental en la referida zona de las embarcaciones de cualquiera de los países limítrofes, aludidas en el primer considerando, no será considerada como violación de las aguas de la zona marítima, sin que esto signifique reconocimiento de derecho alguno para ejercer faenas de pesca o caza con propósito preconcebido en dicha Zona Especial”.

Desde 1986 el Perú intentó iniciar conversaciones bilaterales con Chile para fijar los límites marítimos. En el 2004 el Perú planteó formalmente el inicio de las negociaciones, a lo cual Chile se negó señalando que los acuerdos de 1952 y 1954 constituyen tratados de límites y que no había nada que discutir. Tres años después, el Perú presentó su demanda de delimitación marítima con Chile ante la CIJ, proponiendo una línea equidistante que partiera del Punto Concordia y se extendiera hasta las 200 millas. Chile, por su parte, planteaba una línea paralela hasta llegar a las 200 millas marinas, que recorta el espacio marítimo peruano y amplía el chileno, ya que en este punto la inclinación de la costa cambia. La orientación de la costa chilena desde la frontera es de norte a sur, mientras que la peruana va en dirección noreste-sudeste.

Lo que está detrás
Si bien llamó la atención que la CIJ estableciera 80 millas marinas en paralelo, el fallo lo justifica por las prácticas pesqueras de ambos países.

A decir del internacionalista Farid Kahatt, el fallo buscó que nadie se sintiera totalmente satisfecho. El mensaje fue “a Perú le doy mar, pero a Chile toda la pesca”, dijo a Noticias Aliadas.

Según Kahatt, “en las primeras 80 millas es donde se produce la mayor cantidad de pesca. La pesca artesanal corresponde a las primeras 5 o 6 millas de la costa, no más”.

El analista Alejandro Deustua coincide con Kahatt al señalar que no resuelve la situación de los pescadores artesanales de Tacna.

“La pesca artesanal en Tacna sigue como antes”, dijo a Noticias Aliadas.

Ejemplo de ello es la caleta peruana Santa Rosa, a unos 2 km de la frontera donde viven unas 300 personas, donde los pescadores tienen menos de 500 m para pescar porque más allá el mar ha pertenecido y seguirá perteneciendo a Chile. Utilizan embarcaciones rudimentarias con las que sacan diariamente unos 5 kg de pescado que venden a poblados cercanos o intercambian por productos agrícolas.

Aunque el presidente Ollanta Humala se ha comprometido a invertir en el lugar, esta localidad se encuentra totalmente olvidada por el gobierno. No tiene agua potable, alcantarillado, ni saneamiento básico, la escuela sigue siendo una caseta prefabricada levantada en el 2000 de manera provisional. La posta médica fue construida por una organización no gubernamental y no tiene luz.

Humala y el presidente saliente de Chile Sebastián Piñera se han comprometido a respetar el fallo y a su ejecución gradual, pero lo cierto es que no ha quedado resuelto el triángulo terrestre entre el Hito 1 y el Punto Concordia.

Piñera declaró que “el fallo confirma que Chile mantiene la casi totalidad de sus derechos de pesca y totalmente los de nuestros pescadores artesanales. Esto sin duda nos alegra”, aunque admitió que es “una lamentable pérdida para Chile” la cesión de una de zona económica exclusiva comprendida entre las 80 y las 200 millas, que antes controlaba su país.

Además, tanto Piñera como otras autoridades y ex gobernantes chilenos, han considerado que el fallo confirma “que la frontera marítima comienza en el paralelo del Hito 1, y ratifica nuestro dominio sobre el triángulo terrestre respectivo”.

“La interpretación de Piñera es totalmente falsa”, afirmó Kahatt. “Si el tema entra a arbitraje, tal como está establecido en el Tratado de 1929, Chile va a perder”.

Deustua, por su parte, considera que uno de los inconvenientes de haber establecido el límite marítimo en el Hito 1 es que “estimula reivindicación por Chile del triángulo terrestre”.  —Noticias Aliadas.


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