Este sábado día 23 de septiembre se cumplen 50 años de la muerte de Pablo Neruda, oficialmente a causa de un cáncer de próstata; pero, según las últimas investigaciones, posiblemente envenenado por la dictadura de Pinochet
Acusado recientemente de haber abandonado a su hija, lo que sus defensores aseguran que es completamente falso, y de haber violado a una mujer en su juventud, lo que sus defensores consideran también una interpretación errónea de su relato autobiográfico, como errónea o malintencionada consideran la lectura de su poema "Me gusta cuando callas"
Ahora me dejen tranquilo.
Ahora se acostumbren sin mí.
Yo voy a cerrar los ojos
Y sólo quiero cinco cosas,
cinco raíces preferidas.
Una es el amor sin fin.
Lo segundo es ver el otoño.
No puedo ser sin que las hojas
vuelen y vuelvan a la tierra.
Lo tercero es el grave invierno,
la lluvia que amé, la caricia
del fuego en el frío silvestre.
En cuarto lugar el verano
redondo como una sandía.
La quinta cosa son tus ojos,
Matilde mía, bienamada,
no quiero dormir sin tus ojos,
no quiero ser sin que me mires:
yo cambio la primavera
por que tú me sigas mirando.
Amigos, eso es cuanto quiero.
Es casi nada y casi todo.
Ahora si quieren se vayan.
He vivido tanto que un día
tendrán que olvidarme por fuerza,
borrándome de la pizarra:
mi corazón fue interminable.
Pero porque pido silencio
no crean que voy a morirme:
me pasa todo lo contrario:
sucede que voy a vivirme.
Sucede que soy y que sigo.
No será, pues, sino que adentro
de mí crecerán cereales,
primero los granos que rompen
la tierra para ver la luz,
pero la madre tierra es oscura:
y dentro de mí soy oscuro:
soy como un pozo en cuyas aguas
la noche deja sus estrellas
y sigue sola por el campo.
Se trata de que tanto he vivido
que quiero vivir otro tanto.
Nunca me sentí tan sonoro,
nunca he tenido tantos besos.
Ahora, como siempre, es temprano.
Vuela la luz con sus abejas.
Déjenme solo con el día.
Pido permiso para nacer.
Eliécer Neftalí Reyes Basoalto (Parral, 12 de julio de 1904 – Santiago, 23 de septiembre de 1973)
Reposa tu pura cadera y el arco de flechas mojadas
extiende en la noche los pétalos que forman tu forma
que suban tus piernas de arcilla el silencio y su clara escalera
peldaño a peldaño volando conmigo en el sueño
yo siento que asciendes entonces al árbol sombrío que canta en la sombra
Oscura es la noche del mundo sin ti amada mía,
y apenas diviso el origen, apenas comprendo el idioma,
con dificultades descifro las hojas de los eucaliptos
Yo aquí me despido, vuelvo
a mi casa, en mis sueños,
vuelvo a la Patagonia en donde
el viento golpea los establos
y salpica hielo el Océano.
Soy nada más que un poeta: os amo a todos,
ando errante por el mundo que amo:
en mi patria encarcelan mineros
y los soldados mandan a los jueces.
Pero yo amo hasta las raíces
de mi pequeño país frío.
Si tuviera que morir mil veces
allí quiero morir:
si tuviera que nacer mil veces
allí quiero nacer,
cerca de la araucaria salvaje,
del vendaval del viento sur,
de las campanas recién compradas.
Que nadie piense en mí.
Pensemos en toda la tierra,
golpeando con amor en la mesa.
No quiero que vuelva la sangre
a empapar el pan, los frijoles,
la música: quiero que venga
conmigo el minero,
el abogado, el marinero,
el fabricante de muñecas,
que entremos al cine y salgamos
a beber el vino más rojo.
Yo no vengo a resolver nada.
Yo vine aquí para cantar
y para que cantes conmigo.
“Que despierte el leñador”
Su adhesión al partido comunista le obligó a emigrar de Chile y a vivir largos períodos en Europa. Tras el triunfo de la Unidad Popular fue embajador de Chile en París.
