Un barco fletado por la ONG Médicos sin Fronteras llegó a primera hora del domingo al puerto de Nápoles. Sus 1.500 refugiados a bordo fueron rechazados en Sicilia donde no pudieron desembarcar por las medidas de seguridad aplicadas por la Cumbre del G7.
Entre ellos hay mujeres embarazadas, bebés, niños y enfermos. Todos ellos fueron rescatados en aguas del Mediterráneo en doce operaciones de salvamento cuando navegaban en embarcaciones frágiles al sur de Sicilia.