OPINI脫N de Ra煤l Wiener, Per煤.- No se sabe los motivos m谩s profundos que llevaron al procurador Julio Arbizu a renunciar a su cargo argumentando asuntos personales. No parece una cuesti贸n del gobierno porque su sucesor se ha mantenido en su l铆nea y porque el propio Arbizu ha seguido activo en la lucha anticorrupci贸n contradiciendo aquello de que quer铆a dedicar m谩s tiempo a su familia.
A la luz de lo que acaba de ocurrir con Sergio Tejada, al que le han hecho un claro “trabajo de inteligencia” para encontrarle un flanco personal por el que pod铆a ser atacado, se puede especular que al exprocurador tambi茅n lo extorsionaron con alguna informaci贸n de esc谩ndalo para debilitar su posici贸n. No necesariamente en un tema equivalente, pero normalmente todos tenemos algo desarreglado en alg煤n momento de nuestra vida.
Es f谩cil a partir de ah铆 imaginar al expresidente, quiz谩s uno de los hombres m谩s desarreglados e imprudentes en su vida personal y en su actividad p煤blica, ordenando al general Hidalgo y otros “especialistas”, buscar algo para acabar con Tejada. Y el general del bigote le trajo el asunto que con calculada malicia Garc铆a lanz贸 el lunes por televisi贸n y que su fuerza de choque llev贸 el d铆a siguiente para sabotear un evento organizado para evaluar el trabajo de la Megacomisi贸n del Congreso que investiga los delitos econ贸micos del per铆odo 2006-2011.
Con esto, podr铆a decirse que el APRA de Garc铆a no est谩 ahora muy lejos de las bandas que hoy operan en distintas partes del pa铆s, y que exigen dinero a sus v铆ctimas a cambio de no difundir informaci贸n que los perjudica. S贸lo que lo que interesa en este caso es proteger un billetazo que ya se embolsaron en cinco a帽os de gobierno y que est谩 tambaleando tras las investigaciones de la Megacomisi贸n. Hay que darle con lo que haya, parece haber sido la consigna del ego colosal, no importa que parezca pura rabieta, lo que cuenta es que se ponga a la defensiva y tenga que explicar lo que no quer铆a hablar.
Los eslabones son evidentes: primero, escarbadores de basura guiados por expolic铆as constructores de sicosociales; segundo, expresidente contraponiendo conductas; tercero, matones que quieren imponerse a golpes, asegurando que el problema no son los narcoindultos, la manipulaci贸n de pruebas en el caso BTR, las obras fantasmas, los decretos de urgencia o el enriquecimiento de Garc铆a desde el poder, sino la hija de Tejada que no lleva su apellido, porque su madre no quiso que as铆 fuera.
Tienen raz贸n los que dicen que esta estrategia es un reconocimiento de culpabilidad y que nadie recurrir铆a a un manejo tan grosero si se sintiera inocente. El problema es que en el pa铆s en que nos encontramos una acusaci贸n artera contra el acusador puede ser la 煤ltima puerta de escape. Si no creen, lean a los diarios de la gran concentraci贸n para que vean a qu茅 me refiero.