Por Herbert Mujica Rojas. Señal de Alerta Todo parece indicar que esta crisis que afecta a doña Dina Boluarte, la presidencia y en general, a todo el fragilísimo sistema político (hay que llamarlo de alguna manera), resentirá duramente en cuanto ocurra de ahora en más. Por lo pronto hay no pocas solicitudes para vacar de su puesto a Dina Boluarte, en el Congreso. Nótese que asumiría el titular del Parlamento, el señor Soto, cuya más notable acción fue la de promover una ley en su provecho. ¡Y sin pizca de vergüenza, la más mínima! El habitante común podría preguntarse ¿y ahora quién podrá salvarnos? La respuesta es ignota. Hace mucho tiempo, décadas, que la política en Perú es una comedia triste, con irresponsables a granel y mediocres colgados debajo de cada rama de árbol. Los análisis de las embajadas de los países predominantes en las finanzas, empresas, del mundo, ya deben haber informado acerca de cómo va de tumbo en tumbo, en zigzag, el gobierno peruano. Los disparates también me