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C贸mo nos roban

OPINI脫N de Ram贸n CotareloPalinuro.-

El 4 de enero de este a帽o, el Wall Street Journal (WSJ) publica un art铆culo titulado Espa帽a recurre al fondo de reserva de las pensiones para comprar su propia deuda. Est谩 en ingl茅s. Quien quiera una versi贸n espa帽ola, puede acudir al blog de Armak de Odelot, que tiene una entrada titulada Espa帽a saquea el 90% del Fondo de Seguridad Social para comprar su propia deuda, que trae una versi贸n del art铆culo del WSJ aunque, al estar traducida por Google, a veces no se entiende gran cosa. El asunto es bien sencillo: despu茅s de prometer que jam谩s tocar铆a las pensiones y despu茅s de tocarlas a la baja (aunque diciendo lo contrario) el gobierno ha esquilmado el fondo de reserva de la seguridad social, utiliz谩ndolo para los m谩s diversoso menesteres. Queda menos del 10% de los 65.000 millones del fondo. Es un atraco en toda regla y a la chita callando a los pensionistas, cuyo futuro se ensombrece aun m谩s si cabe. Seg煤n el gobierno no hay ning煤n problema, los fondos est谩n garantizados por la deuda espa帽ola que cada d铆a vale menos y est谩 a punto de desplomarse. No la deuda, sino la capacidad de pagarla. Y entonces habr谩 quita y adi贸s el fondo de reserva de la Seguridad Social, eso que no es el Estado cuando al Estado le va bien pero s铆 lo es cuando le va mal. Un robo en toda regla a los pensionistas. 

El otro atraco de miles de millones es el rescate de la banca con dinero p煤blico. Aqu铆 el desfalco es en bastantes casos por partida doble porque muchos de quienes han de sufragar el rescate de la banca con sus impuestos son aquellos a quienes esa misma banca ha arruinado. 

La enorme evasi贸n de impuestos es otro latrocinio en forma de lucro cesante de la colectividad. Los impuestos evadidos al Estado, en miles de millones, son impuestos pagados por quienes no los evaden. Es decir miles de millones que est谩n obligados a pagar porque los otros no cumplen. No solo no cumple; el Estado los protege, los amnist铆a, no los persigue y se niega a dar publicidad a sus nombres. 

Las privatizaciones son lo mismo: formas m谩s o menos disimuladas de hurtarle el dinero a la colectuvidad. No son tan solo muestras de la corruptela de la puerta giratoria entre la pol铆tica y la empresa. No se limitan a casos especialmente escandalosos por lo inmoral, como el del fichaje de Rato por Telef贸nica, la empresa privatizada por 茅l. Van mucho m谩s all谩. En las privatizaciones de la sanidad p煤blica y la gesti贸n privada de los hospitales en Madrid se est谩 hipotecando la Comunidad por los pr贸ximos treinta a帽os. Es una pr谩ctica perversa la de ahorrar dinero hoy para transferir su pago a los gobernantes y las generaciones posteriores. Y eso sin contar con que es falso que la gesti贸n privada ahorre. Al contrario (a la vista est谩 en Manises y en Collado Villalba) es mucho m谩s gravosa para el erario p煤blico. Pagamos m谩s por servicios peores. O sea, m谩s robo. Privatizar es poner lo p煤blico al servicio de lo privado y en manos de unas empresas que act煤an pr谩cticamente como monopolios y monopsonios, con un 煤nico cliente, el Estado, del que viven, acogidas a esa intolerable pr谩ctrica de privatizar los beneficios y socializar las p茅rdidas. 

Todas las medidas del gobierno hasta la fecha son de saqueo de los ciudadanos: las subidas de impuestos directos e indirectos, de las contribuciones, de las tasas, de las matr铆culas, la imposici贸n de nuevas exacciones como el doble pago de los servicios, la disminuci贸n de las becas, todo ello es sacar directamente a la gente el dinero del bolsillo. Atraco. 

Y a todo ello es preciso hacer frente con el salario congelado o mermado. Y eso, el que lo tiene.




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