Ir al contenido principal

La salud de hierro del documental musical

'A 20 PASOS DE LA FAMA' (20 FEET FROM STARDOM), DE MORGAN NEVILLE

FERNANDO BLANCO.- El género documental vive momentos de esplendor gracias, en parte, a la capacidad de magníficos directores de renovar el formato e indagar en temas de indudable interés para el espectador. Y uno de esos formatos es el musical. El Oscar al mejor documental de 2013 fue para ‘Searching for the sugar man’, sobre la figura del músico Sixto Rodríguez, que estuvo en esta sección al estrenarse en España. Un año después, el premio fue para otro documental musical titulado ‘A 20 pasos de la fama’ (’20 feet from stardom’), dirigido por Morgan Neville, un cineasta ya curtido en este género. Tuve ocasión de verlo hace unas semanas en pantalla grande y fue como una bofetada: ¿dónde estaba yo el día que se estrenó en España?; ¿por qué no lo había visto antes? Es una de esas películas que te pegan a la butaca desde el minuto uno hasta los créditos finales, dejándote la sensación de querer ver y saber más.



La sinopsis es sencilla: orígenes, glorias, miserias y fracasos de las coristas, esas voces femeninas que están ‘a 20 pasos’ de la estrella en el escenario. Extraordinarias voces con una afinación perfecta y unas dotes insólitas para moverse por varias octavas de la escala tonal sin despeinarse, acoplando sus variaciones tímbricas en los momentos álgidos de las canciones a la voz solista. Mujeres en su mayor parte negras que fueron sustituyendo a los escrupulosos y pudorosos coros blancos en la música estadounidense a medida que la lucha contra la segregación racial ganaba terreno. Ellas, chicas con un montón de horas de escuela en los coros de sus iglesias. Ellas, ya adolescentes casi mujeres que le dan una dimensión celestial a la música soul en un principio para luego ser indispensables en las grabaciones de estudio y en los conciertos de cualquier estilo: blues, funky, pop, rock, folk.

Acompañaron a los grandes desde el anonimato. A James Brown, Ray Charles, Stevie Wonder, Mikel Jackson, The Rolling Stones, Joe Cocker, Lou Reed y cientos más. Incluso esas voces negras fueron requeridas para un grupo de marcado acento blanco del sur estadounidense, Lynyrd Skynyrd, en el tema de fama mundial “Sweet home Alabama”. El documental está muy bien trazado en su línea narrativa. De entrada, nos cautiva con interpretaciones de algunas de esas coristas en la actualidad; después, nos cuenta su historia, cómo se hacen un hueco en la música, sus grandes momentos. Cuando el espectador las tiene en la cumbre, pasamos a la otra realidad, la de los productores como Phil Spector que se aprovechaba de sus cualidades vocales para lanzar a la fama a otros combos. O la despiadada actitud de Ike Turner.

Algunas de ellas intentaron dar el salto y convertirse en solistas. De nuevo la cruda verdad. Para alcanzar el estrellato no basta sólo con cantar bien. Eso lo explica muy bien Sting, uno de los entrevistados. Por eso la mayoría de ellas fracasaron. Se salvó -y sólo tras varias piruetas en su larga trayectoria musical- Darlene Love, quien acaba de publica un nuevo álbum con ya 74 años. Cada uno de los entrevistados afina en detalles. Mike Jagger da la clave sobre que no se imagina a él mismo haciendo coros toda la vida; Stevie Wonder destaca que temas icónicos como “Walk on the wild side” de Lou Reed o “What’d I say” de Ray Charles carecerían de su fuerza sin las voces de esas coristas. Y que hoy las voces de coro están en caída libre, las tendencias son otras. Una lástima.

Las protagonistas son Lisa Fischer, Darlene Love, Merry Clayton, Táta Vega, Judith Hill. Simplemente, genial.
Publicado en el Nº 290 de la edición impresa de Mundo Obrero noviembre 2015




•elmercuriodigital• 




ARCHIVOS

Mostrar más


OTRA INFORMACIÓN ES POSIBLE

Información internacional, derechos humanos, cultura, minorías, mujer, infancia, ecología, ciencia y comunicación

El Mercurio (elmercuriodigital.es), editado por mercurioPress/El Mercurio de España bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra información es posible