OPINIÓN de Carmen Gaitán Salinas* La guerra civil puso fin al desarrollo de la modernidad española. Y quienes habían participado en ella, en aquel progreso que se había ido produciendo en materia social, cultural y científica, tuvieron que adaptarse a la nueva situación. Unos se quedaron en España, teniendo que asumir las normas de la dictadura –con todo lo que eso suponía–. Otros –los que habían tomado partido abierta y concienzudamente a favor de la República y no perecieron– se vieron obligados a abandonar el país, ya que sus vidas corrían peligro. Los artistas no fueron ajenos a esta situación. Al pensar en artistas plásticos exiliados, la mayoría de nosotros tendrá en la cabeza a Picasso y puede que hasta a Miró. Sin embargo, ¿sabríamos citar alguna artista? ¿ Maruja Mallo quizás? ¿ Remedios Varo ? Probablemente no sean conocidos muchos más nombres de mujeres cuando, por el contrario, la nómina fue extensísima. En América Latina recalaron más de medio centenar de artistas plásti...