Un nuevo informe revela ausencia de justicia y protecci贸n para las v铆ctimas
(New York) – Las Naciones Unidas y sus Estados miembros deber铆an tomar m谩s medidas para investigar y procesar a las fuerzas de paz que cometen actos de explotaci贸n y abuso sexual, as铆 como para apoyar a las v铆ctimas, asegur贸 hoy Human Rights Watch.

(New York) – Las Naciones Unidas y sus Estados miembros deber铆an tomar m谩s medidas para investigar y procesar a las fuerzas de paz que cometen actos de explotaci贸n y abuso sexual, as铆 como para apoyar a las v铆ctimas, asegur贸 hoy Human Rights Watch.

En su informe anual sobre medidas especiales para la protecci贸n contra la explotaci贸n y el abuso sexual, publicado el 4 de marzo de 2016, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, prometi贸 reformas para mejorar la rendici贸n de cuentas por abusos cometidos por las tropas de paz y para la protecci贸n de los supervivientes. Las medidas que anunci贸 incluyen procedimientos de investigaci贸n de antecedentes de los nuevos empleados de la ONU m谩s estrictos e investigaciones m谩s r谩pidas.
Por primera vez, el Secretario General public贸 formalmente informaci贸n sobre las nacionalidades de los cascos azules que presuntamente explotaron o abusaron sexualmente de mujeres y ni帽as mientras trabajaban para el Organismo mundial. Previamente, la relaci贸n de la ONU con los pa铆ses cuyas tropas de paz eran acusadas de abusos hab铆a sido siempre privada. Este informe se realiz贸 despu茅s de que una investigaci贸n independiente se centrara en el abuso por parte de soldados de la ONU en la Rep煤blica Centroafricana y recomendara mejoras al sistema de respuesta de Naciones Unidas a las denuncias de abuso por parte de su personal.
Las mujeres caminan cerca de un veh铆culo blindado de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas empleado en la vigilancia de una escuela utilizada como un centro electoral durante la recta final de las elecciones presidenciales y legislativas, en el barrio mayoritariamente musulm谩n PK5 de Bangui, Rep煤blica Centroafricana, el 14 de febrero de 2016.
© 2016 Reuters
“La reputaci贸n de la ONU para proteger a la poblaci贸n civil est谩 en juego”, se帽al贸 Sarah Taylor, defensora de los derechos de la mujer de Human Rights Watch. “El informe del Secretario General pone en evidencia los abusos de los soldados, pero los pa铆ses que contribuyen tropas de paz deber谩n cumplir con el enjuiciamiento de estos delitos”.
El informe se refiere a las denuncias de abuso dentro del sistema de la ONU bajo investigaci贸n en 2015, incluso en sus misiones pol铆ticas y de paz. Su publicaci贸n se produce despu茅s de un a帽o de numerosas alegaciones de abuso y explotaci贸n sexual por parte de las fuerzas de paz de la ONU. En enero de 2016, Human Rights Watch document贸 ocho casos de explotaci贸n y abuso sexual cometidos por soldados de la ONU en la Rep煤blica Centroafricana, incluyendo violaci贸n y violaci贸n en grupo. La ausencia de una respuesta coordinada por parte de la ONU se tradujo en un grave incumplimiento de las normas internacionales para entrevistar y proteger a las v铆ctimas y remitirlas a los servicios necesarios, observ贸 Human Rights Watch.
Los casos de explotaci贸n y abuso por parte de tropas de paz y personal de la ONU se han reportado desde los a帽os 90, implicando a las misiones de paz en Bosnia y Herzegovina, Camboya, la Rep煤blica Democr谩tica del Congo, Timor Oriental, Hait铆, Liberia, Sierra Leona y Sud谩n del Sur, entre otras. Las tropas de Pakist谩n, Bangladesh, Sri Lanka, Uganda, Burundi, la Rep煤blica del Congo y la Rep煤blica Democr谩tica del Congo se destacan entre las involucradas en los abusos, aunque algunos de esos casos concern铆an a las fuerzas de mantenimiento de la paz dirigidas por la Uni贸n Africana.
La ONU se ha comprometido previamente a imponer una pol铆tica de “cero tolerancia” a los abusos cometidos por cascos azules, incluso a trav茅s de sus contratos con pa铆ses que contribuyen tropas y compromisos para llevar a cabo investigaciones preliminares de esos cr铆menes. Sin embargo, estos esfuerzos se vieron obstaculizados por una ausencia de informaci贸n sobre las denuncias y los sospechosos, y una falta de transparencia sobre las investigaciones y los procesos judiciales, que normalmente se llevan a cabo en el pa铆s que ha aportado contingentes. En muchos casos, tambi茅n hubo barreras pol铆ticas porque la ONU depende de las tropas de estos mismos gobiernos para dotar de soldados a sus misiones en todo el mundo.
