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Decenas de civiles han muerto o resultado heridos por fuego antiaéreo y ataques aéreos contra depósitos de armas en Yemen

Amnistía Internacional pide al grupo armado Huthi que no utilice munición antiaérea con detonador de contacto y que tome precauciones adicionales para proteger a la población civil cuando utilice otras municiones antiaéreas

•elmercuriodigital ▫ En Saná, decenas de personas han sido víctimas de las municiones antiaéreas disparadas por el grupo armado Huthi que detonaron tras caer en zonas pobladas y causaron la muerte y mutilación de civiles, ha informado Amnistía Internacional.

Durante un viaje de una semana a la capital yemení, la organización habló con el personal médico de nueve hospitales y con habitantes de la zona, quienes le dijeron que la principal causa de víctimas en la capital había sido la munición antiaérea. Los ataques aéreos lanzados por la coalición encabezada por Arabia Saudí contra depósitos de armas en zonas residenciales han provocado más explosiones, y también han matado y herido a civiles.

“Los residentes de Saná se han visto atrapados en un mortífero fuego cruzado entre los ataques aéreos de la coalición encabezada por Arabia Saudí y la munición antiaérea del grupo armado Huthi. Ninguna de las dos partes ha tomado las precauciones necesarias para proteger vidas civiles, lo cual constituye una violación de las leyes de la guerra. En lugar de eso, han lanzado ataques que han tenido consecuencias devastadoras para la población civil”, ha manifestado Lama Fakih, asesora general sobre respuesta a las crisis de Amnistía Internacional.

“Para los civiles afectados, da igual cuál de los dos bandos sea el responsable. El precio que pagan es el mismo.”

Fuego antiaéreo

Un médico del hospital de Al Thawra, uno de los hospitales públicos más grandes de Saná, dijo a Amnistía Internacional que la inmensa mayoría –en torno al 90 por ciento– de los pacientes ingresados con heridas de guerra en el hospital habían resultado heridos por fuego antiaéreo. Según dijo, antes del alto el fuego de cinco días de la semana pasada, en el hospital ingresaban a diario entre 17 y 23 pacientes con heridas de ese tipo. Un segundo médico del hospital confirmó también que la mayoría de los 1.024 pacientes heridos tratados allí durante el primer mes del conflicto habían resultado heridos asimismo por fuego antiaéreo.

Estas afirmaciones fueron respaldadas por el personal del hospital Germano-Saudí y del Hospital Moderno de Al Muyyad, donde un médico dijo a Amnistía Internacional que la mayoría de las personas heridas allí tratadas eran mujeres y niños con heridas de fragmentación causadas por munición antiaérea.

“El enorme número de heridas causadas por fuego antiaéreo en Saná señala un inquietante patrón de ataques en los que se está burlando la obligación, establecida por el derecho internacional, de proteger a los civiles durante un conflicto”, ha manifestado Lama Fakih.

Amnistía Internacional se reunió también con los padres de un niño muerto y con cuatro civiles que habían resultado heridos por fuego antiaéreo, entre ellos un niño de nueve años que había sufrido fractura de una pierna y heridas de fragmentación en el estómago, la ingle y un pie.

Vecinos del barrio de Bab al-Shab Sa'wan, en el este de Saná, Yemen, afectados por un ataque aéreo saudí. Mueren 17 personas en el acto.© AI
Fatmeh, madre de dos hijos, resultó herida junto con su bebé de un año y medio cuando un proyectil antiaéreo impactó en su casa de Saná el 30 de marzo. Sufrió varias heridas de fragmentación en la cabeza, la mano y el cuerpo.

Los padres de Karim Ali al Sagheer Farhan, de 13 años, describieron a Amnistía Internacional lo que le sucedió a su hijo, muerto el 27 de abril por un proyectil antiaéreo cuando salía de su casa camino de la mezquita para la oración del mediodía.

“Le oí gritar Allahu Akbar y recitar la shahada. Me puse la abaya y vi a los vecinos que lo llevaban al hospital […] Supe que había sido munición antiaérea por el ruido. Aquel día no hubo bombardeos”, declaró la madre de Karim.

El aparente uso, por parte del grupo armado Huthi, de munición antiaérea que detona al hacer impacto –lo que se conoce como detonador de contacto–, en lugar de con un avión o cuando ha aterrizado, o el uso indebido de munición de explosión aérea, ha causado la muerte y mutilación de civiles, y equivale a un incumplimiento de la obligación de tomar medidas adecuadas para proteger a la población civil, establecida en el derecho internacional humanitario.

