Reconoce haberse quedado en sujetador en la capilla de la Complutense y asegura que un torso "no tiene porqué ser ofensivo"

Servimedia.- La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre (Ahora Madrid), aseguró este jueves en el juicio que se sigue en su contra por el asalto a la capilla de la Universidad Complutense en 2011, que defiende "aquello que se hizo" y las "protestas legítimas y pacíficas", que son "propias de un Estado de Derecho". Reconoció haberse quitado la camiseta en la protesta y argumentó que un torso descubierto "no tiene por qué ser ofensivo".
Maestre y Héctor Meleiro fueron juzgados este jueves por un delito contra los sentimientos religiosos cometido presuntamente cuando un grupo de manifestantes entraron en la capilla de la Universidad Complutense en 2011 y con el torso desnudo corearon lemas contra la iglesia. El fiscal pide para ellos una condena a un año de cárcel y pena accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo.
A preguntas de la fiscal, la portavoz del Ayuntamiento de Madrid se reafirmó en defender "las protestas legítimas y pacíficas", y aunque se negó a calificar los actos de "correctos", sí insistió en que "las protestas legítimas y pacíficas, como fue esa, son propias de un Estado de Derecho".
Pese a esta defensa, y "vistas las consecuencias" de unos hechos que se desarrollaron "en cinco minutos hace cinco años", dijo, "intuyo que nadie volvería a hacer una cosa así".
NO QUISO OFENDER
La edil aseguró al ministerio público que su participación en los actos fue espontánea y nunca tuvo la intención de ofender a la religión católica ni a los creyentes, sino únicamente protestar por la presencia de un lugar de culto en una universidad pública de un Estado aconfesional.
La fiscal preguntó a Maestre si, con 22 años y estudiando Ciencias Políticas, conocía los derechos fundamentales, entre ellos la libertad religiosa. "Claro", respondió la acusada, "pero no estábamos hablando de la libertad religiosa, sino de que una facultad pública, con una histórica carencia de espacio, dedicara uno a una capilla católica o de cualquier otra confesión".
La encausada se negó a responder a las preguntas de las dos acusaciones particulares, ejercidas por Alternativa Española y por el Centro de Estudios Jurídicos Tomás Moro.
Maestre pidió disculpas a todos aquellos que pudieran haberse sentido ofendidos por estos hechos, aunque su intención, aseguró, nunca fue ofender a los católicos.
DISCULPAS
A preguntas de su abogado, aseguró que en el momento de la protesta no tuvo conciencia de estar cometiendo un delito. Además, la concejala explicó que pidió audiencia al arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, al que explicó el sentido de su protesta, y pidió disculpas por las posibles ofensas.
El prelado, relató, restó importancia a estos hechos, que consideró vinculados a la juventud de sus protagonistas, y le transmitió la importancia de que los poderes públicos se comprometieran en la defensa de la libertad religiosa.
Rita Maestre reconoció haber sido miembro de 'Contrapoder' y haber participado con frecuencia en protestas durante su etapa universitaria. Insistió en que nunca tuvo conocimiento de que hubiera una convocatoria para esta manifestación y reiteró que se sumó al grupo que marchaba hacia la capilla de manera fortuita.
Preguntada por la fiscal sobre si coreó las frases "vamos a quemar la Conferencia Episcopal", "el Papa no nos deja comernos las almejas", "menos rosarios y más bolas chinas", "contra el Vaticano poder clitoriano", "arderéis como en el 36" y "sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios", Maestre dijo no recordar "la literalidad de lo que se dijo".
La concejala relató que en un momento de la protesta, que no duró más de cinco minutos, se quitó la camiseta, quedando en sujetador, acto que decidió en el mismo momento de producirse y que no tenía planeado con anterioridad. En cualquier caso, defendió que un torso descubierto "no tiene por qué ser ofensivo" para nadie.
Por su parte, Meleiro hizo manifestaciones en el mismo sentido que la edil y defendió también que fue un acto de protesta pacífica, negando en todo momento que se produjera un encontronazo con el capellán o que hubiera empujones.
