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Nicanor Parra: Cien años de antipoesía

"La poesía fue el paraíso del tonto solemne, hasta que vine yo y me instalé con mi montaña rusa"

•elmercuriodigital ▫ Nicanor Parra, el 'anti poeta', cumple 100 años de vida. Lo celebrará recluido en su casa del balneario de Las Cruces en Chile, revisando libros y distante de los homenajes que le prodigan en su país a quien quiso reinventar la poesía.

"Es un privilegio tenerlo vivo, ha marcado a todos los chilenos", dijo la ministra de Cultura, Claudia Barattini, quien pidió a sus connacionales leer sus versos al unísono al mediodía del viernes.

"La poesía fue el paraíso del tonto solemne, hasta que vine yo y me instalé con mi montaña rusa", dijo el artista tras la publicación en 1954 de 'Poemas y Antipoemas'.

Prostitutas, ataúdes e ironías irrumpieron en sus versos, donde llamó a los poetas a clavar las plumas escribanas en las cabezas de sus lectores, proponiendo "echar sangre por boca y narices".

Todo su esfuerzo fue dirigido durante décadas a reinventar el lenguaje poético a partir de las teorías del inglés Ludwig Wittgenstein, quien sostuvo en el siglo XX que el significado de una palabra o proposición estaba en su uso.

A partir de ello, Parra situó el significado y trascendencia de lo poético en lo cotidiano, subvirtiendo el español lírico, como antes lo hiciera el nicaragüense Rubén Darío con la prosa en 'Azul'.

Heredero del modernismo latinoamericano en la rebelión del lenguaje, Nicanor Parra marcó sin embargo distancias en sus usos y tonos, notoriamente más urbanos e irónicos.

De hecho, la 'antipoesía' de Parra es un intento por poetizar lo cotidiano, lo pedestre, la vida del hombre de a pie, como los campesinos y jornaleros de su natal Chillán.

En detalle, el sistema antipoético incluye un personaje antiheroico, humor, sarcasmo y un verso cuyo léxico y sintaxis no obedecen al modelo literario clásico, sino al lenguaje cotidiano.

Su opción literaria lo llevó a ser reconocido con el Premio Nacional de Literatura 1969 y el Cervantes en 2012.

Sus obras, sin embargo, también lo distanciaron del poeta y Premio Nobel de Literatura chileno Pablo Neruda, a quien siempre consideró "ampuloso", un "tonto solemne".

El quiebre definitivo con la lírica tradicional -y Neruda- sucedió en 1954 cuando publicó 'Poemas y Antipoemas', texto que produjo un corte radical en la poesía chilena e hispanoamericana.

A partir de entonces, Parra sufrió su propia maldición. Es decir, fue convertido en un icono, en una figura sacra de la literatura latinoamericana, todo lo que él no quería.

Y este viernes, el campesino y físico que quiso declamar lo cotidiano, será homenajeado con exposiciones en su honor y un concierto en el palacio presidencial de La Moneda, al que casi con certeza no asistirá.


BIOGRAFÍA

Nicanor Segundo Parra Sandoval (San Fabián de Alico, 5 de septiembre de 1914) es un poeta, matemático y físico chileno cuya obra ha tenido una profunda influencia en la literatura hispanoamericana. Considerado el creador de la antipoesía, Parra es, en palabras de Harold Bloom, «incuestionablemente, uno de los mejores poetas de Occidente». El mayor de la Familia Parra —cantera de connotados artistas y músicos de la cultura chilena—, ha sido galardonado con el Premio Nacional de Literatura 1969 y con el Cervantes 2011, entre otros.


El poeta nació en el seno de una modesta familia en San Fabián de Alico, cerca de Chillán y desde pequeño alternó su residencia entre Santiago, Lautaro, Ancud y Chillán. Creció en un ambiente artístico, ya que su padre, Nicanor Parra, era profesor primario y músico, y su madre, Rosa Clara Sandoval Navarrete, "tejedora y modista de origen campesino, también tenía aficiones artísticas y solía cantar canciones folclóricas".

En 1927, ingresó en el Liceo de Hombres de Chillán, hoy Liceo Coeducacional "Narciso Tondreau", donde cursó hasta el quinto año de Humanidades y en 1932 partió a Santiago para terminar la educación secundaria en el Internado Nacional Barros Arana gracias a una beca de la Liga de Estudiantes Pobres. Ahí conoció a Jorge Millas, Luis Oyarzún y Carlos Pedraza, con los cuales tuvo gran afinidad artística.

Posteriormente ingresó al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, donde estudió Matemáticas y Física. También tomó Ingeniería, Derecho e Inglés, pero pronto los abandonó. Financió la universidad desempeñándose como inspector del Internado Nacional Barros Arana. En ese colegio comenzó a publicar, junto a Millas y Pedraza, la Revista Nueva en 1935, donde apareció su primer anticuento, Gato en el camino. Más tarde fue profesor en su alma máter, donde llegó a ser director de Física, cargo al que renunció en 1968.


