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AI: Las ejecuciones secretas son una mancha en el sistema de justicia

JAP脫N - 

•elmercuriodigital ▫ La determinaci贸n de las autoridades japonesas de continuar con las ejecuciones secretas pese a la creciente preocupaci贸n por el uso de la pena de muerte en el pa铆s constituye una mancha en el sistema de justicia. As铆 lo ha manifestado Amnist铆a Internacional.

Masanori Kawasaki, de 68 a帽os, fue ahorcado a primeras horas de la ma帽ana del jueves en el centro de detenci贸n de Osaka. Hab铆a sido condenado en 2008 por el asesinato de tres familiares.
El Ministro de Justicia japon茅s,
Sadakazu Tanigaki, durante una rueda
de prensa en Tokio. Copy: Kyodo
via AP Images

Esta ejecuci贸n es la primera que se lleva a cabo desde que, en marzo, un tribunal orden贸 la liberaci贸n inmediata de Hakamada Iwao, condenado a muerte durante m谩s de cuarenta a帽os tras un juicio injusto. La fiscal铆a ha apelado contra la decisi贸n de conceder a Hakamada un nuevo juicio, pese a que el tribunal manifest贸 que era probable que la polic铆a hubiera falsificado pruebas.

“Es lamentable que, no mucho despu茅s de que se revelaran de forma tan evidente los defectos fundamentales del sistema de justicia penal de Jap贸n, el ministro de Justicia, Sadakazu Tanigaki, haya optado por firmar otra orden de ejecuci贸n”, ha manifestado Roseann Rife, directora de investigaci贸n sobre Asia Oriental de Amnist铆a Internacional.


“En lugar de enviar a m谩s gente al pat铆bulo, lo que se necesita es una reforma urgente de un sistema de justicia que, ahora mismo, no es merecedor de su nombre.”

La ejecuci贸n –la primera de 2014– es la novena que se lleva a cabo desde que el gobierno del primer ministro Abe ocup贸 su cargo en diciembre de 2012. En Jap贸n, el ministro de Justicia debe autorizar las ejecuciones antes de que se puedan llevar a cabo. En el pa铆s hay un total de 128 personas condenadas a muerte.

“Esta 煤ltima ejecuci贸n va en contra de las voces cada vez m谩s numerosas que, en Jap贸n, piden la interrupci贸n del uso de la pena de muerte y una mayor transparencia. El gobierno debe mostrar su liderazgo e iniciar un debate p煤blico completo sobre el uso de la pena de muerte, como un importante primer paso hacia la abolici贸n”, ha manifestado Roseann Rife.

En febrero, un grupo de jueces legos inst贸 al ministro de Justicia a detener las ejecuciones hasta que hubiera una mayor transparencia en el uso de la pena capital.

En Jap贸n, las ejecuciones est谩n rodeadas de secreto, y a los presos normalmente no se les comunica que van a ser ejecutados hasta unas horas antes de la ejecuci贸n; incluso hay casos en los que no se les comunica previamente. A sus familias se les suele notificar la ejecuci贸n cuando ya se ha llevado a cabo.

“Los condenados a muerte viven con el temor constante a ser ejecutados, sin saber si, de un d铆a para otro, les van a dar muerte. Esto a帽ade un componente de tortura psicol贸gica a una pena ya de por s铆 cruel e inhumana”, ha manifestado Roseann Rife.

Jap贸n es el 煤nico pa铆s del G8, aparte de Estados Unidos, que a煤n utiliza la pena capital. Durante 2013, tan s贸lo 22 pa铆ses –uno de cada 10 del mundo– llevaron a cabo ejecuciones.

Amnist铆a Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos, sin excepci贸n, independientemente de la naturaleza o las circunstancias del delito, de la culpabilidad, inocencia u otras caracter铆sticas del condenado, o del m茅todo utilizado por el Estado para llevar a cabo la ejecuci贸n. La pena de muerte viola el derecho a la vida y es el exponente m谩ximo de pena cruel, inhumana y degradante.




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