EL CAPELLÁN
El sacerdote Rafael Hernando, capellán de la capilla de la Universidad Complutense en el campus de Somosaguas, reconoció en el juicio que no vio "mujeres en ropa íntima" durante la protesta y, en concreto, no vio a la edil con el torso desnudo ni la escuchó profiriendo frases ofensivas contra la iglesia o blasfemias.
Hernando y Maestre eran compañeros de clase en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense. Su relación era "normal" entre compañeros, según dijo el sacerdote durante su declaración como testigo.
El capellán relató que esa mañana se encontraba en su despacho cuando comenzó a oír voces que personas que se iban acercando. Salió a la puerta y allí se encontró con un grupo de una docena de personas, encabezadas por dos, una de ellas Rita Maestre, que le dio la impresión de que actuaba de líder de la marcha, aunque no pudo certificar que lo fuera. Previamente, la concejala había declarado que se situó a mitad de la marcha.
Tras cruzar unas palabras y pedirles que no entraran en la iglesia, explicó Hernando, le acabaron empujando y él se apartó. Según respondió a la defensa, su impresión es que "no querían agredirme, querían pasar, pero me agredieron".
El testigo aseguró que en los días previos no vio ninguna pancarta en la facultad anunciando la protesta. "No vi ninguna convocatoria para ir a la capilla", indicó, únicamente observó que en la semana anterior algunas personas que no acudían habitualmente a la capilla entraban para ver el interior.
El día de la protesta no se estaba celebrando ningún acto litúrgico, puesto que los hechos duraron cinco minutos y se produjeron a las 13.00 horas, cuando la misa se celebra todos los días a las 13.30 horas.
El capellán declaró que finalmente unas 40 personas entraron en la capilla. Él, mientras tanto, se quedó en el vestíbulo "sin saber que hacer" y desde allí no escuchó las consignas que se corearon dentro, ni los textos que se leyeron. Oía voces, pero no logró entender su contenido, ni tampoco vio a ninguna de las participantes en la protesta con el torso descubierto.
TESTIGOS
Varios de los testigos negaron que hubiera una convocatoria expresa desde la organización 'Contrapoder', de la que Maestre y Meleiro fueron miembros durante su etapa universitaria. Y varios también echaron mano de mala memoria para evitar responder a las acusaciones particulares.
Muchos coincidieron en describir la Facultad de Ciencias Políticas como un foco de activismo y de efervescencia social y política, donde con frecuencia se convocaban protestas y acciones críticas de todo tipo. Ninguno de ellos identificó a los acusados como participantes en el acto, ni reconoció las pancartas que supuestamente se colgaron en la entrada de la facultad anunciando la convocatoria.
Uno de los testigos que prestó declaración y que se encontraba en la capilla orando en el momento de la protesta confirmó que se pronunciaron frases ofensivas hacia la religión y los creyentes y aunque no pudo calificar de violenta la actuación, sí dijo haber vivido con mucha ansiedad el suceso.
Reconoció que no hubo actos violentos por parte del grupo, pero puntualizó que "lo que para unos no es violento, para otros sí lo es". El testigo explicó que se quedó en la capilla hasta el final para evitar que se produjera cualquier desperfecto en el mobiliario o los objetos sacros, cosa que no sucedió ni estuvo en riesgo.
La testigo Gema Sánchez insistió en que Maestre "tuvo un papel activo y gritó como todas las demás", aunque no pudo certificar que ejerciera de líder del grupo. Admitió que en el momento de la protesta no reconoció a los acusados y así lo dijo a la policía, pero "con la eclosión del 15-M" se dio cuenta de su identidad.
Otra de las personas que rezaba en el momento de la protesta, Javier Diaz Sanz, aseguró al tribunal que algunos de los manifestantes formaron "un círculo bien organizado alrededor del altar", pero que no puede identificar a Maestre porque no la conocía.
Ambos se declararon hondamente ofendidos por estos hechos. Sánchez dijo que el manifiesto leído en el acto pretendía la burla.
La magistrada presidenta del tribunal le preguntó qué actos o palabras indicaban que el grupo estaba haciendo mofa, a lo que la testigo respondió que mientras se daba lectura al texto, los demás escuchaban atentos.
