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Retrato de la locura

OPINI脫N de Carola Ch谩vez, Venezuela.- El s谩bado 8 de abril, una multitud de 15 personas vestidas de naranja Voluntad Popular, protestaban en la esquina de una calle que no pudieron cerrar por falta de gente, sosteniendo unos cartelitos que juntos dec铆an “¡Elecciones ya!”. Y es que ya se los hab铆a dicho Almagro: ”La dictadura venezolana se derrota con elecciones”, mire usted. Y aunque dirigencia opositora, en coro, dale que repite y dale que repite, instal贸 en las cabecitas de sus seguidores que Maduro no quiere elecciones porque tiene miedo; sin miedo, Maduro, en su programa del los domingos, dijo estar ansioso de que se hicieran las elecciones, desatando en ese preciso instante un cortocircuito en la oposici贸n, que como un resorte salt贸 furibunda y desafiante con una nueva y libertaria consigna democr谩tica: ”No queremos elecciones, queremos que te vayas ya”. 




Y as铆, indignados por una posible contienda electoral en plena dictadura, llamaron seguir en la calle, calle y m谩s calle sin retorno, un d铆a s铆 y un d铆a no. El s谩bado s铆, el domingo acude a tu iglesia, el lunes incendia tu calle, el martes y mi茅rcoles no porque hay Champions, el jueves s铆… y as铆, hasta que caiga esta dictadura que ahora nos quiere obligar a votar.

La mayor铆a sali贸 a la calle, s铆, pero rumbo a la playa, porque es Semana Santa y porque los d铆as est谩n hermosos. Los que se quedaron, maldec铆an a los que prefirieron unos d铆as de playa a una vida entera de democracia y libertad. “Ojal谩 se ahoguen en la playa, malditos” –tuiteaban amorosamente estos guerreros libertarios, constructores fundamentales ese pa铆s de tolerancia, paz y unidad nacional que promete en vano Julio Borges.

As铆, el lunes volvi贸 a salir a la calle una multitud que no llegaba a mil personas, eso s铆, ya sin los cartelitos que reclamaban elecciones. All铆, en Chacaito, el finisterre del sifrinismo caraque帽o, l铆deres como Tom谩s Guanipa, declaraban desga帽itados que “Maduro no quiere elecciones porque tiene miedo porque Maduro quiere elecciones porque tiene miedo”. Dichos los discursos antes un centenar de micr贸fonos de medios de todo el mundo (nunca una manifestaci贸n tan escueta tuvo tanta cobertura), arrearon a su gente a una marcha no autorizada, ooootra vez hacia el centro de Caracas. Y ooootra vez los destrozos en el este del Este porque las fuerzas de seguridad del estado, los muy esbirros represores, no los dejaron ir al Centro a destrozarlo todo all谩. 

Inteligent铆simos, los manifestantes “pac铆ficos” del lunes, se ensa帽aron con la autopista de Prados de Este, dejando aisladas a las urbanizaciones donde reposa el voto antichavista. La gente decente y pensante de este pa铆s se qued贸 atrapada entre la guarimba y su casa. Una decena de postes de alumbrado p煤blico tirados en la v铆a, s铆, los mismos postes que reclamar谩n ma帽ana al maldito de Lu铆s Motta Dom铆nguez porque, sin luz, esa autopista es peligros铆sima. Al煤mbrame el zagu谩n…

Los vecinos se comunicaban por whatsapp. Algunos aterrados, no tanto por los postes ca铆dos sino por el fuego que alcanz贸 los campos de golf. Nunca la guarimba los hab铆a tocado tan hondo. Empezaron a temer por su propiedad privada. “Puede que les d茅 por quemar nuestras casas”, dec铆a un se帽or con voz temblorosa en un whatsapito de voz. Otra vecina contaba que pas贸 horas tratando de llegar a su casa. Logr贸 llegar pasada la media noche, sorteando postes y manifestantes muy feos que “no eran de all谩”. Una se quejaba de que la Guardia Nacional Bolivariana no llegaba todav铆a. S铆, la se帽ora quer铆a que vinieran los esbirros a reprimir a los muchachos que liberaban al pa铆s tumbando postes y quemando hasta el campo de golf. “No parecen gente de aqu铆, para mi que son infiltrados”, dec铆a otro; pero toda duda fue despejada con el euf贸rico audio de un vecino que acababa de cruzar por la zona de guerra santafesina. 

“Yo pas茅 por Santa Fe, ahorita… Se est谩 incendiando el campo de golf, una valla. Pararon un cami贸n de basura, vaciaron la basura del cami贸n en la autopista y la est谩n incendiando entera. Hay por lo menos unos diez postes de luz en el piso. Hay, no s茅, unas 30 personas, todos malandros, porque est谩n pistola en mano. A mi me pararon pistola en mano, baj茅 el vidrio con el carajo pistola en la mano, que yo dije ve, me jodieron, y lo veo tapado y me dice ¿pa’ d贸nde vas?, as铆 voz de malandro, y le saqu茅 la m谩scara que la ten铆a en el puesto de copiloto y le dije: yo vengo de Altamira de pele谩’ y el bicho se voltea y dice, ¡este es de los nuestros! D茅jenlo pas谩’. Por eso es que digo que no son colectivos. Y, bueno, les di una botella de ron, adem谩s para que fueran felices, para que aguantaran la noche y segu铆 para mi casa. Pero bueno, Santa fe es una guerra, son malandros armados, para mi no colectivos. Son malandros de ah铆 de Las Minas, no s茅 de d贸nde, pero est谩n armados, echando plomo y destruyendo lo que ven y me dijeron que quieren aguantar hasta ma帽ana.”

¡Ay, menos mal! Porque la verdad es que antes del alentador whatsapito de este heroico vecino, estaban aterrados, pensando que los responsables de los destrozos eran colectivos chavistas. Qu茅 reconfortante fue saber que ten铆an un grupo de malandros armados, llegados de qui茅n sabe d贸nde, echando tiros, ah铆, en la puerta de sus casas. Qu茅 bueno que ya estaba aclarado todo; as铆, cuando llegara la GNB, los vecinos podr铆an salir tranquilos a sus balcones a insultarlos y a tirarles cosas, todo esto al son de un nutrido cacerolazo libertario contra estos esbirros represores, violadores del derecho de los dem贸cratas malandros armados de quemar el campo de golf en libertad. ¡Con mi malandro no te metas!

As铆 est谩n…




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