Escombros no es un cuaderno de poes铆a com煤n. Para ser exactos, se trata de una chatarra. Una miniatura armada con anillos de bronce y cubierta de hojalata de las marcas Bucanero y Cristal. Con sus 10 cm de alto y 7 de ancho, cada volumen puede asumirse como pieza de artesan铆a o como libro, nos cuenta el autor de estas curiosas obras.

Foto: Alejandro Ulloa
Yenys Laura Prieto Velazco.- Osmel Almaguer no recuerda exactamente cu谩ndo comenz贸 a recoger latas, en plena calle, para transformarlas en libros. Todo empez贸 de manera casual, asegura. “Como poeta, buscaba comunicarme mejor con la gente y que esa obra me reportara alg煤n dinero.” Inspirado en las artesan铆as de hojalata, surgieron los primeros libros de la colecci贸n.
“Se trata de un conjunto de textos breves que responden al concepto de poes铆a chatarra en concordancia con los materiales que conforman el libro”. Seg煤n nos revela, en los poemas predomina “un lenguaje marginal, y aparecen soluciones graciosas y hasta grotescas”. Su verdadero trasfondo es la ciudad con sus ruidos, historias y pulsiones.
“Adem谩s del trabajo con las latas de cerveza y de refresco, experiment茅 con otros materiales desechados y fui haciendo los ajustes”, precisa Osmel.
“Finalmente apost茅 por los envases de cerveza porque conservan esa idea de la embriaguez, de lo que est谩 mal, de traspasar un l铆mite.”

Osmel Almaguer es el creador de Ediciones Hojalata. Foto: Alejandro Ulloa
Desde la primera vez que mostr贸 el libro en p煤blico, pudo comprobar el encanto que despierta. Fue entonces cuando pens贸 en la posibilidad de convertirlo en un objeto llamativo y 煤til, ideal para un regalo. “Ten铆a la intenci贸n de venderlo en las ferias de artesan铆a pero luego me di cuenta de que no era tan factible como negocio al no contar con una patente.”
Por eso todav铆a no los vende, o por lo menos no produce para vender.
El proceso de fabricaci贸n es bastante simple. Es necesario tener una pinza, una chaveta, tijeras y una guillotina. “Los anillos de cobre que sostienen el cuaderno se pueden encontrar, por ejemplo, en cables de electricidad. Adem谩s, yo mismo imprimo y recorto las hojas para finalmente pegarlas con acetato.”
“En un d铆a puedo hacer hasta dos libros, sin embargo no puedo dedicarle todo el tiempo porque debo resolver los problemas dom茅sticos. En mi caso tengo dos trabajos que me limitan la producci贸n de estos cuadernos y para hacer una presentaci贸n seria debo reunir la mayor cantidad posible de ejemplares.”
Hace casi dos a帽os este joven poeta sue帽a con armar una editorial. Ya tengo nombre para el proyecto, me dice. “Ediciones Hojalata”. Pero ese es un camino lejano todav铆a, para el cual es necesario conseguir un ISBN.
No parece muy optimista porque seg煤n afirma “a pesar de todos los cambios actuales, el pa铆s no est谩 listo todav铆a para tratar con personas no jur铆dicas”.

Foto: Alejandro Ulloa
Hasta el momento solo cuenta con una cantidad reducida de libros, no obstante, espera que su obra tambi茅n pueda inspirar a otros j贸venes autores interesados en tener sus propios cuadernos en miniatura. Ahora mismo es “un proyecto m谩s espiritual que econ贸mico” pero m谩s adelante, le gustar铆a presentar sus libros de hojalata en Ferias del Libro dentro y fuera de Cuba.
“En la peque帽a escala donde el cuaderno se ha movido ha funcionado perfectamente. Cualquier persona ha sido capaz de sorprenderse con 茅l o al menos de sonre铆r. Yo quer铆a un libro capaz de atraer a mucha gente.”
Quiz谩s pueda obtener alg煤n tipo de patrocinio, es una puerta que no se debe cerrar, me dice. Mientras tanto, Escombrossigue movi茅ndose de modo “subterr谩neo” en bibliotecas personales y pe帽as literarias. Pasa de mano en mano entre amigos y lectores curiosos que reconocen los atractivos de un libro “reciclable” y “reciclado” que tuvo su origen en la basura.
RNW
•elmercuriodigital•

