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Supercontagiador en jefe: Donald Trump pone en peligro al personal de la Casa Blanca

OPINI脫N. de Amy Goodman

El lunes, cuando el presidente Donald Trump atravesaba las puertas doradas del hospital Walter Reed tras su internaci贸n para recibir tratamiento contra la COVID-19, un periodista grit贸: “¿Cu谩ntos miembros de su personal est谩n enfermos?… ¿Cree que podr铆a ser un supercontagiador, se帽or presidente?”. Trump ignor贸 las preguntas y subi贸 al helic贸ptero Marine One que lo llevar铆a de regreso a la Casa Blanca. All铆, en una escena digna de un reality show, camin贸 hasta el balc贸n, salud贸 con la mano en alto, se quit贸 el tapabocas, pareci贸 quedarse sin aliento, y finalmente entr贸. El desafiante gesto de Trump de quitarse el tapabocas puso en riesgo al personal dom茅stico de la Casa Blanca, quienes en su mayor铆a son personas de color mayores, por lo que corren un mayor riesgo de sufrir una enfermedad grave o la muerte por COVID-19. La insensible indiferencia de Trump por estos trabajadores y el brote en la Casa Blanca en general es una met谩fora de su vergonzosa respuesta a la pandemia, que incluye el rechazo de la ciencia, burlarse de los tapabocas y el distanciamiento social y estar al frente del pa铆s con mayor cantidad de muertes por COVID-19 del planeta.

El viernes 2 de octubre, pasado el mediod铆a, Trump anunci贸 a trav茅s de un tuit que 茅l y la primera dama, Melania Trump, hab铆an dado positivo en la prueba de COVID-19. Todo parece indicar que un evento realizado el s谩bado anterior, 26 de septiembre, en el Rosedal de la Casa Blanca, y una recepci贸n en interiores, en donde Trump nomin贸 oficialmente a Amy Coney Barrett para integrar la Corte Suprema ante una multitud de m谩s de 200 personas que en su mayor铆a no ten铆an tapabocas, probablemente propagaron el virus. Desde entonces, al menos once personas que participaron del evento, incluido el propio Trump, dieron positivo por coronavirus.

El domingo, la secretaria de prensa de Trump, Kayleigh McEnany, anunci贸 que la Casa Blanca ya no iba a divulgar cuando el personal diera positivo por coronavirus. McEnany hizo el anuncio solo un d铆a antes de que ella misma y dos de sus asistentes fueran confirmados como casos positivos de COVID-19. Tambi茅n el lunes, Maggie Haberman, corresponsal en la Casa Blanca del peri贸dico The New York Times, indic贸 en un tuit: “Dos miembros del personal de la residencia presidencial que dieron positivo trabajaban en el departamento de limpieza; cuando sus pruebas de diagn贸stico dieron positivo, se les dijo que fueran ‘discretos’ para hablar del tema”.

Cuando se trata de contener una pandemia, no se necesita “discreci贸n”. Campa帽as de detecci贸n intensivas, la cuarentena de las personas expuestas a una persona contagiada, el aislamiento de las personas contagiadas y el rastreo de contactos de las personas que puedan haber estado expuestas y deben someterse a la prueba de diagn贸stico son herramientas fundamentales para poner fin a la pandemia.

Este mi茅rcoles, la Dra. Rochelle Walensky, del Hospital General de Massachusetts, comparti贸 sus preocupaciones sobre el evento en el Rosedal de la Casa Blanca en una conferencia de prensa de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos: “Hay m谩s de 300 personas que trabajan en la Casa Blanca que podr铆an ser consideradas… personal esencial. Estas personas podr铆an regresar a sus hogares, que quedan en lugares donde podr铆a ser m谩s dif铆cil conseguir una prueba de diagn贸stico, m谩s dif铆cil lograr la cuarentena y en donde podr铆an vivir en hogares multigeneracionales”.

La Casa Blanca, ahora un foco de contagio de COVID-19, parece m谩s preocupada por controlar la noticia que por controlar la propagaci贸n, por lo que el estudiante de periodismo de la universidad Middlebury College Benjy Renton ayud贸 a crear una herramienta en l铆nea para rastrear la evoluci贸n del brote de COVID en la Casa Blanca. Utilizando informaci贸n p煤blica, fotos, registros de vuelo y una l铆nea de informaci贸n se ha identificado a 327 personas que estuvieron en contacto directo con Trump y la Casa Blanca durante las 煤ltimas dos semanas, de las cuales 35 dieron positivo por coronavirus.

Los contagios est谩n clasificados por evento: el anuncio de nominaci贸n de Amy Coney Barrett, un evento en la Casa Blanca en el que se recibi贸 a familiares de soldados ca铆dos en combate, la preparaci贸n del debate presidencial por parte del equipo de Trump el domingo 27 de septiembre, el debate presidencial en Cleveland el martes 29 de septiembre, un mitin de campa帽a en Duluth, Minnesota el mi茅rcoles 30 de septiembre y un evento de recaudaci贸n de fondos en el club de golf de Trump ubicado en Bedminster, Nueva Jersey, el jueves 1潞 de octubre. En todos estos eventos, los tapabocas estuvieron casi completamente ausentes. Adem谩s, todos los miembros del Estado Mayor Conjunto excepto uno est谩n en cuarentena, tras haber estado en contacto estrecho con un almirante que dio positivo por COVID-19.

La revista Nature inform贸 que el rastreo de todos los contactos que Trump pudo haber contagiado en los siete estados que visit贸 en la semana previa a su diagn贸stico de COVID-19 ser铆a una tarea “considerable pero muy factible”. El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, busca ponerse en contacto con los 206 asistentes al evento de recaudaci贸n de fondos de Trump en Bedminster, as铆 como con al menos 19 de los trabajadores del club de golf de Trump. Los donantes adinerados y los pol铆ticos destacados pueden acceder f谩cilmente a las pruebas de diagn贸stico y pueden ponerse en cuarentena c贸modamente, si fuera necesario.

Pero, ¿qu茅 pasa con los trabajadores? ¿Los que est谩n en la primera l铆nea de nuestra respuesta a la pandemia, los trabajadores esenciales que mantienen la econom铆a en marcha y los que est谩n atrapados en la Casa Blanca con un Donald Trump sin tapabocas? Ai-jen Poo, directora de la Alianza Nacional de Trabajadoras Dom茅sticas, dijo en un comunicado: “El brote de coronavirus en nuestro m谩s alto nivel de Gobierno destaca la necesidad urgente de brindar protecci贸n a los trabajadores esenciales y un alivio integral por COVID para todos nosotros”.

La Casa Blanca fue construida y luego atendida por personas esclavizadas. El racismo y la supremac铆a blanca forman parte de sus cimientos. Ahora, en la residencia presidencial, un dedicado equipo de trabajadores esenciales, muchos de ellos personas mayores de color, cocinan, limpian, brindan mantenimiento y atienden a la familia del Primer Mandatario. El presidente Trump, seg煤n se informa, no usa tapabocas en la residencia. Su indiferencia hacia esos trabajadores y hacia el pa铆s en general es criminal, y presagia una pandemia cada vez m谩s profunda con muchas m谩s muertes en los fr铆os y oscuros meses que se avecinan.






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