Ir al contenido principal

Menores palestinos describen el régimen de aislamiento y tortura en las prisiones militares israelíes

Diyaa, un niño de 16 años, recuerda haber sido arrojado a una celda sin ventanas, donde pasó 15 días. Fue golpeado, obligado a confesar hechos no atribuibles a él, lo amenazaron con matar a sus padres

•elmercuriodigital ▫ Samer Badawi.- "Yo no me moveré hasta que le diga adiós a mi madre". Por pronunciar estas palabras, Diyaa fue tirado al suelo de su casa familiar, recibiendo patadas, y golpes por parte de los soldados de ocupación israelíes que, dos semanas antes, habían hecho lo mismo a dos de sus amigos. Eran las 3 de la madrugada, y los padres de Diyaa sólo podían ver como su hijo de 16 años fue arrastrado a un jeep del ejército, con los ojos vendados, y al igual que miles de niños palestinos, trasladado a la fuerza a un centro de detención militar israelí en la Cisjordania Ocupada.

Lo que sucedió a continuación, de acuerdo con las declaraciones dadas por Diyaa y sus amigos, se adapta a un patrón de abusos israelíes diseñado para obtener confesiones de los niños palestinos. Entre lo más preocupante de sus experiencias, fueron los prolongados períodos de confinamiento solitario, una táctica correccional generalmente reservado para los adultos, incluso en estos casos, sólo después de que sean condenados.


"Si bien es cierto que, en los Estados Unidos, los niños y los menores son a veces trasladados a una celda de aislamiento, ya sea como una medida disciplinaria o separarlos de las poblaciones de adultos, en el caso de las detenciones militares israelíes, los niños de Palestina se encuentran recluidos en régimen de incomunicación para fines de interrogatorios", dijo Brad Parker, encargado de la promoción internacional y abogado de DCI de Palestina, (Defence for Children International Palestine).

Esto, dice Parker, "equivale a tortura en el derecho internacional."

Aislamiento, interrogatorios y palizas

En el día de su detención, el niño Diyaa de 16 años de edad, recuerda haber sido arrojado a una celda sin ventanas, en donde estuvo durante 15 días. Durante ese tiempo, sólo salió escoltado hacia la sala de interrogatorios. Él estima que fue interrogado unas 15 veces, durante dos horas cada una, todas con los pies y las manos atadas a "una silla baja de metal."

El interrogador acusaba a Diyaa de tirar piedras, un delito que, de acuerdo con la orden militar israelí 11-2009, podría llevar a una condena de hasta 20 años.

"Me preguntó – el interrogador- cuándo tiré piedras y con quién, pero no respondí. Me interrogaron durante unas dos horas. Hizo lo mismo los siguientes cinco días."

En el quinto día, Diyaa cedió. "Tuve que confesarle que tiraba piedras a causa de las horribles condiciones de detención en mi celda. También pensé que me iban a trasladar a una prisión regular si confesaba." Pero incluso después de su "confesión", Diyaa fue llevado de nuevo a su celda. Su aislamiento debía durar otros 10 días, continuando con sus interrogatorios y, esta vez, con palizas.

"Uno de los carceleros me pegaba cada vez que llamaba a la puerta para pedir algo," dijo Diyaa a DCI-Palestina. "Él venía a la celda con otro carcelero, para atarme las manos y los pies, y me pateaban fuerte  mientras yo estaba en el suelo, y me daban puñetazo en el estómago y la cabeza sin ninguna misericordia."

Las confesiones forzadas

El objetivo, se vio después, era extraer otra confesión de lanzamiento de piedras durante un incidente específico al que el amigo de Diyaa, de acuerdo con el interrogador, ya había admitido.

Pero en testimonio jurado al DCI-Palestina, Diyaa negó cualquier implicación en el incidente:

"El interrogador dijo que mi amigo Thabet me acusó en su declaración de tirar piedras con él a un coche de colonos, que el coche volcó y los pasajeros resultaron heridos. Le dije que no era cierto, y que yo estaba en el supermercado local cuando me enteré del incidente".

El amigo de Diyaa, Thabet, resulta que sólo había admitido haber apedreado un vehículo que transportaba a los residentes de un asentamiento ilegal cerca de su ciudad natal de Nablus, en Cisjordania ocupada por Israel. Pero la “confesión” del joven de 16 años de edad, vino después de cuatro días de aislamiento y  abuso, que culminó en una amenaza tan terrible que Thabet aceptó inmediatamente cualquier cargo que se había formulado contra él.

Según Thabet, un interrogador israelí le dijo: "Si no confiesas, voy a arrestar a tus padres, traerlos aquí a esta sala, y matarlos."

"Tenía miedo de que realmente hicieran lo que dijeron que iban a hacer arrestar y matar a mis padres", dijo Thabet a DCI-Palestina. "Así que confesé. Confesé que tiré piedras varias veces a un coche de los colonos, y las piedras golpearon al coche y que éste volcó, y que los pasajeros resultaron heridos."

Valerse por sí mismos

Después de sus "confesiones", Diyaa, Thabet, y un tercer amigo de 17 años, Bashar, también acusado de arrojar piedras, fueron dejados a su suerte, privados de las visitas de familiares y abogados. Parker dice que esto, también, es parte de un patrón del abuso de Israel:

"[los detenidos] Niño menudo se les niega el acceso a un abogado hasta después de ser sometidos a varios días de interrogatorios prolongados y aislamiento", según Parker. "El objetivo aparente," dice, "es obtener una confesión" a toda costa.