•elmercuriodigital•
Servimedia.- La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre (Ahora Madrid), aseguró este jueves en el juicio que se sigue en su contra por el asalto a la capilla de la Universidad Complutense en 2011, que defiende "aquello que se hizo" y las "protestas legítimas y pacíficas", que son "propias de un Estado de Derecho". Reconoció haberse quitado la camiseta en la protesta y argumentó que un torso descubierto "no tiene por qué ser ofensivo".
Maestre y Héctor Meleiro fueron juzgados este jueves por un delito contra los sentimientos religiosos cometido presuntamente cuando un grupo de manifestantes entraron en la capilla de la Universidad Complutense en 2011 y con el torso desnudo corearon lemas contra la iglesia. El fiscal pide para ellos una condena a un año de cárcel y pena accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo.
A preguntas de la fiscal, la portavoz del Ayuntamiento de Madrid se reafirmó en defender "las protestas legítimas y pacíficas", y aunque se negó a calificar los actos de "correctos", sí insistió en que "las protestas legítimas y pacíficas, como fue esa, son propias de un Estado de Derecho".
Pese a esta defensa, y "vistas las consecuencias" de unos hechos que se desarrollaron "en cinco minutos hace cinco años", dijo, "intuyo que nadie volvería a hacer una cosa así".
NO QUISO OFENDER
La edil aseguró al ministerio público que su participación en los actos fue espontánea y nunca tuvo la intención de ofender a la religión católica ni a los creyentes, sino únicamente protestar por la presencia de un lugar de culto en una universidad pública de un Estado aconfesional.
La fiscal preguntó a Maestre si, con 22 años y estudiando Ciencias Políticas, conocía los derechos fundamentales, entre ellos la libertad religiosa. "Claro", respondió la acusada, "pero no estábamos hablando de la libertad religiosa, sino de que una facultad pública, con una histórica carencia de espacio, dedicara uno a una capilla católica o de cualquier otra confesión".
La encausada se negó a responder a las preguntas de las dos acusaciones particulares, ejercidas por Alternativa Española y por el Centro de Estudios Jurídicos Tomás Moro.
Maestre pidió disculpas a todos aquellos que pudieran haberse sentido ofendidos por estos hechos, aunque su intención, aseguró, nunca fue ofender a los católicos.
DISCULPAS
A preguntas de su abogado, aseguró que en el momento de la protesta no tuvo conciencia de estar cometiendo un delito. Además, la concejala explicó que pidió audiencia al arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, al que explicó el sentido de su protesta, y pidió disculpas por las posibles ofensas.
El prelado, relató, restó importancia a estos hechos, que consideró vinculados a la juventud de sus protagonistas, y le transmitió la importancia de que los poderes públicos se comprometieran en la defensa de la libertad religiosa.
Rita Maestre reconoció haber sido miembro de 'Contrapoder' y haber participado con frecuencia en protestas durante su etapa universitaria. Insistió en que nunca tuvo conocimiento de que hubiera una convocatoria para esta manifestación y reiteró que se sumó al grupo que marchaba hacia la capilla de manera fortuita.
Preguntada por la fiscal sobre si coreó las frases "vamos a quemar la Conferencia Episcopal", "el Papa no nos deja comernos las almejas", "menos rosarios y más bolas chinas", "contra el Vaticano poder clitoriano", "arderéis como en el 36" y "sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios", Maestre dijo no recordar "la literalidad de lo que se dijo".
La concejala relató que en un momento de la protesta, que no duró más de cinco minutos, se quitó la camiseta, quedando en sujetador, acto que decidió en el mismo momento de producirse y que no tenía planeado con anterioridad. En cualquier caso, defendió que un torso descubierto "no tiene por qué ser ofensivo" para nadie.
Por su parte, Meleiro hizo manifestaciones en el mismo sentido que la edil y defendió también que fue un acto de protesta pacífica, negando en todo momento que se produjera un encontronazo con el capellán o que hubiera empujones.
