Catalina Guerrero. Madrid (EuroEFE).- El preacuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía para la deportación hacia este país de refugiados o inmigrantes irregulares desde Grecia, que Bruselas espera cerrar esta semana con Ankara, es "deplorable" y "un chalaneo inadmisible", según el general español jubilado José Enrique de Ayala.

"Europa no puede renunciar a sus principios, no puede renunciar a su esencia, que tiene que estar como base y fundamento de cualquier acción política que se tome" sobre la crisis de los refugiados, subraya en una entrevista con Efe De Ayala, miembro del Consejo de Asuntos Europeos de la Fundación Alternativas.
Para el que fuera jefe del Estado Mayor del Eurocuerpo, por tanto, "el tratar de eludir el problema pagando a un tercer país para que se haga a cargo de los emigrantes es deplorable".
Y "mucho más -añade- compensar a Turquía con avances en las conversaciones con la UE. Es un chalaneo inadmisible porque no tiene nada que ver una cosa con otra y sobre todo en un momento en que el gobierno turco tiene una cierta deriva autoritaria o antidemocrática que no se ajusta a los principios esenciales que conforman la UE".
Muchas ONG y la propia ONU han cuestionado el pacto porque consideran que no respeta los principios más básicos del Derecho internacional y europeo en materia de asilo, mientras que el bloque comunitario ha insistido en que el acuerdo final será conforme a la legalidad, aunque no parece tener claro aún cómo lograrlo.
En opinión de De Ayala, el problema no es exclusivamente europeo, ya que de los cinco millones de sirios que han salido de su país por la guerra, a la UE solo ha llegado un 20 por ciento.
Insiste en que la solución no pasa por pagar a Turquía para que acepte a los inmigrantes y luego la UE los traiga de vuelta de forma ordenada, sino que, a su juicio, la vía adecuada sería "tener puntos de acogida organizados y solidos en territorio europeo".
O bien, afirma, "promover alternativamente puntos de acogida en otros países terceros, como Turquía, Líbano o Jordania, en los que se pueda acoger a la gente y trasladarla en condiciones seguras a Europa", algo que considera factible y "bastante efectivo".
La UE está rodeada de riesgos y tiene que hacer una reflexión sobre su seguridad
La llamada crisis de los refugiados, junto a la económica y de la deuda soberana, ha puesto de relieve "una cierta insolidaridad entre los países europeos", "una tendencia a la renacionalización de las políticas", "a volver a los intereses y olvidar un poco los valores", reflexiona De Ayala. Es "un sálvese quien pueda", dice.
A corto plazo, afirma, que no es optimista, pero espera que a medio plazo la UE reflexione sobre la "necesidad de una política exterior y de seguridad europea para afrontar estos problemas que son graves y que no son exclusivamente europeos".
"Europa está rodeada por muchos riesgos, por países y regiones muy inestables, en las cuales si no se toma una acción de carácter político, económico e incluso militar cuando sea imprescindible puede repercutir de forma grave en la seguridad de los ciudadanos", advierte el general retirado del Ejército.
De Ayala enumera, entre esos riesgos, el yihadismo, la inestabilidad en el Este de Europa (Ucrania, países del Cáucaso o relaciones con Rusia), los Estados fallidos (Somalia y Libia), inestabilidad en el Sahel, el conflicto de Oriente Medio, los flujos de inmigración masivos y los tráficos de drogas o de armas.
"La UE se tendrá que plantear el tema de su propia seguridad porque no podemos depender eternamente de potencias exteriores a Europa para nuestra defensa", aboga De Ayala, en alusión a la OTAN, ya que "en esas condiciones -argumenta- la acción exterior de la UE está limitada porque no depende de si misma".
Aboga, en ese sentido, por la creación de un cuartel general de mando, la construcción de una estructura de fuerzas europeas, la financiación colectiva de las misiones militares y avanzar en sinergias y un mercado único para la industria europea de defensa.
•elmercuriodigital•

"Europa no puede renunciar a sus principios, no puede renunciar a su esencia, que tiene que estar como base y fundamento de cualquier acción política que se tome" sobre la crisis de los refugiados, subraya en una entrevista con Efe De Ayala, miembro del Consejo de Asuntos Europeos de la Fundación Alternativas.
Para el que fuera jefe del Estado Mayor del Eurocuerpo, por tanto, "el tratar de eludir el problema pagando a un tercer país para que se haga a cargo de los emigrantes es deplorable".
Y "mucho más -añade- compensar a Turquía con avances en las conversaciones con la UE. Es un chalaneo inadmisible porque no tiene nada que ver una cosa con otra y sobre todo en un momento en que el gobierno turco tiene una cierta deriva autoritaria o antidemocrática que no se ajusta a los principios esenciales que conforman la UE".
Muchas ONG y la propia ONU han cuestionado el pacto porque consideran que no respeta los principios más básicos del Derecho internacional y europeo en materia de asilo, mientras que el bloque comunitario ha insistido en que el acuerdo final será conforme a la legalidad, aunque no parece tener claro aún cómo lograrlo.
En opinión de De Ayala, el problema no es exclusivamente europeo, ya que de los cinco millones de sirios que han salido de su país por la guerra, a la UE solo ha llegado un 20 por ciento.
Insiste en que la solución no pasa por pagar a Turquía para que acepte a los inmigrantes y luego la UE los traiga de vuelta de forma ordenada, sino que, a su juicio, la vía adecuada sería "tener puntos de acogida organizados y solidos en territorio europeo".
O bien, afirma, "promover alternativamente puntos de acogida en otros países terceros, como Turquía, Líbano o Jordania, en los que se pueda acoger a la gente y trasladarla en condiciones seguras a Europa", algo que considera factible y "bastante efectivo".
La UE está rodeada de riesgos y tiene que hacer una reflexión sobre su seguridad
La llamada crisis de los refugiados, junto a la económica y de la deuda soberana, ha puesto de relieve "una cierta insolidaridad entre los países europeos", "una tendencia a la renacionalización de las políticas", "a volver a los intereses y olvidar un poco los valores", reflexiona De Ayala. Es "un sálvese quien pueda", dice.
A corto plazo, afirma, que no es optimista, pero espera que a medio plazo la UE reflexione sobre la "necesidad de una política exterior y de seguridad europea para afrontar estos problemas que son graves y que no son exclusivamente europeos".
"Europa está rodeada por muchos riesgos, por países y regiones muy inestables, en las cuales si no se toma una acción de carácter político, económico e incluso militar cuando sea imprescindible puede repercutir de forma grave en la seguridad de los ciudadanos", advierte el general retirado del Ejército.
De Ayala enumera, entre esos riesgos, el yihadismo, la inestabilidad en el Este de Europa (Ucrania, países del Cáucaso o relaciones con Rusia), los Estados fallidos (Somalia y Libia), inestabilidad en el Sahel, el conflicto de Oriente Medio, los flujos de inmigración masivos y los tráficos de drogas o de armas.
"La UE se tendrá que plantear el tema de su propia seguridad porque no podemos depender eternamente de potencias exteriores a Europa para nuestra defensa", aboga De Ayala, en alusión a la OTAN, ya que "en esas condiciones -argumenta- la acción exterior de la UE está limitada porque no depende de si misma".
Aboga, en ese sentido, por la creación de un cuartel general de mando, la construcción de una estructura de fuerzas europeas, la financiación colectiva de las misiones militares y avanzar en sinergias y un mercado único para la industria europea de defensa.
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