Entre los tres, Diyaa, Thabet, y Bashar pasaron un total de 62 días en régimen de aislamiento. En 40 casos similares documentados por DCI-Palestina entre 2012 y 2013, el tiempo promedio de un niño en particular pasó en confinamiento solitario fue de 10 días. El período más largo de reclusión documentado en un solo caso fue de 29 días en total en 2012, mientras que, en 2013, otro niño fue mantenido en aislamiento durante 28 días en total.

"Este patrón de abusos por parte de Israel es grave", dijo Richard Falk, ex Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado. Falk, quien también es profesor emérito de derecho internacional en la Universidad de Princeton, definió el uso por parte de Israel del confinamiento solitario contra los niños "inhumano, cruel, degradante, e ilegal, y, lo más preocupante, es probable que afecte adversamente la salud mental y física de los menores de edad detenidos”.

En octubre de 2013 un informe de The New York Times sobre el uso de interrogatorios entre los adolescentes presos en Estados Unidos llegó a la conclusión que los detenidos eran "demasiado jóvenes para saber lo que era mejor", a menudo se incriminan a sí mismos sin la comprensión de sus derechos legales.

En Cisjordania ocupada por Israel, los niños detenidos no tienen tales derechos. Entre 2008 y 2013, DNI-Palestina documentó 80 casos de niños palestinos detenidos en régimen de incomunicación antes de ser acusado de ningún delito.

Tortura

"El uso de la incomunicación de esta manera es una conducta que equivale a la tortura en el derecho internacional", dice Parker. El Relator Especial de las Naciones Unidas contra la Tortura ha encontrado de manera explícita que la incomunicación, cuando se "utiliza intencionalmente durante la prisión preventiva como una técnica con el fin de obtener información o una confesión" equivale a tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

En más del 97 por ciento de los casos documentados por DCI-Palestina entre 2012 y 2013, "los niños recluidos en régimen de aislamiento no fueron debidamente informados de su derecho a guardar silencio, se les negó acceso a un abogado y no tienen un miembro de la familia presente durante el interrogatorio, "de acuerdo a un informe de mayo de  2014 preparado por la organización. En el mismo período de tiempo, más de las tres cuartas partes de los niños detenidos estaban al desnudo, objeto de abusos físicos, y se les niega el acceso a los alimentos y el agua.

En algunos casos, las autoridades israelíes utilizan el régimen de aislamiento para castigar a los niños ya  detenidos como prisioneros políticos. En abril de este año, un palestino de 15 años de edad, de Jerusalén Este, que había sido condenado a 18 meses de prisión por el lanzamiento de piedras, fue víctima de 25 días de aislamiento por negarse a alimentarse como una medida desesperada que, dice, fue con intención de protestar contra las duras condiciones en que se encontraba recluido. Obaida, cuyo apellido no fue revelado a petición de su familia, dijo a DCI-Palestina que sus carceleros amenazaron con atarlo a la cama y alimentarlo en forma forzada si él no terminaba su huelga de hambre.

Abuso generalizado

Según los casos que DCI-Palestina ha documenta entre el 2012 y 2013, alrededor del 20 por ciento de los niños palestinos detenidos fueron sometidos a confinamiento solitario durante sus interrogatorios. Cualquier "confesión" obtenida por esta práctica son sospechosas, dicen expertos legales. Sin embargo, al igual que los detenidos políticos de mayor edad, los niños palestinos tienen pocas posibilidades de defenderse en los tribunales militares israelíes, que funcionan bajo un conjunto de directivas diseñadas explícitamente para "administrar" la ocupación israelí.

Los “Jueces” de los tribunales militares israelíes rara vez excluyen las confesiones u otras pruebas obtenidas a partir de los interrogatorios coercitivos, dice Parker. "A los niños palestinos detenidos se les niega el acceso a un abogado, son maltratados y torturados, y luego se encuentran ante un proceso de corte militar que cae drásticamente a las normas internacionales de justicia para los menores."

A partir de septiembre, DCI-Palestina registró 182 niños palestinos detenidos por Israel. Desde el año 2000, se estima que 8.000 niños palestinos han sido detenidos y procesados en el sistema de tribunales militares israelíes.

En cuanto a Diyaa, Thabet, y Bashar, los tres amigos ya han comparecido ante un juez militar para enfrentar cargos por el lanzamiento de piedras. Los tres han sido retirados del confinamiento solitario, pero se enfrentan a un destino incierto en un sistema judicial que no es el suyo. Mientras tanto, los tres continúan siendo atormentados por el recuerdo de su detención e interrogatorio.

"Yo tenía mucho miedo de ellos", dijo Thabet de sus interrogadores. "Habían cinco de ellos, y eran enormes en comparación a mí."

Samer Badawi es un colaborador independiente para la Defensa de los Niños Internacional Palestina. Con sede en Washington, DC, pasó el verano informando desde n Gaza para +972 Mag. Síguelo el @samwithaner.

Palestinian children describe solitary confinement in Israeli military prisons

Palestina Libre




">


ARCHIVOS

Mostrar más


OTRA INFORMACIÓN ES POSIBLE

Información internacional, derechos humanos, cultura, minorías, mujer, infancia, ecología, ciencia y comunicación

El Mercurio Digital (elmercuriodigital.es) se edita bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra información es posible




AI FREE: DIARIO LIBRE DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL