Por Silvia Ribeiro México. No hay nada más imprevisible que el pasado. Ahora parece que los lacandones conservan la selva, por lo que el gobierno del estado de Chiapas, a nombre del programa REDD, les paga en "reconocimiento de su espíritu de preservación ambiental". También los entrena para inventariar especies y combatir otros pueblos indios que habitan la región, incluyendo comunidades zapatistas. Esos otros, afirman gobierno y trasnacionales conservacionistas, destruyen la selva. La verdad es muy distinta y contradice la versión oficial y la de los traficantes de conservación. La mayor deforestación de la selva Lacandona la ha producido históricamente la prospección petrolera, los latifundistas, las empresas madereras, chicleras, grandes ganaderos y las carreteras que estas actividades demandaban. Justamente, los lacandones sirvieron de encubrimiento para que las madereras siguieran deforestando impunemente. Los habitantes originarios de la selva Lacandona fueron exti