EL CAPELLÁN
El sacerdote Rafael Hernando, capellán de la capilla de la Universidad Complutense en el campus de Somosaguas, reconoció en el juicio que no vio "mujeres en ropa íntima" durante la protesta y, en concreto, no vio a la edil con el torso desnudo ni la escuchó profiriendo frases ofensivas contra la iglesia o blasfemias.
Hernando y Maestre eran compañeros de clase en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense. Su relación era "normal" entre compañeros, según dijo el sacerdote durante su declaración como testigo.
El capellán relató que esa mañana se encontraba en su despacho cuando comenzó a oír voces que personas que se iban acercando. Salió a la puerta y allí se encontró con un grupo de una docena de personas, encabezadas por dos, una de ellas Rita Maestre, que le dio la impresión de que actuaba de líder de la marcha, aunque no pudo certificar que lo fuera. Previamente, la concejala había declarado que se situó a mitad de la marcha.
Tras cruzar unas palabras y pedirles que no entraran en la iglesia, explicó Hernando, le acabaron empujando y él se apartó. Según respondió a la defensa, su impresión es que "no querían agredirme, querían pasar, pero me agredieron".
El testigo aseguró que en los días previos no vio ninguna pancarta en la facultad anunciando la protesta. "No vi ninguna convocatoria para ir a la capilla", indicó, únicamente observó que en la semana anterior algunas personas que no acudían habitualmente a la capilla entraban para ver el interior.
El día de la protesta no se estaba celebrando ningún acto litúrgico, puesto que los hechos duraron cinco minutos y se produjeron a las 13.00 horas, cuando la misa se celebra todos los días a las 13.30 horas.
El capellán declaró que finalmente unas 40 personas entraron en la capilla. Él, mientras tanto, se quedó en el vestíbulo "sin saber que hacer" y desde allí no escuchó las consignas que se corearon dentro, ni los textos que se leyeron. Oía voces, pero no logró entender su contenido, ni tampoco vio a ninguna de las participantes en la protesta con el torso descubierto.
TESTIGOS
Varios de los testigos negaron que hubiera una convocatoria expresa desde la organización 'Contrapoder', de la que Maestre y Meleiro fueron miembros durante su etapa universitaria. Y varios también echaron mano de mala memoria para evitar responder a las acusaciones particulares.
Muchos coincidieron en describir la Facultad de Ciencias Políticas como un foco de activismo y de efervescencia social y política, donde con frecuencia se convocaban protestas y acciones críticas de todo tipo. Ninguno de ellos identificó a los acusados como participantes en el acto, ni reconoció las pancartas que supuestamente se colgaron en la entrada de la facultad anunciando la convocatoria.
Uno de los testigos que prestó declaración y que se encontraba en la capilla orando en el momento de la protesta confirmó que se pronunciaron frases ofensivas hacia la religión y los creyentes y aunque no pudo calificar de violenta la actuación, sí dijo haber vivido con mucha ansiedad el suceso.
Reconoció que no hubo actos violentos por parte del grupo, pero puntualizó que "lo que para unos no es violento, para otros sí lo es". El testigo explicó que se quedó en la capilla hasta el final para evitar que se produjera cualquier desperfecto en el mobiliario o los objetos sacros, cosa que no sucedió ni estuvo en riesgo.
La testigo Gema Sánchez insistió en que Maestre "tuvo un papel activo y gritó como todas las demás", aunque no pudo certificar que ejerciera de líder del grupo. Admitió que en el momento de la protesta no reconoció a los acusados y así lo dijo a la policía, pero "con la eclosión del 15-M" se dio cuenta de su identidad.
Otra de las personas que rezaba en el momento de la protesta, Javier Diaz Sanz, aseguró al tribunal que algunos de los manifestantes formaron "un círculo bien organizado alrededor del altar", pero que no puede identificar a Maestre porque no la conocía.
Ambos se declararon hondamente ofendidos por estos hechos. Sánchez dijo que el manifiesto leído en el acto pretendía la burla.
La magistrada presidenta del tribunal le preguntó qué actos o palabras indicaban que el grupo estaba haciendo mofa, a lo que la testigo respondió que mientras se daba lectura al texto, los demás escuchaban atentos.
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