“El patr贸n de los abusos de las fuerzas de paz ha continuado en gran parte porque el sistema de mantenimiento de la paz de la ONU depende de las mismas tropas que cometen dichos abusos”, asegur贸 Taylor. “Pero jugar juegos pol铆ticos cuando la seguridad de civiles est谩 en riesgo es una bofetada en la cara para las v铆ctimas y no deber铆a tolerarse”.
Garantizar la seguridad y los servicios para los supervivientes de los abusos deber铆a estar en el centro de la respuesta de la ONU y los gobiernos a los abusos cometidos por los soldados y dem谩s personal de la ONU, recomend贸 Human Rights Watch. Un informe de 2015 de laOficina de Servicios de Supervisi贸n Interna (OIOS, por sus siglas en ingl茅s), el organismo de control interno de la ONU, dijo en sus evaluaciones sobre la respuesta de la ONU a los casos de explotaci贸n y abuso sexual que “muy pocas v铆ctimas han sido asistidas debido a la falta de financiaci贸n espec铆fica y la lentitud del proceso de enjuiciamiento”. Human Rights Watch observ贸 una reacci贸n similar en la Rep煤blica Centroafricana, donde las limitaciones de personal y recursos, la escasez de servicios m茅dicos y la ausencia de una respuesta clara y coordinada por parte de las distintas agencias de la ONU se tradujeron en retrasos en las denuncias y en la atenci贸n a las v铆ctimas.
En el 煤ltimo a帽o, la ONU ha tomado algunas medidas para mejorar su respuesta a las denuncias de explotaci贸n y abuso sexual en sus misiones de mantenimiento de la paz. Entre ellas, se destaca el compromiso por una mayor transparencia sobre las acusaciones y los sospechosos, as铆 como el establecimiento de un panel de alto nivel de la ONU para los abusos de las fuerzas de paz. El nombramiento en febrero de 2016 de Jane Holl Lute como coordinadora especial para mejorar la respuesta a los delitos de abuso tiene el objetivo de lograr una mayor visibilidad y rendici贸n de cuentas a un nivel superior en la ONU. En el nuevo informe, el Secretario General promete garantizar la rendici贸n de cuentas de los l铆deres de las tropas, incluso retirando a comandantes y soldados mand谩ndolos a casa y suspendiendo el pago a personas y Estados miembros si las acusaciones son corroboradas.
“La ONU necesita mostrar su liderazgo para acabar con la explotaci贸n y el abuso sexual en todo su sistema, desde su sede en Nueva York hasta sus misiones en 谩reas de conflicto”, afirm贸 Taylor. “Los gobiernos deber铆an dejar de hablar de boquilla sobre este tema y emprender acciones precisas como mejorar la preparaci贸n de sus tropas y castigar a los responsables de los abusos”.
Human Rights Watch urge a la ONU a:
Dar prioridad a la seguridad y el bienestar de los supervivientes en su respuesta a los casos de explotaci贸n y abuso sexual, incluso mediante la promoci贸n de mejores pr谩cticas como mantener la confidencialidad, minimizar la repetici贸n del trauma con m煤ltiples entrevistas y garantizar un r谩pido acceso al cuidado m茅dico y psicosocial.
Cumplir con sus compromisos previos, como monitorear con regularidad el estado de las investigaciones y los procesos judiciales de los pa铆ses que contribuyen contingentes, fijar un plazo de seis meses para que los pa铆ses concluyan sus investigaciones y proporcionar regularmente informaci贸n al p煤blico sobre los pa铆ses de origen de los sospechosos y el estado de las investigaciones. Los informes de pa铆s de la ONU deber铆an incluir actualizaciones sobre las investigaciones de abusos por las tropas de paz y deber铆an ir m谩s all谩 de las denuncias de abuso sexual para abarcar todas las violaciones graves de derechos humanos, incluyendo los homicidios ileg铆timos y las desapariciones forzadas.
Establecer una posici贸n de alto nivel en todas las misiones de la ONU para garantizar las mejores pr谩cticas en las investigaciones y la protecci贸n de las v铆ctimas, incluyendo la coordinaci贸n de investigaciones de la ONU y la provisi贸n de atenci贸n m茅dica y psicosocial para los supervivientes.
Asegurar que los cascos azules sean capacitados de una manera que se adapte a la pol铆tica de “cero tolerancia” de la ONU frente a la explotaci贸n y el abuso sexual, incluyendo la clara comunicaci贸n sobre las consecuencias para el personal que viole esta pol铆tica.