Su abundante obra poética, en la que despliega una capacidad verbal extraordinaria, se aplica en buena parte a denostar a sus adversarios políticos, pero lo mejor de ella está consagrada a celebrar a la naturaleza, ante la cual Neruda se siente en su elemento.

Por mi parte, soy o creo ser duro de nariz,
mínimo de ojos, escaso de pelos
en la cabeza, creciente de abdómen,
largo de piernas, ancho de suelas,
amarillo de tez, generoso de amores,
imposible de cálculos,
confuso de palabras,
tierno de manos, lento de andar,
inoxidable de corazón,
aficionado a las estrellas, mareas,
maremotos, administrador de
escarabajos, caminante de arenas,
torpe de instituciones, chileno a perpetuidad,
amigo de mis amigos, mudo
de enemigos,
entrometido entre pájaros,
mal educado en casa,
tímido en los salones, arrepentido
sin objeto, horrendo administrador,
navegante de boca
y yerbatero de la tinta,
discreto entre los animales,
afortunado de nubarrones,
investigador en mercados, oscuro
en las bibliotecas,
melancólico en las cordilleras,
incansable en los bosques,
lentísimo de contestaciones,
ocurrente años después,
vulgar durante todo el año,
resplandeciente con mi
cuaderno, monumental de apetito,
tigre para dormir, sosegado
en la alegría, inspector del
cielo nocturno,
trabajador invisible,
desordenado, persistente, valiente
por necesidad, cobarde sin
pecado, soñoliento de vocación,
amable de mujeres,
activo por padecimiento,
poeta por maldición
y tonto de capirote.

Nací tan malo para competir
que Pedro y Juan se lo llevaban
todo:
las pelotas,
las chicas,
las aspirinas y los cigarrillos.
Es difícil la infancia para un tonto
y como yo fui
siempre más tonto que los otros
tontos
me birlaron los lápices, las gomas
y los primeros besos de Temuco.
¡Ay, aquellas muchachas!
Nunca vi unas princesas como ellas,
eran todas azules o enlutadas,
claras como cebollas, como el nácar,
manos de precisión, narices puras,
ojos insoportables de caballo,
pies como peces o como azucenas.
Lo cierto es que yo anduve
esmirriado y cubriendo con orgullo
mi condición de enamorado idiota,
sin atreverme a mirar una pierna
ni aquel pelo detrás de la cabeza
que caía como una catarata
de aguas oscuras sobre mis deseos.
Nacido el 12 de julio de 1904 en Parral, el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma, al decir de Gabriel García Márquez, era hijo de Rosa Neftalí Basoalto de Reyes y de José del Carmen Reyes Morales. Su nutrida obra inició desde joven. En 1921 publicó La canción de la fiesta, su primer poema, con el seudónimo de Pablo Neruda, en homenaje al poeta checo Jan Neruda, nombre que mantuvo a partir de entonces y que legalizó en 1946.
En 1924 salió a la luz una de las obras que lo inmortalizaría, Veinte poemas de amor y una canción desesperada, obra que, junto con Tentativa del hombre infinito, distingue la primera etapa de su producción poética.
En 1926 emprendió su carrera consular y que lo llevó a residir en Birmania, Ceilán, Java, Singapur y, entre 1934 y 1938, en España, donde se relacionó con los escritores García Lorca, Aleixandre, Gerardo Diego y otros representantes de la Generación del 27. También fundó la revista Caballo verde para la poesía.
Neruda apoyó a los republicanos al estallar la guerra civil y escribió España en el corazón (1936). Progresivamente sus poemas experimentaron un tono más sombrío al percibir el paso del tiempo.
Volvió a Chile en 1939, e ingresó en el Partido Comunista. Su obra tuvo un giro hacia la militancia política cuando escribió Canto general.
Su prestigio internacional fue reconocido en 1971, cuando se le concedió el Premio Nobel de Literatura.

