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"Estoy en guerra "

CARTA de Susana Mart铆nez

Sal铆 temprano, muy temprano, en medio de la lluvia. Esas gotas fr铆as eran como un somn铆fero por las constantes olas de calor, que 煤ltimamente nos agobia. Luego, como un milagro sali贸 el sol, burl谩ndose de los pron贸sticos de Inameh. Ese d铆a, como siempre dispuesta a confrontar la calle… esas situaciones que nos asedia continuamente. Estoy en guerra, pens茅: en guerra conmigo misma, en guerra con mis demonios, en guerra por la impotencia... en guerra con la misma guerra. A resumidas cuentas estamos sumergidos, en una especie de resistencia urbana, donde los poderosos inconformes, se comen a pedazo la esperanza de los d茅biles.
En el camino, las enormes colas dibujaban como arco iris la ciudad. La gente peleando contra lo banal y lo cotidiano. Quiz谩s, impaciente… con muchas preguntas y pocas respuestas.

Pudiera estar en paz, dispar谩ndola un misil a mi conciencia. Y ver al mundo a trav茅s de los ojos de Lorenzo Mendoza, que por cierto tambi茅n se siente en combate. Ahora, cansado del bla,bla,bla. Su inconformidad lo lleva a recibir d贸lares a 6,30, logrando que el pueblo haga colas por sus productos y recibiendo como recompensa: el incremento desmedido de los mismos.

¿Pudiera estar en guerra Lorenzo Mendoza? Aquel su majestad, joven empresario, buenmozo para algunas, detestable para otros. Ese que recordamos, al son de “si se puede”: la madre que amasa la arepa, al ni帽o que juega beisbol y los cuentos continuos de sus micro empresarios.

Sin embargo, luego de escuchar sus propuestas ante la crisis, qued茅 convencida que, sus ganas de producir se resumen en una sola cosa: Quiero d贸lares: Analice usted: gracias al pap谩 estado, que prev茅 de d贸lares preferenciales, capaz de aminora gastos, produciendo un libertinaje empresarial.

Pudiera sonar antip谩tico para algunos –quiz谩s est茅 exagerando– pero aqu铆 lo impera es: “Sin d贸lares no hay felicidad” o Amor sin d贸lares no dura. Lo observamos, en las org谩smicas expresiones de algunos empresarios. Esto me recuerda, aquella canci贸n: ...\"cada quien tiene su puesto hace su papel, le sacan el jugo, paga y se va\". Es lo m谩s parecido a un orgasmo fingido. De alg煤n modo, no se pueden colocar a todos en un mismo saco. Pero, como dec铆a Cantinflas: “No sospecho de nadie, pero desconfi贸 de todos”

Es cierto, estamos en guerra. Pero, ninguna puede combatirse con indiferencia y mucho menos dispersos. Esta no puede ser la excepci贸n.





SUSANA MARTINEZ









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