Garantizar la pronta repatriaci贸n de las unidades responsables de graves delitos despu茅s de que se haya llevado una investigaci贸n pertinente. Exigir de manera p煤blica y regular la rendici贸n de cuentas para estos delitos hasta que los culpables sean llevados a la justicia.
Dejar claro a los pa铆ses que aportan soldados que su capacidad para garantizar la rendici贸n de cuentas por delitos cometidos por sus tropas ser谩 un criterio esencial a la hora de decidir si aceptar sus contingentes en las misiones de paz de la ONU.
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Naciones Unidas
Derechos de la Mujer
Violencia sexual
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Por primera vez, el Secretario General public贸 formalmente informaci贸n sobre las nacionalidades de los cascos azules que presuntamente explotaron o abusaron sexualmente de mujeres y ni帽as mientras trabajaban para el Organismo mundial. Previamente, la relaci贸n de la ONU con los pa铆ses cuyas tropas de paz eran acusadas de abusos hab铆a sido siempre privada. Este informe se realiz贸 despu茅s de que una investigaci贸n independiente se centrara en el abuso por parte de soldados de la ONU en la Rep煤blica Centroafricana y recomendara mejoras al sistema de respuesta de Naciones Unidas a las denuncias de abuso por parte de su personal.
Las mujeres caminan cerca de un veh铆culo blindado de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas empleado en la vigilancia de una escuela utilizada como un centro electoral durante la recta final de las elecciones presidenciales y legislativas, en el barrio mayoritariamente musulm谩n PK5 de Bangui, Rep煤blica Centroafricana, el 14 de febrero de 2016.
© 2016 Reuters
“La reputaci贸n de la ONU para proteger a la poblaci贸n civil est谩 en juego”, se帽al贸 Sarah Taylor, defensora de los derechos de la mujer de Human Rights Watch. “El informe del Secretario General pone en evidencia los abusos de los soldados, pero los pa铆ses que contribuyen tropas de paz deber谩n cumplir con el enjuiciamiento de estos delitos”.
El informe se refiere a las denuncias de abuso dentro del sistema de la ONU bajo investigaci贸n en 2015, incluso en sus misiones pol铆ticas y de paz. Su publicaci贸n se produce despu茅s de un a帽o de numerosas alegaciones de abuso y explotaci贸n sexual por parte de las fuerzas de paz de la ONU. En enero de 2016, Human Rights Watch document贸 ocho casos de explotaci贸n y abuso sexual cometidos por soldados de la ONU en la Rep煤blica Centroafricana, incluyendo violaci贸n y violaci贸n en grupo. La ausencia de una respuesta coordinada por parte de la ONU se tradujo en un grave incumplimiento de las normas internacionales para entrevistar y proteger a las v铆ctimas y remitirlas a los servicios necesarios, observ贸 Human Rights Watch.
Los casos de explotaci贸n y abuso por parte de tropas de paz y personal de la ONU se han reportado desde los a帽os 90, implicando a las misiones de paz en Bosnia y Herzegovina, Camboya, la Rep煤blica Democr谩tica del Congo, Timor Oriental, Hait铆, Liberia, Sierra Leona y Sud谩n del Sur, entre otras. Las tropas de Pakist谩n, Bangladesh, Sri Lanka, Uganda, Burundi, la Rep煤blica del Congo y la Rep煤blica Democr谩tica del Congo se destacan entre las involucradas en los abusos, aunque algunos de esos casos concern铆an a las fuerzas de mantenimiento de la paz dirigidas por la Uni贸n Africana.
La ONU se ha comprometido previamente a imponer una pol铆tica de “cero tolerancia” a los abusos cometidos por cascos azules, incluso a trav茅s de sus contratos con pa铆ses que contribuyen tropas y compromisos para llevar a cabo investigaciones preliminares de esos cr铆menes. Sin embargo, estos esfuerzos se vieron obstaculizados por una ausencia de informaci贸n sobre las denuncias y los sospechosos, y una falta de transparencia sobre las investigaciones y los procesos judiciales, que normalmente se llevan a cabo en el pa铆s que ha aportado contingentes. En muchos casos, tambi茅n hubo barreras pol铆ticas porque la ONU depende de las tropas de estos mismos gobiernos para dotar de soldados a sus misiones en todo el mundo.
“El patr贸n de los abusos de las fuerzas de paz ha continuado en gran parte porque el sistema de mantenimiento de la paz de la ONU depende de las mismas tropas que cometen dichos abusos”, asegur贸 Taylor. “Pero jugar juegos pol铆ticos cuando la seguridad de civiles est谩 en riesgo es una bofetada en la cara para las v铆ctimas y no deber铆a tolerarse”.
