Santiago P茅rez.- Brasil vive jornadas de alto voltaje pol铆tico. En solo nueve d铆as se suceden a sorprendente velocidad una serie de acontecimientos que colocan a la Presidente Dilma Rousseff contra las cuerdas.

Avenida Paulista (S茫o Paulo). Foto Miguel Schincariol
La precipitaci贸n de los hechos comenz贸 el viernes 04/03 con la compulsiva citaci贸n a declarar a Lula da Silva. La escena de los agentes de la Polic铆a Federal present谩ndose en el domicilio del ex Presidente a las 6:00 AM "invit谩ndolo" a declarar habla por s铆 sola. El clima que se respira es tenso. Brasil es una s贸lida rep煤blica, con tres poderes independientes. Eso nadie lo niega. Pero como sucede en otras latitudes, los poderosos son llevados al banquillo solo cuando su capacidad de ejercer influencia se desvanece. Es justamente eso lo que podr铆a estar sucediendo.
El d铆a jueves 10/03 estall贸 la segunda bomba. El Ministerio P煤blico de S茫o Paulo solicit贸 la prisi贸n preventiva de Lula. ¿El motivo? Los fiscales alegan que el ex mandatario podr铆a movilizar a sus seguidores con el objetivo de bloquear la investigaci贸n. La justicia deber谩 aprobar o rechazar el pedido del Ministerio P煤blico, pronunciamiento que por el momento no tiene fecha confirmada. Conclusi贸n: Lula continuar谩 en libertad. Debilitado pol铆ticamente y posiblemente preocupado por su futuro. Pero al menos por ahora, en libertad.
El s谩bado 12/03 lleg贸 el tercer cap铆tulo de la novela, determinantemente relacionado con los dos primeros. El PMDB (Partido do Movimento Democr谩tico Brasileiro) celebr贸 una cumbre nacional. ¿Por que es esto relevante? Simplemente porque el PMDB es la principal fuerza aliada del Partido de los Trabajadores y el vice Presidente de la naci贸n, Michel Temer, integra sus filas. El resultado de la reuni贸n fue el siguiente. El PMDB no romper谩 la coalici贸n de gobierno pero colocar谩 a la misma en el congelador. La directiva fue clara: no se aceptar谩n nuevos cargos ofrecidos por Dilma Rousseff. El partido tiene diferencias internas que resolver. En un per铆odo de 30 d铆as se decidir谩 si se contin煤a dentro Gobierno o si se deja al PT librado a su propia suerte. P茅simas noticias para Dilma, quien necesita de los votos del PMDB en el parlamento para bloquear un eventual resurgimiento del proceso de Impeachment. La alianza que sostiene a la Presidente en el Pal谩cio do Planalto pende de un delgado hilo.
Por 煤ltimo el domingo 13/03 las calles de las 27 capitales de Brasil escribieron su propio cap铆tulo. 3,1 millones de personas (seg煤n las autoridades) o 6,5 (seg煤n los organizadores) salieron a manifestarse. Despu茅s de d铆as de especulaciones sobre la convocatoria que podr铆an tener las movilizaciones los n煤meros hablaron por si solos. El 茅xito fue categ贸rico. En S茫o Paulo, principal centro urbano del pa铆s, el n煤mero de asistentes alcanz贸 un r茅cord hist贸rico. Super贸 al recordado movimiento "Diretas J谩", que a inicios de la d茅cada del 80 presionaba por el regreso de las elecciones directas y el fin del gobierno militar.
Las calles llenas presionan al PMDB a bajarle el pulgar a Rousseff y la base de sustentaci贸n del gobierno se resquebraja. Acorralada, la Presidente afronta serios problemas para lidiar con la severa crisis econ贸mica por la que atraviesa el pa铆s. Recesi贸n, ca铆da del PBI, aumento del desempleo y aceleraci贸n de la inflaci贸n. Por estas horas Dilma hace equilibrio para mantenerse en el cargo, dif铆cilmente podr谩 llevar adelante las poco populares pero necesarias reformas econ贸micas. El 2016 cerrar谩 una vez m谩s con una ca铆da del Producto Bruto Interno, llevando hacia fines de a帽o el humor social a un nivel de disconformidad superior. Se trata, en efecto, de una bomba virtualmente indesactibable.
Sabido es que la pol铆tica es el arte de lo posible. El inconveniente radica en que en este laberinto, no queda claro si lo posible es suficiente para sobrevivir.
