Negras palenqueras, frutas y girasoles: La pintora colombiana plasmó en su obra el color del trópico y el valor de la negritud en América
•elmercuriodigital* ▫ La pintora y escultora colombiana Ana Mercedes Hoyos falleció este viernes a los 72 años en la Fundación Santa Fe, en Bogotá. En febrero de este año Hoyos lanzó su exposición "Tres D”, centrada en la revisión de los procesos creativos de su obra, un referente de la plástica nacional y latinoamericana.Ana Mercedes Hoyos plasmó en su obra el color del trópico y el valor de la negritud en América, e hizo de su trabajo un referente para las artes plásticas en Latinoamérica.
Negras palenqueras, Cartagena, símbolos de América y girasoles son algunos de los temas que retrató la bogotana Ana Mercedes Hoyos con su pintura y su escultura. Esta mujer, una de las artistas del arte colombiano más destacadas en el mundo, falleció este viernes en la Fundación Santa Fe, en la capital del país.
"Yo defino mi trabajo como una locura rigurosa", dijo a la Revista Semana en su momento. "A nivel conceptual soy una estudiosa del espacio, la luz y el tiempo, siempre interesada en la historia del arte. Con esos elementos me doy el lujo de gozármela, jugar y ser irreverente", aseguró en el 2004, cuando exhibió, una de tantas veces, su obra en el Museo de Arte Moderno de Ciudad de México.
Ella se inspiró en Palenque de San Basilio y su arte estaba lleno de carga social, histórica y política. Al igual que muchos artistas colombianos, Ana Mercedes no encontró un apoyo en Colombia y tuvo que expandir su trabajo a otro país. "Yo diría que soy una artista adoptada por México", decía a la Revista Semana hace 10 años.
Entre muchas distinciones, Hoyos fue merecedora del primer premio en el XXVII Salón Nacional de Artistas de Colombia con la serie ‘Ventanas’.
En un texto biográfico, la artista se describió a sí misma ante los lectores como una trabajadora disciplinada y compenetrada “en el entorno más íntimo que comparto con mí esposo Jacques Mosseri con quien convivo hace 46 años, con Ana nuestra hija y las nietas Ana y Helena”.
Contaba Hoyos que desde joven se había interesado por visitar frecuentemente el Museo del Prado para ver las Meninas de Velázquez y siempre había estado rodeada en su casa de obras de Rómulo Rozo, Jesús María Zamora, Gonzalo Ariza y Luciano Jaramillo, quien sería su primer profesor de pintura.
Para la época, tuvo que “pelear para entrar a la universidad, primero un semestre de dibujo arquitectónico en la Javeriana Femenina (…) Con dificultad logré que me pasaran a la Facultad de Arte de la Universidad de los Andes y allí conocí a la crítica de arte Marta Traba quien influyó definitivamente en mi decisión de ser artista”.
Al respecto de su distinción en el Salón Nacional de Artistas señaló que no dudaba que “este fue un gran logro pero también un motivo de problemas y desafortunadamente el primer golpe que me dio el difícil camino del arte en Colombia donde la competencia es brutal”.
El mundo entero reconoció el trabajo de esta artista, una página entera en la revista People en 1988, una exposición en la Galería Yoshii de Nueva York en el año 1993 sobre la historia de Palenque; una conferencia sobre "Cultura y Diplomacia" en la que fue invitada por el gobierno estadounidense, entre otras cosas. Una muestra ,quizá, de la perfección con que la escultora intentó reflejar en su obra lo que ella misma definió como “la conciencia de nuestro pasado indígena, la conquista por los españoles y la llegada de los esclavos de África”, algo que señalaba “afianza mi identidad. Soy colombiana y quiero transmitirlo a través de mi trabajo”.
El Gobierno colombiano, con el presidente Juan Manuel Santos a la cabeza, lamentó el fallecimiento de Hoyos, que según un comunicado del Ministerio de Cultura "deja un inmenso legado en el arte".
Ese legado está representado no solo en sus pinturas y esculturas sino en su compromiso con la conservación de la cultura negra y en especial con San Basilio de Palenque, un pueblo fundado por esclavos libertos en las afueras de Cartagena y declarado Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2005.
"Ana Mercedes Hoyos es la primera en interesarse pictóricamente en particularidades culturales de la raza negra, en sus aportes a la idiosincrasia colombiana y en el innato sentido estético que hacen manifiesto a través de sus usos y costumbres", escribió en una ocasión sobre la artista el crítico de arte Eduardo Serrano.
Hoyos compaginaba su trabajo artístico con investigaciones sobre la esclavitud, no solo porque daba un gran valor al aporte que los negros traídos de África habían hecho a la identidad latinoamericana sino por su devoción por el principio de la libertad.
Esa visión suya de la libertad la plasmó con maestría cromática en las pinturas de las palenqueras, mujeres originarias del palenque que venden frutas frescas a los turistas en las calles y playas de Cartagena.
Hoyos, que este año completó medio siglo de vida artística, estudió artes plásticas en la Universidad de los Andes de Bogotá, donde tuvo entre sus profesores al pintor español naturalizado colombiano Juan Antonio Roda y la crítica argentina de arte Marta Traba.
El arte abstracto primero, y luego el figurativo, predominaron en su extensa obra, que la hizo ganadora del primer premio en el XXVII Salón Nacional de Artistas de Colombia con la serie "Ventanas", entre otras distinciones alcanzadas en el país y en el exterior.
"Ventanas" está considerada por algunos como parte de sus pinturas más importantes, "siendo un reto muy especial: definir lo liviano y lo pesado del paisaje", según una nota del Ministerio de Cultura, que recordó que la artista representó a Colombia en 1977 en la décima edición de la Bienal de París.
A lo largo de su prolífica carrera artística realizó exposiciones individuales en museos y galerías de ciudades como Bogotá, Washington, La Coruña (España), Ciudad de México, Lima y Tokio, y en muestra colectivas en diferentes países.
Sus obras forman parte de la colección permanente del Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo, del Museo de Arte Moderno de Ciudad de México, del Museo del Condado de Nassau de Nueva York, del de Arte Fuji de Tokio y de la Colección de Arte de Ibercaja en Zaragoza (España), así como de centros en otras ciudades colombianas y latinoamericanas.
Por esa rica trayectoria, su fallecimiento fue lamentado hoy por el mundo de la cultura nacional que la consideraba una de las más importantes representantes del arte colombiano.
El Museo de Arte Moderno de Bogotá, que tiene en su acervo varias de sus obras, la definió como "una de las grandes del arte colombiano", mientras que la Feria Internacional de Arte de Bogotá (ArtBo) se refirió a Hoyos como "un icono de la cultura colombiana".
*Con información de EFE, Semana y El Espectador