Una turba violenta atac贸 el barrio cristiano de Jos茅 Colony en Lahore, en marzo de 2013, despu茅s de que Savan Masih fue arrestado por «blasfemia»
•elmercuriodigital ▫ "Las autoridades paquistan铆es deben dejar en libertad de inmediato a un cristiano que ha sido condenado a muerte en aplicaci贸n de la draconiana legislaci贸n del pa铆s sobre la blasfemia y anular su sentencia condenatoria", ha manifestado Amnist铆a Internacional. |
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“Ha sido una parodia de justicia –ha se帽alado David Griffiths, director adjunto de Amnist铆a Internacional para Asia y el Pac铆fico–. Hay graves motivos de preocupaci贸n con respecto al juicio de Savan Masih con las debidas garant铆as; adem谩s, una discusi贸n entre dos amigos no es raz贸n para enviar a nadie a la horca. Savan Masih debe ser puesto en libertad de inmediato y sin condiciones.”
La imprecisa formulaci贸n de las leyes sobre la blasfemia, junto con la investigaci贸n insuficiente por parte de las autoridades y las intimidaciones de la gente y de algunos grupos religiosos, ha fomentado entre la poblaci贸n de todo Pakist谩n la pr谩ctica de tomarse la justicia por su mano, especialmente en el estado nororiental de Punyab.
La detenci贸n de Savan Masih provoc贸 dos d铆as de disturbios en el barrio de Lahore donde viv铆a, la denominada Colonia de Jos茅, donde una muchedumbre de 3.000 personas quem贸 alrededor de 200 viviendas cristianas.
La polic铆a hab铆a sido alertada de la inminencia del ataque, pero no tom贸 medidas adecuadas para proteger a la comunidad. Aunque se han presentado cargos contra decenas de los presuntos responsables, a煤n no se dictado sentencia condenatoria contra nadie.
“Jam谩s deber铆a haberse permitido que en unos disturbios quedara pr谩cticamente destruido uno de los barrios cristianos m谩s antiguos de Lahore. El duro trato dispensado a Savan Masih en aplicaci贸n de la ley contrasta acusadamente con la ausencia a煤n de juicios contra los presuntos responsables de incendiar deliberadamente las viviendas. Pone de manifiesto la discriminaci贸n que se ejerce contra los cristianos y otras minor铆as religiosas por medio de la legislaci贸n sobre la blasfemia y el sistema de justicia de Pakist谩n en general”, ha explicado David Griffiths.
Todas las personas responsables de los ataques contra viviendas cristianas deben ser llevadas ante la justicia para que sean sometidas a un juicio justo y en el que no se recurra a la pena de muerte.
“No hacerlo supondr谩, en la pr谩ctica, dar a entender que cualquiera puede cometer terribles abusos con la excusa de proteger los sentimientos religiosos”, ha a帽adido David Griffiths.
La blasfemia es punible con la muerte seg煤n la legislaci贸n paquistan铆, aunque no cumpla el criterio de los “m谩s graves delitos”, que son los 煤nicos por los que cabe imponer la pena capital seg煤n el derecho internacional.