El recrudecimiento de violencia y la actividad del crimen organizado en todo Ecuador est谩n teniendo un impacto nefasto en los derechos de los ni帽os, ni帽as y adolescentes. El cambio temporal al aprendizaje en l铆nea, as铆 como las amenazas de los grupos delictivos, han afectado especialmente su derecho a aprender en un entorno seguro.
Despu茅s de que el Presidente Daniel Noboa declarara el 9 de enero un "conflicto armado" contra las pandillas, el Ministerio de Educaci贸n de Ecuador suspendi贸 temporalmente todas las clases presenciales y pas贸 a la ense帽anza en l铆nea en todo el pa铆s, lo que afect贸 a casi 4,3 millones de estudiantes, seg煤n UNICEF. En meses anteriores, el ministerio ya hab铆a realizado la transici贸n a la ense帽anza en l铆nea en ciudades como ciudades como Guayaquil y Dur谩n, que se encuentran entre las m谩s afectadas por la violencia de las pandillas.
Pero como el mundo aprendi贸 durante la pandemia de Covid-19, el aprendizaje en l铆nea puede exponer a los ni帽os, ni帽as y adolescentes a la violencia sexual tanto en l铆nea como fuera de ella.
Las y los representantes de la sociedad civil a los que entrevist茅 el a帽o pasado afirmaron que el aprendizaje en l铆nea dificulta que el personal escolar identifique casos de violencia sexual entre los menores y que ellos denuncien estos incidentes. Los protocolos del Ministerio de Educaci贸n orientan al personal sobre c贸mo identificar s铆ntomas de violencia en los y las sobrevivientes, lo que puede ser dif铆cil de hacer si los ni帽os no est谩n regularmente en contacto con el personal escolar.
En algunas provincias de Ecuador, durante las clases en l铆nea, individuos desconocidos y enmascarados, haciendo uso de correos y contrase帽as personales, entraron en las clases en l铆nea -en un caso aparec铆an incluso armados- para amenazar a estudiantes y profesores.
Desde la semana pasada, todas las escuelas volvieron a ser presenciales, pero el aumento de la actividad de la delincuencia organizada dificulta el combate a la violencia sexual.
Por mucho tiempo, Ecuador ha tenido altos niveles de impunidad para las personas que cometen actos de violencia sexual contra los ni帽os, ni帽as y adolescentes. A menudo, los agresores amenazan a los y las sobrevivientes y a sus familias para que guarden silencio, lo que podr铆a provocar que no denuncien o en su defecto, que retiren sus denuncias. En el caso del personal escolar, tambi茅n es posible que no est茅n denunciando todos los incidentes de violencia sexual debido a las amenazas o extorsiones y a que pueden temer las repercusiones o la falta de apoyo de las autoridades si denuncia estos delitos.
Seg煤n una representante de la sociedad civil que trabaj贸 en las escuelas de Guayaquil, cuando los agresores est谩n vinculados al narcotr谩fico o a otros delitos -como cuando est谩 implicada la delincuencia organizada- los y las v铆ctimas no quieren denunciar los actos de violencia cometidos ni a los agresores.
Tanto si los menores de Ecuador est谩n aprendiendo en l铆nea o presencialmente durante este periodo de inestabilidad, los ni帽os, ni帽as y adolescentes tienen derecho a aprender en un entorno seguro. El gobierno debe garantizar que los y las sobrevivientes puedan denunciar con seguridad la violencia sexual, que las amenazas y la violencia contra el personal que denuncie los casos se investiguen a fondo y que lleguen a juicio, y que los y las sobrevivientes puedan obtener justicia.