La munición antiaérea de explosión aérea está diseñada para detonar en el aire, y reducir así las bajas civiles. Una grabación de vídeo en la que se ve el fuego antiaéreo disparado por Huthi en Saná el 20 de mayo muestra claramente que, al menos en algunos casos, el grupo armado está utilizando munición de explosión aérea.

Amnistía Internacional pide al grupo armado Huthi que no utilice munición antiaérea con detonador de contacto y que tome precauciones adicionales para proteger a la población civil cuando utilice otras municiones antiaéreas, incluida la de explosión aérea.

El grupo armado Huthi y su brazo político Ansarullah deben también investigar los casos en los que, según la información disponible, su munición antiaérea ha causado daños a civiles, y deben indemnizar a quienes han sufrido daño, con medidas que incluyen el pago de su tratamiento médico y la reparación de los bienes dañados.

Ataques aéreos contra depósitos de armas

Muchas de las demás víctimas civiles de los hospitales que Amnistía Internacional visitó habían resultado heridas por explosiones secundarias cuando los ataques aéreos de la coalición encabezada por Arabia Saudí alcanzaron un depósito de armas en el barrio de Mount Nuqum el 11 de mayo.

Amnistía Internacional entrevistó a cuatro residentes de Mount Nuqum que habían presenciado el ataque y a otros siete que habían resultado heridos en explosiones secundarias causadas por los ataques aéreos, entre ellas cuatro niños y dos mujeres. Una de las mujeres heridas dijo que su hijo había muerto en la misma explosión que la había herido a ella. En el ataque murieron unas 40 personas, según el Ministerio de Salud, pero Amnistía Internacional no ha podido verificar de forma independiente esta cifra. En los hospitales de Al Thawra y Kuwait ingresaron para tratamiento casi 140 personas heridas en el ataque, según el personal y los registros hospitalarios.

Decenas de residentes resultaron asimismo heridos en un ataque aéreo anterior lanzado el 20 de abril contra un depósito de armas en Faj Attan, a las afueras de Saná.

Todos los residentes afectados por las explosiones de Mount Nuqum o Faj Attan dijeron a Amnistía Internacional que las fuerzas de coalición no habían dado ningún aviso previo del ataque inminente, a pesar de la aparente viabilidad de dar dicho aviso y de la probabilidad de que los civiles que vivían tan cerca del depósito resultaran heridos por explosiones secundarias. El no dar un aviso efectivo en esas circunstancias constituye una violación de las normas del derecho internacional humanitario. Los graves daños sufridos por la población civil a consecuencia de estos ataques suscitan también preocupación respecto a la proporcionalidad de dichos ataques.

Amnistía Internacional pide a Arabia Saudí y a los demás países de la coalición implicados en ataques aéreos que tomen todas las precauciones posibles para reducir al mínimo el riesgo para los civiles, conforme establece el derecho internacional humanitario. Esto incluye cancelar o suspender un ataque si se hace evidente que el objetivo no es militar o que el ataque es probablemente desproporcionado, y dar un aviso efectivo de los ataques que puedan afectar a civiles, a menos que las circunstancias no lo permitan. Además, el grupo armado Huthi debe alejar sus posiciones militares de las zonas civiles pobladas siempre que sea factible.

Dado el creciente número de bajas en Yemen, Amnistía Internacional pide asimismo a todos los Estados suministradores de armas, munición, adiestramiento o cualquier otra tecnología o ayuda militar a Arabia Saudí que apliquen una cautela extrema y demuestren que ninguna de sus transferencias militares contribuirán a nuevas muertes y heridas de civiles.

“Ahora que se están reanudando los ataques aéreos y el fuego antiaéreo en Yemen, el número de víctimas civiles está ya empezando a aumentar”, ha manifestado  Lama Fakih.

“Hasta el momento, las dos partes han mostrado una escalofriante indiferencia hacia el mortífero impacto de sus acciones en los civiles. Todas las partes del conflicto pueden y deben tomar todas las medidas posibles para reducir al mínimo el riesgo de la población civil.” Los ataques aéreos de la coalición han causado la muerte a cientos de civiles desde que comenzaron el 25 de marzo de 2015. Amnistía Internacional ha documentado varios casos en los que los ataques aéreos pueden haber violado las normas del derecho internacional humanitario.





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