Entre sus obras destacan Crepusculario (1923), Canto General (1950), Los versos del capitán (1952), Cien sonetos de amor (1959), Las manos del día (1968) y Las piedras del cielo (1970). Su obra póstuma es Confieso que he vivido (1974), un libro que recoge las memorias del poeta chileno.
En Chile, la Fundación Pablo Neruda recopiló en 2014 una serie de poemas inéditos del autor.
"Reposa tu pura cadera y el arco de flechas mojadas/extiende en la noche los pétalos que forman tu forma/que suban tus piernas de arcilla el silencio y su clara escalera/peldaño a peldaño volando conmigo en el sueño/yo siento que asciendes entonces al árbol sombrío que canta en la sombra/Oscura es la noche del mundo sin ti amada mía,/y apenas diviso el origen, apenas comprendo el idioma,/con dificultades descifro las hojas de los eucaliptos". Este poema fue encontrado en la Caja 52, que contiene materiales muy diversos. Los originales son mecanografiados y no se halló una versión manuscrita del mismo.
Los poemas fueron encontrados en unas cajas que contenían los manuscritos de las obras del poeta, durante una revisión exhaustiva por parte de la Biblioteca de la Fundación Pablo Neruda, bajo la dirección de Darío Oses.
En esta revisión se comprobó que algunos poemas manuscritos de extraordinaria calidad no se habían incluido en las obras publicadas correspondientes a cada caja.
Previamente, solo habían aparecido dos trabajos inéditos de Neruda: El río invisible (Seix Barral, 1980), que incluía poesía y prosa de juventud, y sus poemas de adolescencia, Cuadernos de Temuco (Seix Barral, 1996).
Neruda no se limitó a la poesía. Desde sus años de juventud, publicó artículos en periódicos y revistas, combinando su pasión poética con el periodismo. Su carrera diplomática lo llevó a viajar por todo el mundo, desde Birmania hasta Buenos Aires, desempeñando roles como cónsul en diversos países.
El compromiso político de Neruda fue innegable. Durante la Segunda República Española, abogó por la causa republicana, pero pronto abandonó Europa debido a la Guerra Civil Española. De regreso en Chile, su poesía se fusionó con la política, y se convirtió en un miembro destacado del Partido Comunista de Chile.
Sin embargo, sus actividades políticas le llevaron a enfrentar acusaciones legales. Bajo el régimen del presidente González Videla, Neruda fue acusado de infringir la Ley de Seguridad Interior del Estado e injuriar al presidente. Para evadir la persecución, Neruda se refugió en Argentina bajo una falsa identidad.
Pablo Neruda vivió un exilio prolongado durante su vida. En 1949, regresó de manera clandestina a París, donde reapareció públicamente en una conferencia de clausura del Movimiento Mundial de Partidarios de la Paz, junto a su amigo Picasso.
París también fue su último destino como embajador antes de regresar a Chile en 1972, en un período marcado por la enfermedad y el cansancio. A pesar de su amor por la "Ciudad de la Luz", anhelaba su país natal.
Neruda no solo es conocido por su poesía y su política, sino también por sus relaciones amorosas. Su primera esposa, María Antonieta Hagenaar, y su hija Malva Marina, quien sufrió hidrocefalia y falleció a una edad temprana, dejaron huellas profundas en su vida y obra.
Las controversias rodean a Neruda por su relato en sus Memorias sobre la violación de una joven tamil durante su tiempo como cónsul en Ceilán. Aunque no existen pruebas adicionales aparte de sus palabras, este episodio ha suscitado debates sobre su conducta.
Malva Marina, hija de Neruda
"Malva Marina, ¿me oyes? ¡Ven, Vicente, ven! Mira qué maravilla. Mi niña. Lo más bonito del mundo", le dijo Pablo Neruda a su amigo Vicente Aleixandre la tarde de la presentación de la niña en sociedad. Vicente Aleixandre lo recuerda así: “Yo me acerqué del todo y entonces el hondón de los encajes ofreció lo que contenía. Una enorme cabeza, una implacable cabeza que hubiese devorado las facciones y fuese sólo eso: cabeza feroz, crecida sin piedad, sin interrupción, hasta perder su destino...”
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.