El primer libro que publicó fue Cancionero sin nombre ese mismo año de 1935. Allí "incorporó la figura métrica del romance, el desarrollo narrativo de los poemas y el hablante poético como personaje de los versos. Según la crítica especializada, el modelo de este poemario fue el Romancero gitano de Federico García Lorca, aunque ya existen elementos que prefiguran la antipoesía. La sintonía con el romance provino del conocimiento de la cultura tradicional campesina que lo rodeó desde niño".

Regresó a Chillán en 1937 para desempeñarse como profesor de matemáticas y física en el liceo donde había estudiado. Al año siguiente obtiene el Premio Municipal de Santiago por su contribución a la física y la matemática.
En 1943 viaja a Estados Unidos a estudiar mecánica avanzada al medio en la Brown University, mediante una beca del Institute of International Education. Regresa en 1946 y se incorpora a la Universidad de Chile como profesor titular de Mecánica Racional. En 1948 es nombrado director interino de la Escuela de Ingeniería de esa institución docente y al año siguiente parte a Inglaterra gracias a la beca del Consejo Británico con la intención de estudiar cosmología en Oxford. Su paso por esos países, particularmente la inmersión en la vida cotidiana de dos sociedades desarrolladas, y su oposición a la poesía tradicional de Pablo Neruda, son fundamentales en la gestación de sus antipoemas.

Vuelve a Chile en 1951, casado con la sueca Inga Palmen. En los Anales de la Universidad de Chile aparece una selección de sus antipoemas. Al año siguiente realiza nuevos avances en la poesía no tradicional, montando junto a Enrique Lihn, Alejandro Jodorowsky y otros la poesía-mural quebrantahuesos, hecha con recortes de diarios.

En 1954 aparece Poemas y antipoemas, su segundo libro, "que produjo un corte radical en la poesía chilena e hispanoamericana, y marcó la irrupción del modelo antipoético". El sistema antipoético incluye entre sus elementos un personaje antiheróico, humor, ironía, sarcasmo y un verso cuyo léxico y sintaxis no obedecen al modelo literario clásico, sino al lenguaje cotidiano. En su país, este nuevo estilo de poesía fue apoyado públicamente por el crítico literario Ignacio Valente, quien ha resultado ser uno de sus máximos divulgadores.

Invitado en 1959 al Congreso Mundial de la Paz en Pekín, vuela primero a Estocolmo, debido a que los viajes a los países del socialismo real, en esa época de la guerra fría, eran controlados por los organismos de seguridad occidentales. Visita a Artur Lundkvist, entonces secretario permanente de la Academia Sueca, y en casa de este conoce a la escritora Sun Axelsson, con quien se unirá sentimentalmente y que motivará, luego, el viaje de ella a Chile.

El mismo Parra ha dicho sobre su obra: “Durante medio siglo la poesía fue el paraíso del tonto solemne hasta que vine yo y me instalé con mi montaña rusa".

Parra es también un artista que ha expuesto su obra visual en Estados Unidos, España y, por supuesto, Chile. Su exposición mediática Obras públicas (2006), presentada en el Centro Cultural Palacio de La Moneda, mostraba una instalación titulada El pago de Chile, en la cual aparecían ahorcados todos los presidentes de ese país, lo que causó gran impacto.

El mismo año presentó el volumen Obras completas I & algo +, que fue el más vendido en la Feria Internacional del Libro de Santiago.
En septiembre de 2010, días después de cumplir 96 años, comenzó una huelga de hambre en apoyo a la treintena de comuneros mapuche que ayunaban desde el 12 de julio del mismo año.

El 1 de diciembre de 2011 fue galardonado con el premio Cervantes, convirtiéndose en el tercer chileno —después de Jorge Edwards en 1999 y Gonzalo Rojas en 2003 — en ganar el Nobel hispanoparlante. Carmen Caffarel, directora entonces del Instituto Cervantes, expresó: «el Premio Cervantes reconoce esta vez no solo la valía de un creador universal, sino también la necesidad de la búsqueda de nuevas formas de expresión y la exploración de las fronteras comunicativas del ser humano». Debido a la avanzada edad del poeta, éste no pudo asistir a la premiación, yendo en su lugar su nieto Cristóbal Ugarte.

El 7 de junio de 2012 fue galardonado con el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, siendo elegido de manera unánime por su gran trayectoria, por su aporte al enriquecimiento del lenguaje poético latinoamericano, por su humor, su ironía, su mirada infatigablemente crítica y por la extraordinaria diversidad de sus búsquedas como antipoeta, poeta visual y traductor. El jurado estuvo conformado por los chilenos Claudio Bertoni y Pedro Gandolfo, el cubano Virgilio López, el inglés Niall Binns y la argentina Valeria Zurano. El premio correspondió a 60 mil dólares, más un diploma y una medalla. Al ser informado de la noticia por el Ministro de Cultura Luciano Cruz-Coke vía telefónica, Parra señaló: No es la primera vez que me dan un premio que no merezco y espero que no sea la última (...) Me querellaré contra quienes resulten responsables.




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