Garantizar la seguridad y los servicios para los supervivientes de los abusos deber铆a estar en el centro de la respuesta de la ONU y los gobiernos a los abusos cometidos por los soldados y dem谩s personal de la ONU, recomend贸 Human Rights Watch. Un informe de 2015 de laOficina de Servicios de Supervisi贸n Interna (OIOS, por sus siglas en ingl茅s), el organismo de control interno de la ONU, dijo en sus evaluaciones sobre la respuesta de la ONU a los casos de explotaci贸n y abuso sexual que “muy pocas v铆ctimas han sido asistidas debido a la falta de financiaci贸n espec铆fica y la lentitud del proceso de enjuiciamiento”. Human Rights Watch observ贸 una reacci贸n similar en la Rep煤blica Centroafricana, donde las limitaciones de personal y recursos, la escasez de servicios m茅dicos y la ausencia de una respuesta clara y coordinada por parte de las distintas agencias de la ONU se tradujeron en retrasos en las denuncias y en la atenci贸n a las v铆ctimas.
En el 煤ltimo a帽o, la ONU ha tomado algunas medidas para mejorar su respuesta a las denuncias de explotaci贸n y abuso sexual en sus misiones de mantenimiento de la paz. Entre ellas, se destaca el compromiso por una mayor transparencia sobre las acusaciones y los sospechosos, as铆 como el establecimiento de un panel de alto nivel de la ONU para los abusos de las fuerzas de paz. El nombramiento en febrero de 2016 de Jane Holl Lute como coordinadora especial para mejorar la respuesta a los delitos de abuso tiene el objetivo de lograr una mayor visibilidad y rendici贸n de cuentas a un nivel superior en la ONU. En el nuevo informe, el Secretario General promete garantizar la rendici贸n de cuentas de los l铆deres de las tropas, incluso retirando a comandantes y soldados mand谩ndolos a casa y suspendiendo el pago a personas y Estados miembros si las acusaciones son corroboradas.
“La ONU necesita mostrar su liderazgo para acabar con la explotaci贸n y el abuso sexual en todo su sistema, desde su sede en Nueva York hasta sus misiones en 谩reas de conflicto”, afirm贸 Taylor. “Los gobiernos deber铆an dejar de hablar de boquilla sobre este tema y emprender acciones precisas como mejorar la preparaci贸n de sus tropas y castigar a los responsables de los abusos”.
Human Rights Watch urge a la ONU a:
Dar prioridad a la seguridad y el bienestar de los supervivientes en su respuesta a los casos de explotaci贸n y abuso sexual, incluso mediante la promoci贸n de mejores pr谩cticas como mantener la confidencialidad, minimizar la repetici贸n del trauma con m煤ltiples entrevistas y garantizar un r谩pido acceso al cuidado m茅dico y psicosocial.
Cumplir con sus compromisos previos, como monitorear con regularidad el estado de las investigaciones y los procesos judiciales de los pa铆ses que contribuyen contingentes, fijar un plazo de seis meses para que los pa铆ses concluyan sus investigaciones y proporcionar regularmente informaci贸n al p煤blico sobre los pa铆ses de origen de los sospechosos y el estado de las investigaciones. Los informes de pa铆s de la ONU deber铆an incluir actualizaciones sobre las investigaciones de abusos por las tropas de paz y deber铆an ir m谩s all谩 de las denuncias de abuso sexual para abarcar todas las violaciones graves de derechos humanos, incluyendo los homicidios ileg铆timos y las desapariciones forzadas.
Establecer una posici贸n de alto nivel en todas las misiones de la ONU para garantizar las mejores pr谩cticas en las investigaciones y la protecci贸n de las v铆ctimas, incluyendo la coordinaci贸n de investigaciones de la ONU y la provisi贸n de atenci贸n m茅dica y psicosocial para los supervivientes.
Asegurar que los cascos azules sean capacitados de una manera que se adapte a la pol铆tica de “cero tolerancia” de la ONU frente a la explotaci贸n y el abuso sexual, incluyendo la clara comunicaci贸n sobre las consecuencias para el personal que viole esta pol铆tica.
Garantizar la pronta repatriaci贸n de las unidades responsables de graves delitos despu茅s de que se haya llevado una investigaci贸n pertinente. Exigir de manera p煤blica y regular la rendici贸n de cuentas para estos delitos hasta que los culpables sean llevados a la justicia.
Dejar claro a los pa铆ses que aportan soldados que su capacidad para garantizar la rendici贸n de cuentas por delitos cometidos por sus tropas ser谩 un criterio esencial a la hora de decidir si aceptar sus contingentes en las misiones de paz de la ONU.
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