Foto: Alejandro Ulloa
Yenys Laura Prieto Velazco.- Osmel Almaguer no recuerda exactamente cu谩ndo comenz贸 a recoger latas, en plena calle, para transformarlas en libros. Todo empez贸 de manera casual, asegura. “Como poeta, buscaba comunicarme mejor con la gente y que esa obra me reportara alg煤n dinero.” Inspirado en las artesan铆as de hojalata, surgieron los primeros libros de la colecci贸n.
“Se trata de un conjunto de textos breves que responden al concepto de poes铆a chatarra en concordancia con los materiales que conforman el libro”. Seg煤n nos revela, en los poemas predomina “un lenguaje marginal, y aparecen soluciones graciosas y hasta grotescas”. Su verdadero trasfondo es la ciudad con sus ruidos, historias y pulsiones.
“Adem谩s del trabajo con las latas de cerveza y de refresco, experiment茅 con otros materiales desechados y fui haciendo los ajustes”, precisa Osmel.
“Finalmente apost茅 por los envases de cerveza porque conservan esa idea de la embriaguez, de lo que est谩 mal, de traspasar un l铆mite.”

Osmel Almaguer es el creador de Ediciones Hojalata. Foto: Alejandro Ulloa
Desde la primera vez que mostr贸 el libro en p煤blico, pudo comprobar el encanto que despierta. Fue entonces cuando pens贸 en la posibilidad de convertirlo en un objeto llamativo y 煤til, ideal para un regalo. “Ten铆a la intenci贸n de venderlo en las ferias de artesan铆a pero luego me di cuenta de que no era tan factible como negocio al no contar con una patente.”
Por eso todav铆a no los vende, o por lo menos no produce para vender.
El proceso de fabricaci贸n es bastante simple. Es necesario tener una pinza, una chaveta, tijeras y una guillotina. “Los anillos de cobre que sostienen el cuaderno se pueden encontrar, por ejemplo, en cables de electricidad. Adem谩s, yo mismo imprimo y recorto las hojas para finalmente pegarlas con acetato.”
“En un d铆a puedo hacer hasta dos libros, sin embargo no puedo dedicarle todo el tiempo porque debo resolver los problemas dom茅sticos. En mi caso tengo dos trabajos que me limitan la producci贸n de estos cuadernos y para hacer una presentaci贸n seria debo reunir la mayor cantidad posible de ejemplares.”
Hace casi dos a帽os este joven poeta sue帽a con armar una editorial. Ya tengo nombre para el proyecto, me dice. “Ediciones Hojalata”. Pero ese es un camino lejano todav铆a, para el cual es necesario conseguir un ISBN.
No parece muy optimista porque seg煤n afirma “a pesar de todos los cambios actuales, el pa铆s no est谩 listo todav铆a para tratar con personas no jur铆dicas”.

Foto: Alejandro Ulloa
Hasta el momento solo cuenta con una cantidad reducida de libros, no obstante, espera que su obra tambi茅n pueda inspirar a otros j贸venes autores interesados en tener sus propios cuadernos en miniatura. Ahora mismo es “un proyecto m谩s espiritual que econ贸mico” pero m谩s adelante, le gustar铆a presentar sus libros de hojalata en Ferias del Libro dentro y fuera de Cuba.
“En la peque帽a escala donde el cuaderno se ha movido ha funcionado perfectamente. Cualquier persona ha sido capaz de sorprenderse con 茅l o al menos de sonre铆r. Yo quer铆a un libro capaz de atraer a mucha gente.”
Quiz谩s pueda obtener alg煤n tipo de patrocinio, es una puerta que no se debe cerrar, me dice. Mientras tanto, Escombrossigue movi茅ndose de modo “subterr谩neo” en bibliotecas personales y pe帽as literarias. Pasa de mano en mano entre amigos y lectores curiosos que reconocen los atractivos de un libro “reciclable” y “reciclado” que tuvo su origen en la basura.
RNW
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