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Neo-Nazi-Fascismo por todos los Medios

Fernando Buen Abad

“Entonces, ¿de qu茅 sirve decir la verdad sobre el fascismo que se condena si no se dice nada contra el capitalismo que lo origina?”. Bertolt Brecht .

Todos los antivalores de neo-nazi-fascismo est谩n esparcidos minuciosamente en sus aparatos medi谩ticos-monop贸licos burgueses que son “la mano que mece la cuna” ideol贸gica, que usan y abusan del odio y lo condimentan con las perversiones del monstruo farandulero que han creado. Es ese el caldo de cultivo de los “estados de 谩nimo”, las “opiniones p煤blicas” fabricadas y las fuerzas destructivas que se amalgaman en el proceso del florecimiento del odio de clase.

Se han infiltrado muchos modos y medios de la “comunicaci贸n” mercantil. Las cabezas del neo-nazi-fascismo licuan deyecciones ideol贸gicas en horarios “prime time”, y en los otros tambi茅n. Desparraman palabrer铆o de “libertad”, “cambio”, “justicia” para seducir a un segmento de masas desmemoriadas que aprendieron a odiarse a s铆 mismas. Esa es la base social “genuina” del neo-nazi-fascismo por obra y gracia de sus patrocinadores: la burgues铆a, cierta nueva “clase media”, varios funcionarios estatales, no pocos administradores privados, acad茅micos, estudiantes, vendedores, cantantes y far谩ndula en general. Todos ellos portan su “grano de arena” para constituir y renovar la aberraci贸n que es el nazi-fascismo no es s贸lo reacci贸n violenta o arbitraria de las clases dominantes, sino una forma espec铆fica de dominaci贸n pol铆tica y cultural del capital monopolista. Es expresi贸n brutal y deshumanizada que sue帽a con llevar a cabo una pol铆tica m谩s de exterminio. La lucha contra el nazi-fascismo es tambi茅n una batalla ideol贸gica y cultural que debe librarse en todos los frentes

¿Qu茅 es hoy el neo-nazi-fascismo?: es el “partido” de la desesperanza contrarrevolucionaria que se ha apoderado sistem谩ticamente del capital emocional de las masas y las arrastra tras de s铆. Es culto al conservadurismo bizarro y al dogmatismo de las “superioridades” y el racismo; negaci贸n de la modernidad y racionalismo; empirismo dogm谩tico; satanizaci贸n del pensamiento cr铆tico; odio a las diferencias; chauvinismo y xenofobia; fanatismo de la expulsi贸n; desprecio por la debilidad; amor al machismo… y algunas otras perversiones adaptadas a “los tiempos” para travestirse con “naturalidad” en la sem谩ntica, en las formas y en las interrelaciones sociales. Todo eso convertido en movimiento de masas muy medi谩tico. Crece florido donde se han dejado vac铆os, desilusiones y enga帽os.

Su neo-nazi-fascismo expresa el miedo burgu茅s y excita a sus peores fantasmas. Es un error hist贸rico muy costoso mantener devaneos entre “subestimarlos” y “sobreestimarlos” sin una organizaci贸n firme con claridad profunda capaz de definir y organizar la identidad de clase que combatir谩 el ser y la esencia del nazi-fascismo para su destrucci贸n sin miramiento. La humanidad, en los pr贸ximos decenios, depende de qu茅 lucha emprendamos. Tal lucha es ineludible porque en el neo-nazi-fascismo se coagulan todas las formas odio que deshumaniza, destierra y extermina. Ellos aspiran a convertirse en pasi贸n de grandes masas, incluso con dirigentes propios de “origen plebeyo”, dirigidos y financiados por las organizaciones capitalistas. S铆ndrome de Estocolmo medi谩tico, el neo-nazi-fascismo es un movimiento inducido, parad贸jico y bizarro, con base social y origen burgu茅s, para adiestrar a las masas en oficio de producir y consumir desconfianza y odio sobre s铆 mismas y contra toda iniciativa emancipadora. Infiltrado en canciones, pel铆culas, noticieros, novelas, pintura, escultura, teatro…

Est谩 claro mundialmente que la burgues铆a, art铆fice de mil artima帽as y delitos, es la clase m谩s poderosa a煤n siendo una minor铆a 铆nfima. Que, para imponernos su dominaci贸n, pacta “ayudas” mutuas con la “peque帽a burgues铆a” y con sectores del proletariado. Semejante entramado de “relaciones” interesadas tiene su historia y su dial茅ctica en la que despliegan al menos tres fases: el comienzo del desarrollo capitalista; el per铆odo de florecimiento y madurez del capitalismo con expresi贸n de formas democr谩ticas, ordenadas e incluso pac铆ficas conservadoras;  la fase actual de decadencia del capitalismo, en que la burgues铆a, para mantener el control de la explotaci贸n y el saqueo, recurre, incluso, a los m茅todos de la guerra cognitiva contra el proletariado. Resabios de jacobinismo, la democracia reformista (incluida la socialdemocracia) y el nazi-fascismo, que son todos programas peque帽oburgueses. Sufrimos, cada hora que transcurre, las consecuencias escatol贸gicas que quieren congelar la historia para que reinen todas las perversiones del capitalismo y su fase imperial.

Nuestra contradicci贸n tr谩gica est谩 tambi茅n en la debilidad e insuficiencias de nuestras estrat茅gicas en materia de comunicaci贸n, derivada de nuestras debilidades pol铆ticas en materia de organizaci贸n. Hay que decirlo de modo claro, sincero, y, sobre todo, pronto. Combatir los m茅todos burocr谩ticos sabelotodo, eg贸latras, subjetivistas e intolerantes. Hay que estar cotidianamente organizados en profundidad del proletariado y de los trabajadores en general. No s贸lo consignas, necesitamos decenas de millares de n煤cleos sem谩ntico-comunicacionales interconectados con la agenda de las luchas en las bases, din谩micamente y en tiempo real. Mientras los neo-nazi-fascistas forman a sus profesionales de la pol铆tica e intentan imponer una imagen exagerada de sus fuerzas, y convierten sus fanfarronadas en un modelo de combate, nosotros requerimos un porgraa de contraofensiva muy din谩mica y autocr铆tica, capaz de apreciar nuestras fortalezas y debilidades de manera realista en “tiempo real”.

Pero no alcanza con querer combatir al nazi-fascismo, hay que poder y hacerlo. Es necesario contrarrestar todos sus frentes, hay que medirlos en la lucha, por medio de la lucha, y aportar al combate las correcciones necesarias bas谩ndose en mediciones sacadas de la vida y de las ciencias m谩s avanzadas. El neo-nazi-fascismo, como una forma extrema de reacci贸n capitalista, en su etapa actual enfurece su ideolog铆a ultranacionalista, racista y anticomunista. Es el recurso de la burgues铆a para mantener su dominio frente a una crisis econ贸mica y contra las organizaciones del proletariado. No es solamente un plan de gobierno dictatorial, es una revoluci贸n cultural con un movimiento de masas para destruir las organizaciones obreras y aplastar cualquier forma de resistencia democr谩tica. “…La tarea del fascismo es aplastar a las organizaciones revolucionarias de la clase obrera y, por consiguiente, hacer imposible cualquier acci贸n independiente del proletariado. […] El fascismo logra este objetivo no mediante subterfugios, sino mediante la movilizaci贸n de la peque帽a burgues铆a exasperada y desmoralizada.” (Trotsky 1934) Y hoy es peor porque sale con muchos disfraces por las “redes” y por la tele.

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