Por Santiago P茅rez.-
Licenciado en Relaciones Internacionales
perez@equilibriointernacional.com
http://twitter.com/perez_santiago
•elmercuriodigital•

Avenida Paulista (S茫o Paulo). Foto Miguel Schincariol
La precipitaci贸n de los hechos comenz贸 el viernes 04/03 con la compulsiva citaci贸n a declarar a Lula da Silva. La escena de los agentes de la Polic铆a Federal present谩ndose en el domicilio del ex Presidente a las 6:00 AM "invit谩ndolo" a declarar habla por s铆 sola. El clima que se respira es tenso. Brasil es una s贸lida rep煤blica, con tres poderes independientes. Eso nadie lo niega. Pero como sucede en otras latitudes, los poderosos son llevados al banquillo solo cuando su capacidad de ejercer influencia se desvanece. Es justamente eso lo que podr铆a estar sucediendo.
El d铆a jueves 10/03 estall贸 la segunda bomba. El Ministerio P煤blico de S茫o Paulo solicit贸 la prisi贸n preventiva de Lula. ¿El motivo? Los fiscales alegan que el ex mandatario podr铆a movilizar a sus seguidores con el objetivo de bloquear la investigaci贸n. La justicia deber谩 aprobar o rechazar el pedido del Ministerio P煤blico, pronunciamiento que por el momento no tiene fecha confirmada. Conclusi贸n: Lula continuar谩 en libertad. Debilitado pol铆ticamente y posiblemente preocupado por su futuro. Pero al menos por ahora, en libertad.
El s谩bado 12/03 lleg贸 el tercer cap铆tulo de la novela, determinantemente relacionado con los dos primeros. El PMDB (Partido do Movimento Democr谩tico Brasileiro) celebr贸 una cumbre nacional. ¿Por que es esto relevante? Simplemente porque el PMDB es la principal fuerza aliada del Partido de los Trabajadores y el vice Presidente de la naci贸n, Michel Temer, integra sus filas. El resultado de la reuni贸n fue el siguiente. El PMDB no romper谩 la coalici贸n de gobierno pero colocar谩 a la misma en el congelador. La directiva fue clara: no se aceptar谩n nuevos cargos ofrecidos por Dilma Rousseff. El partido tiene diferencias internas que resolver. En un per铆odo de 30 d铆as se decidir谩 si se contin煤a dentro Gobierno o si se deja al PT librado a su propia suerte. P茅simas noticias para Dilma, quien necesita de los votos del PMDB en el parlamento para bloquear un eventual resurgimiento del proceso de Impeachment. La alianza que sostiene a la Presidente en el Pal谩cio do Planalto pende de un delgado hilo.
Por 煤ltimo el domingo 13/03 las calles de las 27 capitales de Brasil escribieron su propio cap铆tulo. 3,1 millones de personas (seg煤n las autoridades) o 6,5 (seg煤n los organizadores) salieron a manifestarse. Despu茅s de d铆as de especulaciones sobre la convocatoria que podr铆an tener las movilizaciones los n煤meros hablaron por si solos. El 茅xito fue categ贸rico. En S茫o Paulo, principal centro urbano del pa铆s, el n煤mero de asistentes alcanz贸 un r茅cord hist贸rico. Super贸 al recordado movimiento "Diretas J谩", que a inicios de la d茅cada del 80 presionaba por el regreso de las elecciones directas y el fin del gobierno militar.
Las calles llenas presionan al PMDB a bajarle el pulgar a Rousseff y la base de sustentaci贸n del gobierno se resquebraja. Acorralada, la Presidente afronta serios problemas para lidiar con la severa crisis econ贸mica por la que atraviesa el pa铆s. Recesi贸n, ca铆da del PBI, aumento del desempleo y aceleraci贸n de la inflaci贸n. Por estas horas Dilma hace equilibrio para mantenerse en el cargo, dif铆cilmente podr谩 llevar adelante las poco populares pero necesarias reformas econ贸micas. El 2016 cerrar谩 una vez m谩s con una ca铆da del Producto Bruto Interno, llevando hacia fines de a帽o el humor social a un nivel de disconformidad superior. Se trata, en efecto, de una bomba virtualmente indesactibable.
Sabido es que la pol铆tica es el arte de lo posible. El inconveniente radica en que en este laberinto, no queda claro si lo posible es suficiente para sobrevivir.
Por Santiago P茅rez.-
Licenciado en Relaciones Internacionales
perez@equilibriointernacional.com
http://twitter.com/perez_santiago
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