OPINIÓN de Ricardo Luis Mascheroni No hay dudas que la salud es un derecho humano básico y el acceso a los medicamentos es un presupuesto inescindible del mismo, aunque en los tiempos actuales, la motosierra oficial quiere arrasarlo, como a otros tantos de aquellos que hacen a la calidad de vida de las personas. Con el retroceso del estado de bienestar en nuestro país y en el mundo, la salud fue apropiada por las grandes corporaciones y laboratorios, mediante un mercantilismo perverso y descarnado, que pone en riesgo la vida de millones que no tienen recursos para acceder a dichos sistemas. El Estado ha sido vaciado de esta función primordial, por lo que cito a título de ejemplo, que en el gobierno de Macri, desaparece el Ministerio de Salud y es rebajado a una simple Secretaría, entre otros tantos, como la desregulación de las obras sociales y la cartelización de los prestadores de salud que tornan imposible afrontar el costo de los mismos, no sólo a los sectores de bajos ingresos, si